El peronismo santafesino (y no solo él) se financia con el juego clandestino

Escribe Agustín Fernández

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Desde principios de esta semana se está llevando a cabo el juicio oral y público contra el exfiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, acusado de haber formado parte de una asociación ilícita para canjear coimas a cambio de cobertura judicial. El fiscal pide la pena de 12 años. Esta serie de maniobras involucran al empresario del juego, Leonardo Peiti.

La nota la puso quien prendió el ventilador. Bajo la figura de arrepentido, condenado también por haber formado parte de todo este andamiaje, el exfiscal Ponce Asahad no dejó nada en el tintero. Su testimonio demoledor sindicó como cabeza a Armando Traferri, senador por San Lorenzo del PJ, quien votó la reforma constitucional del “consenso” con Pullaro. Traferri fue señalado como el principal responsable para desviar las investigaciones contra el empresario Peiti; ha traficado influencias desde su cargo político y evitado o anoticiado allanamientos con antelación. La legislatura rechazó el pedido de desafuero, que hubiera tenido un efecto dominó sobre el sistema político.

El resultado de esto fue la suspensión del fiscal que impulsaba la causa, Matias Edery. Un año después, cuando cambiaron los acusadores, Traferri voluntariamente “accedió” a ser imputado por los delitos de organizador de juegos de azar ilegales como partícipe primario, de tráfico de influencias agravado por hacer valer su posición frente a un magistrado en cuatro hechos, de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública y de peculado de caudales públicos. No sería nada extraño que su renuncia haya sido precedida por un acuerdo de impunidad. A partir de la nueva Constitución, no hay impedimento legal alguno para que los fiscales soliciten su prisión preventiva.

El condenado arrepentido expuso sin tapujos que el juego clandestino es una de las principales fuentes de financiamiento del peronismo. Lo dijo con conocimiento de causa, ya que previamente a su trabajo en el poder judicial pertenecía al PJ y tiene pleno conocimiento de estos negocios oscuros. No hay nada nuevo bajo el sol: Traferri es un personero de los pools de siembra y las cerealeras, que mediante los puertos privados exportan a todo el mundo la cosecha de la provincia. Es la principal vía navegable por la cual sale y entra la droga, que luego es trasladada a los barrios de Rosario. Traferri es la espalda política de Agustin Rossi, segundo diputado nacional por Fuerza Patria, ungido en esta unidad gracias a la bendición de CFK. Ciudad Futura y Caren Tepp se han sumado a este náufrago.

Quienes pretenden “frenar a Milei y empezar lo que viene” son una estafa para los trabajadores.

Revista EDM