Cómo intervenimos en el desenlace poselectoral. Nota de tapa de Política Obrera N° 130 edición impresa.
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El gobierno liberticida, como la moda fuera de temporada, se encuentra en estado de liquidación.
Su última carta, un rescate de último momento, diseñado por Donald Trump, podría salir rápidamente del radar, si los resultados electorales del oficialismo resultan catastróficamente adversos.
Si sobrevive, será en terapia intensiva: otra megadevaluación, la liberación del mercado de cambios o la dolarización monetaria, dispararán la crisis a un plano superior. Trump pondrá en stand by los planes de rescate, a la espera de que las patronales y los partidos de Argentina armen una salida política.
Que el desenlace de la crisis, que será por el momento parcial, no se descargue sobre las espaldas de las masas (como ha ocurrido hasta ahora) depende de una intervención histórica independiente de la clase obrera.
La gran patronal de Argentina, como los Paolo Rocca (Tenaris – Tecpetrol- Vaca Muerta) o Madanes Quintanilla (Fate, Aluar) le están dando letra a Fuerza Patria (el décimo nombre de fantasía del peronismo para disimularse a sí mismo) para operar un recambio. Victoria Villarruel sueña con que las aguas revueltas la catapulten a la presidencia. Para eso se junta con el veterano Gildo Insfrán y coincide con el sello Provincias Unidas en visitar a la patronales mencionadas.
Invocarán la defensa de la industria nacional con un adicional: legalizar una contrarreforma laboral, una contrarreforma jubilatoria y un jubileo impositivo para las patronales.
En todas las provincias, los exiliados del peronismo han vuelto al redil, lo mismo aquellos que giraban en su órbita “nacional y popular”. El compromiso es llevar adelante la agenda de la patronal nativa. Ahí están el tucumano Jaldo, el catamarqueño Jalil y el salteño Urtubey, que han saltado del ‘mileísmo’ al ‘populismo’, sin el menor remordimiento. En Santa Fe, la “nacional y popular” Ciudad Futura se ha juntado con el exgobernador Omar Perotti, con Agustín Rossi y con el procesado Armando Traferri: el viejo elenco del peronismo del fracaso.
Frente al derrumbe que se avecina, reclaman que la última palabra acerca de un acuerdo con Trump y el FMI la tenga el Congreso, como si no supieran que una corrida cambiaria y bancaria, orquestada por el capital financiero, se lleva puesto al más pintado de los parlamentos. Algunos imaginan que la larga mano de Pekín podría sustituir con ventajas al imperialismo tradicional.
La mayoría de los trabajadores votará por los partidos patronales, con variantes en distintas provincias, pero por Fuerza Patria especialmente en la provincia de Buenos Aires.
Incluso con desconfianza en esos partidos, la conducta frente a la crisis debería disipar las ilusiones que aún albergan.
Frente a una crisis que compromete el futuro del gobierno, afecta al conjunto del régimen político y tiene su raíz en una etapa de fuerte descomposición internacional del capitalismo, la clase obrera debe organizarse como tal y preparar una huelga general, para golpear contra el propósito patronal de descargar esta crisis sobre el pueblo y para imponer las reivindicaciones laborales, salariales, previsionales y sociales de los trabajadores.
Es con este planteo estratégico que llamamos a votar a los candidatos de Política Obrera, nuestro partido, en Salta, Tucumán, Catamarca y Santa Fe. Cada voto por nuestra lista será un voto por la organización independiente de la clase obrera y por la huelga general, para convertir la crisis capitalista en un arma para derrotar a quienes nos expropian y saquean.
Cada voto por Política Obrera refuerza esa perspectiva estratégica.
