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Apenas se conoció el veto a la ley de financiamiento universitario, la ADIUNT, el sindicato combativo de la docencia universitaria de Tucumán, llamó a una concentración de protesta en el Rectorado de la UNT y a parar el viernes 12.
La protesta logró reunir unos 300 manifestantes, entre estudiantes y docentes que participaron para reclamar contra las políticas de motosierra en educación.
Mientras se cortaba la calle, una comitiva de la UCR ingresaba al Rectorado, como parte de la campaña electoral, para reunirse con el Rector Pagani. Uno de ellos, exintendente de Yerba Buena y actual diputado nacional Mariano Campero, fue repudiado por los manifestantes por haber apoyado todas las iniciativas libertarias, desde la ley bases hasta los vetos. Para defenderse de los cánticos y el abucheo generalizado, Campero salió a atacar por los medios a la ADIUNT diciendo “no son docentes, son todos zurdos”, que, en vez de generar en una opinión contra la docencia, en las redes se generó una ola de repudio contra él y su política de apoyo a un gobierno en crisis.
El 17 ADIUNT se sumó a la convocatoria a la marcha nacional contra el veto. Para ello, en los días previos se realizaron reuniones de coordinación fundamentalmente con varios centros de estudiantes secundarios y otros preuniversitarios, quienes de común acuerdo decidieron levantar la una marcha en conmemoración de un nuevo aniversario de la noche de los lápices, y convocar para el 17 a una única movilización, remarcando que debía ser independiente de las autoridades y de la burocracia de la FUT (federación universitaria de Tucumán).
Por su lado, el Rectorado de la UNT convocó a una reunión a la FUT y a los sindicatos universitarios con el propósito de “coordinar la movilización”. En esa reunión señalaron, que convocaban a realizar en el rectorado un acto una hora antes de la convocatoria de la ADIUNT en la iban a dar lectura al documento del CIN, para luego dar inicio a la marcha con una cabecera compuesta por los Decanos de todas las facultades y un representante de cada sector sindical. En dicha reunión, la representación de ADIUNT dejó claro que la marcha, la cabecera y los oradores del acto en la plaza Independencia ya estaban acordados entre ADIUNT y los centros de estudiantes secundarios y preuniversitarios. Quien desentonó fue un miembro del PCR que integra la dirección de ADIUNT que destaco que si el rectorado ponía el sonido y el escenario los decanos podían encabezar la marcha dando muestra de una conducta de conciliación y colaboración con las autoridades.
El día de la marcha, a pesar de intentar con diversas maniobras copar la cabecera y la ubicación de las distintas columnas, no pudieron llevarla adelante por la firmeza de las asambleas de facultades y centros de estudiantes secundarios, que junto con la ADIUNT defendieron el carácter independiente de la jornada de lucha.
La movilización reunió alrededor de 10 mil personas, una participación un poco menor que las marchas del 2024, pero con una gran presencia estudiantil e independiente. A diferencia de marchas anteriores el Rectorado jugó a menos y no movió fuertemente su aparato, se limitó una convocatoria 24 horas antes de la marcha. La FUT (Federación Universitaria de Tucumán) alineada con las autoridades, que había sido reconstituida días atrás en un congreso de aparato, solo tenía una pequeña bandera.
En la plaza Independencia confluyeron las columnas de la UNT y la de Universidad Tecnológica.
A nivel sindical participaron sectores de la salud, docentes provinciales, docentes privados y de la asociación bancaria.
En el acto hablaron 3 presidentes de centros de estudiantes de escuelas preuniversitarias que hicieron mención a la Noche de los Lápices y las carencias de edificios producto del ajuste educativo, formularon el reclamo de más becas y boleto estudiantil.
Luego habló la secretaria gremial del SITAS, quien también es vicepresidenta del FESPROSA, que hizo mención a la emergencia en pediatría. La presidenta de la escuela de Cine que hizo mención al ataque a la cultura por parte del gobierno nacional con la destrucción del INCAA y otro espacio para el fomento de las producciones artísticas. También habló un docente de la UTN y la presidenta del Centro de Estudiantes de Filo y Letras.
El acto lo cerró Anahí Rodríguez, secretaria general de ADIUNT. En el discurso se hizo el señalamiento al golpe político que tuvo Milei con el rechazo al veto en diputados, que se suma a los otros golpes tanto electoral, económico y moral que está sufriendo. La crítica a los que aparecen como opositores, pero fueron los gobernadores con peluca, como Jaldo, un adelantado en aplicar la política de la motosierra, y la necesidad de darle continuidad a la marcha federal con movilizaciones en preparación de la huelga general que tire abajo estas políticas de ajuste y avance en las victorias de los reclamos.
