Votemos a Política Obrera para plantar una alternativa obrera y socialista en el Congreso de la Nación.
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Desde que asumió Javier Milei, en Salta se perdieron 12.700 puestos de trabajo formales. Si contamos a los trabajadores precarizados y monotributistas (la llamada “subocupación"), el número se duplica. Gustavo Sáenz aplicó esta misma política en nuestra provincia. Integró la fila de los que firmaron “el Pacto de Mayo”, para asegurar el respaldo a la agenda antinacional del ‘loco’ de la “motosierra” en Congreso nacional.
El resultado está a la vista: Argentina marcha hacia el enésimo default y a una hiperinflación
No ratifiques el 26 de Octubre a este verdugo de los trabajadores de Salta.
Los candidatos de Sáenz compiten, en esta ocasión, con un socio permanente de Sáenz: Manuel Urtubey, compinches del ‘viejo’ partido Justicialista. “Si sale cara gano yo, si sale seca también”.
El romerista Urtubey, que llegó a gobernador gracias al dedo de Cristina Kirchner y el apoyo de Sergio Leavy, se convirtió más tarde en en el cuarteto, con el cordobés Juan Schiaretti, el bonaerense Sergio Massa y el rionegrino y macrista Miguel Pichetto.
Mayor camaleón no se consigue –siempre en el campo de los ajustadores y de la precariedad laboral-. En el Senado, impulsará la agenda antiobrera de las grandes patronales, a las cuales ha servido siempre.
El PdV ha pagado su kirchnerismo con un aislamiento mayor al de Caín en el día del amigo.
Nuestro partido Política Obrera, que rompió con el arribismo familiar del aparato del Partido Obrero, ha sido el opositor más consecuente a los gobiernos entreguistas de la Provincia y el único que plantea con firmeza la necesidad de un gobierno de trabajadores. Es el único método político para alcanzar la mejora material y cultural del pueblo, y combatir la explotación, la pobreza creciente y las masacres, guerras imperialistas y genocidio del capital financiero internacional
Por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar para trabajadores públicos y privados de dos millones de pesos, por ocho horas de trabajo;
Por el 82 % móvil para jubilados y pensionados;
Contra las suspensiones y despidos: por un plan de obras públicas, bajo control de los trabajadores, para reactivar la economía; por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario;
Por el congelamiento inmediato de los alquileres;
Por la apertura de las cuentas de las grandes corporaciones;
Asegurar el agua potable y de riego frente a la destrucción de los pulpos mineros, bajo el control de los obreros y las poblaciones vecinas;
Contra la extendida e ilimitada precariedad laboral, rechazar la ‘reforma laboral’ que impulsan Milei, Sáenz, Urtubey y la CGT de Salta (que ha puesto burócratas en todas las listas patronales, a espaldas de los trabajadores);
Por impuestos progresivos a los terratenientes, pools de siembra y grandes acopiadores. Asistencia estatal a la labor cooperativa agrícola de criollos y aborígenes. Abolición de impuestos al consumo. Contra el federalismo oligárquico, que un Congreso de trabajadores elabore un plan de distribución de ingresos tributarios entre las provincias, al servicio de un plan económico y político de conjunto;
Que el Congreso nacional rompa relaciones de Argentina con el estado genocida de Israel;
Por la unidad de los trabajadores contra la agresión de Trump a México, Colombia, Cuba, Venezuela, Brasil, Haití, y por la unidad socialista de América Latina.
