Universidad: derrotemos al veto y al gobierno en las calles

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Luego de la paliza electoral que recibió en la provincia de Buenos Aires, el gobierno afirmó que no se movería un milímetro de la política de ajuste fiscal y de ataque contra el pueblo. Para demostrarlo, acaba de vetar la ley de Financiamiento Universitario y la de emergencia pediátrica.

Pero los manotazos y bravuconadas de Milei y su "mesa" de camarillas no logran ocultar que el gobierno se encuentra desahuciado y a la deriva. La crisis financiera, el derrumbe de la actividad económica y la posibilidad de un desmadre inflacionario son explosivas. El intento de apuntalar la "gobernabilidad" mediante un diálogo con las provincias, no está ni estaría dando frutos: los gobernadores que hasta ayer pactaban con Milei no quieren hundirse con él. El programa y el discurso fascista, el ataque a los derechos políticos y sociales, y los robos perpetrados por la banda gobernante, han recibido un cachetazo en las urnas y promete redoblarse en las elecciones de octubre.

El veto a la Ley de Financiamiento debe ser entendido y respondido a la luz de este escenario. Al margen de que la ley no resuelve los problemas de fondo del financiamiento estatal del sistema universitario, con el veto, el gobierno patea la pelota nuevamente hacia el Congreso. Probablemente intente disolver el debate de esta ley, contraponiéndole la discusión del proyecto de Presupuesto 2026. El gobierno de los vetos, los decretos y el manejo discrecional de los recursos públicos buscará ganar tiempo mediante el debate parlamentario de "la ley de leyes".

Pero no sólo el gobierno se juega a descomprimir mediante la agenda parlamentaria. Los Rectores y las burocracias del frente sindical venían amenazando con la consigna "Si hay veto, hay marcha". Resulta que ahora hay veto, pero no hay marcha definida... Solamente han convocado un paro de 24 horas para el viernes 12 y plantean realizar una movilización al Congreso el día que se vuelva a tratar el veto. Es decir, el CIN y las federaciones dilatan la convocatoria a marchar y, cuando finalmente se haga (si el tratamiento del veto no es desplazado por el debate presupuestario 2026) no sería una marcha nacional a Plaza de Mayo ni a los centros de poder político del país, sino una concentración frente al Congreso para presionar a los legisladores.

De esta forma, los Rectores y las burocracias sindicales le hacen un menudo favor de rescate al gobierno en derrumbe. En definitiva, todos buscan confinar la cuestión del presupuesto, los salarios y las becas a la agenda parlamentaria que no les dará solución. No quieren que el repudio electoral al gobierno también se exprese en un repudio masivo en las calles.

Esta orientación debe ser superada por la acción conjunta de estudiantes, docentes y no docentes para que podamos avanzar y conquistar nuestros reclamos. Es necesario impulsar la lucha independiente del movimiento universitario, frente a las maniobras por arriba que buscan disolverla y desactivarla. En los sindicatos de base, centros de estudiantes y asambleas autoconvocadas tenemos que resolver un curso de acción diferente al que buscan imponer los Rectores, los decanos y las burocracias.

Hoy más que nunca, cuando el gobierno se encuentra en franco retroceso, es necesario derrotarlo con una lucha vigorosa por nuestras reivindicaciones. Volvamos a ganar calles, con cortes, clases públicas, tomas y una gran marcha educativa nacional a Plaza de Mayo y todos los centros de poder político. Derrotemos el veto y al gobierno con la movilización, las autoconvocatorias, la huelga general y la unidad de los trabajadores, los jubilados y todos los sectores en lucha.

Revista EDM