Escribe Olga Cristóbal
Los obreros bloquean Italia contra el genocidio.
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Este lunes, Francia, Bélgica Luxemburgo, Malta, Andorra y San Marino reconocieron el Estado de Palestina en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas para la Solución Pacífica de la Cuestión de Palestina y la Aplicación de la Solución de Dos Estados, una iniciativa copatrocinada por Francia y Arabia Saudita en paralelo a la Asamblea General de la ONU.
El domingo el reconocimiento había corrido por cuenta de Australia, Portugal, el Reino Unido y Canadá (que son los dos primeros miembros del G7). El año pasado fueron Noruega, España, Irlanda y Eslovenia.
Estados Unidos e Israel repudiaron la convocatoria a la Conferencia, y dijeron que el reconocimiento de un Estado palestino equivalía a “premiar al terrorismo”. En represalia, días antes que iniciara la Asamblea General, Estados Unidos negó la visa a Mahmoud Abbas, titular de la Autoridad Nacional Palestina.
Buena parte de la Unión Europea desempolvó para la ocasión el traje derechohumanista. Intenta terciar en la región a sabiendas de que no hay ninguna condición mínima para ese Estado, salvo la tenacidad de Hamas por imponer un alto el fuego y el retiro permanente del ejército sionista. Supone que una ocupación permanente de Gaza, la anexión de Cisjordania y de Jerusalén, así como la expulsión de los palestinos de su territorio histórico, auguran un cuadro de guerra permanente en el Medio Oriente, que involucraría a Irán y Yemen, por supuesto, a Arabia Saudita e incluso a algunos emiratos del Golfo. Que una Riviera en el Mediterráneo y una “bonanza inmobiliaria” como sueñan desde Trump hasta el colono fascista de Smotrich, podría alejar a Ucrania del principal escenario de la guerra mundial. Los Macron y compañía no cuentan ni con la expectativa de que Netanyahu y su gabinete puedan ser desalojado por el electorado de Israel.
Son los mismos países que, con el argumento de que Israel tenía derecho a defenderse, durante dos años fueron, junto a Estados Unidos, el principal sostén del régimen de Netanyahu. Vendieron armas para el genocidio y apoyaron a libro cerrado la limpieza étnica, la demolición de Gaza, un infanticidio de proporciones históricas inéditas. Además de aniquilar los derechos democráticos en su propia casa, arrestando y reprimiendo a sus quienes se manifestaban en solidaridad con Palestina.
Estados Unidos, Alemania e Italia concentran casi todo el suministro de armas a Israel, que además tiene su propia industria y es un gran exportador. Francia, España y el Reino Unido también han provisto sistemáticamente de armamento o componentes al Estado sionista. Aunque en los últimos meses, los tres suspendieron exportaciones o licencias, violan su propio boicot. Un análisis de datos comerciales citado por The Guardian en mayo reveló que, desde la prohibición, Reino Unido siguió exportando miles de artículos militares a Tel Aviv. Y el boicot español permite “excepciones” al Consejo de Ministros.
La proclamación de Macron fue programática. Pidió la liberación inmediata de los rehenes -no dijo ni pío de los miles de prisioneros palestinos secuestrados sin acusación ni plazos (entre los que hay niños de corta edad). Dijo que la paz es posible porque Hamas “ha sido debilitado en forma considerable” y que la declaración de los dos Estados “es una derrota para Hamas”.
Netanyahu, Marco Rubio y Donald Trump afirman que el reconocimiento de Palestina es una “recompensa demasiado grande para los terroristas de Hamás por sus atrocidades".
En realidad, en julio, en la Conferencia anterior de la ONU en Nueva York, los países árabes y musulmanes, incluidos Qatar, Arabia Saudí y Egipto hicieron por primera vez un llamamiento conjunto para pedir el desarme de Hamás y su salida del poder en la franja de Gaza.
Los 22 países de la Liga Árabe, junto con toda la Unión Europea y otros 17 países, respaldaron la declaración final de esa conferencia, copatrocinada por Francia y Arabia Saudí, para “la solución pacífica de la cuestión de Palestina y la implementación de la solución de dos Estados”. Y agregaron que “La gobernanza, la aplicación de la ley y la seguridad en todo el territorio palestino deben recaer únicamente en la Autoridad Palestina [que gobierna Cisjordania], con el apoyo internacional adecuado”.
Y añade: “en el contexto de poner fin a la guerra en Gaza, Hamás debe poner fin a su dominio en Gaza y entregar sus armas a la Autoridad Palestina (AP), con compromiso y apoyo internacionales, en consonancia con el objetivo de un Estado palestino soberano e independiente”. La Autoridad Palestina es un cadáver insepulto que colabora con los servicios de seguridad del sionismo. La Autoridad Palestina no solo fue expulsada por los gazatíes sino que ha funcionado al servicio de Israel como policía política y represor de la lucha de su pueblo en Cisjordania y Jerusalén.
En las antípodas de lo que ocurre en la asamblea de Naciones Unidas en Nueva York, este lunes cientos de miles de trabajadores y estudiantes italianos se declararon en huelga general convocada por sindicatos de bases y bloquearon los puertos, los ferrocarriles, las rutas en más de 80 ciudades de Italia (BBC 23/9).
“Han sido bloqueados los principales puertos de Italia, el 90% del transporte público y el 50% de los trenes”, aseguró a media tarde la Unione Sindicale di Base, “que engloba sindicalistas del empleo público y privado y con presencia en todas las grandes ciudades del país”, explica la BBC.
La huelga fue convocada “en respuesta al genocidio en curso en la franja de Gaza, al bloqueo de la ayuda humanitaria de parte del ejército israelí y a las amenazas que han dirigido en contra de la misión internacional Global Samud Flotilla”, explicó la USB que calculó que más de 100.000 personas se movilizaron solo en Roma.
En Roma, la manifestación comenzó a las 11 frente a la estación ferroviaria de Termini, donde bloquearon la línea subterránea y centenares de trenes quedaron cancelados. El acto se transformó luego en una enorme marcha que se desplazó hacia Porta Maggiore y, luego, hacia la gran circunvalación que rodea Roma, que quedó bloqueada por los manifestantes.
“Además de los estudiantes universitarios participaron centenares de alumnos de escuelas secundarias que adhirieron a la huelga, junto con profesores, maestros, familias con niños, jubilados, trabajadores y figuras del mundo de la cultura y el espectáculo” (LN 23/9).
En Florencia más de 10.000 trabajadores y estudiantes bloquearon la autopista y marcharon hacia los centros industriales y de logísticas durante una jornada de huelga general lanzada por los sindicatos USB, CUB y COBAS.
En Génova, 20.000 manifestantes, la columna encabezada por los trabajadores portuarios llevaba una bandera que decía “Alto al tráfico de armas en los puertos”,
A pesar de las fuertes lluvias, unas 10.000 personas se manifestaron en Brescia, encabezados por una columna de estudiantes con la bandera "Bloqueamos todo".
En Turín miles de personas ocuparon las vías ferroviarias.
El puerto de Livorno quedó totalmente paralizado.
En Milán la policía reprimió a los manifestantes y la marcha derivó en enfrentamientos violentos.
Los portuarios italianos han convenido que ni un solo armamento salga de sus puertos y, con otros sindicatos de bases, un bloqueo total de los puertos de Europa si Israel ataca la flotilla que se dirige a romper el bloqueo en Gaza.
