Los tripulantes de la flotilla secuestrada por Israel denuncian condiciones de tortura en las cárceles del sionismo

La mayoría de los cientos de miembros de la Flotilla Sumud Global continúan detenidos e incomunicados en Israel, luego de que el pasado miércoles el sionismo interceptara ilegalmente en aguas internacionales al conjunto de embarcaciones que llevaba ayuda humanitaria para Gaza. Tras ser llevados al puerto de Ashdod, los detenidos fueron trasladados a la famosa Prisión de Ketziot ubicada en el desierto del Negev, que constituye un centro de detención que abarca 400.000 metros cuadrados, uno de los más grandes del mundo. Entre los detenidos se encuentran ciudadanos de más de cuarenta países, entre ellos los argentinos Celeste Fierro (MST), Carlos Bertola (Nuestra Patria) y Ezequiel Peressini (Izquierda Socialista).

En los pocos contactos que los detenidos han podido tener con el exterior, los miembros de la flotilla han denunciado situaciones que califican como tortura, como la privación de agua y alimentos durante largas horas y la negativa a acceder a medicamentos. The Guardian informó que Greta Thunberg, la reconocida activista sueca que participaba de la flotilla, “dijo a los funcionarios suecos que está siendo sometida a un trato duro bajo custodia israelí”, a la vez que la embajada de su país informó que se encuentra en estado de deshidratación. El sionismo ha llevado adelante interrogatorios a los detenidos privándoles del derecho de acceder a un abogado. Sólo unos pocos fueron liberados hasta el momento, entre ellos cuatro legisladores italianos que denunciaron las condiciones “deplorables” que se viven en esa prisión, centro de detención principal de palestinos. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel aseguró que el resto “está en proceso de ser deportados”, aunque las embajadas de España, Italia y Portugal realizaron reclamos a Israel por la falta de información sobre el proceso legal de los detenidos y por sus condiciones de detención. Itamar Ben-Gvir, ministro de seguridad de Israel, se hizo presente personalmente en el lugar de la detención de los miembros de la flotilla, montando una provocación contra ellos acusándolos de “terroristas” y asegurando que "deberían pasarse meses en una prisión israelí, para que se acostumbren al olor del módulo terrorista".

La flotilla compuesta por cerca de 40 barcos intentaba quebrar el bloqueo israelí al ingreso de ayuda humanitaria a Gaza. La detención de la flotilla, además de un acto de ilegalidad completa, se realizó en función de un crimen aún mayor, que es garantizar la hambruna que azota a las familias palestinas en Gaza. Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, aseguró que “al seguir bloqueando una ayuda vital para una población contra la que comete un genocidio, entre otros medios con la hambruna, Israel demuestra, una vez más, su total desprecio por las órdenes legalmente vinculantes de la Corte Internacional de Justicia y sus propias obligaciones como potencia ocupante”.

Las detenciones ilegales de Israel desataron nuevas protestas en todo el mundo. Una oleada de protestas tomó por asalto las principales capitales de numerosos países, entre ellas algunas verdaderamente masivas en Barcelona, Roma, Lisboa y Londres. En esta última, la policía realizó más de 100 detenciones. En Italia, las protestas fueron acompañadas por una huelga general masiva, que fue declarada ilegal por el el viceprimer ministro Matteo Salvini , quien reclamó sanciones más severas para los huelguistas.

Mientras se realizaban estas protestas, Israel bombardeaba nuevamente la Franja de Gaza. El medio Al Jazzera anunciaba que “Israel mata a 46 personas pese a que Trump dice que ha 'dejado de bombardear' Gaza”.

En Argentina, nos movilizamos a Plaza de Mayo apenas se conoció de la detención de los miembros de la flotilla y se exigió por la liberación de todos los detenidos y por el fin del genocidio. El Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino y los familiares de los tripulantes convocan una conferencia de prensa para el próximo lunes a las 13 horas en la sede de ATE Capital para reclamar la liberación de los miembros de la flotilla detenidos. El próximo martes, 7 de octubre, a dos años del comienzo del genocidio, se realizará una nueva jornada de protestas contra el genocidio en Gaza.