Escribe Facundo Perales
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En la última sesión del Consejo Superior al día de la fecha, el decano de la Facultad de Psicología, Jorge Biglieri, hizo uso de la palabra para despacharse contra los estudiantes de esa facultad que se solidarizan con el pueblo palestino, y para prometer sanciones a nivel judicial e institucional contra ellos. También hizo gala de macartismo, al acusar a agrupaciones de izquierda de antisemitas y de alterar la facultad por sus actividades contra el genocidio.
Lo que Biglieri considera antisemita, y por lo tanto sancionable, fue la representación en el hall de Psicología de una obra teatral sobre el genocidio que vive el pueblo palestino, el despliegue de una bandera Palestina en la fachada de la facultad y el canto “Palestina vencerá desde el río hasta el mar”. Todo esto, según Biglieri, no debería ser llevado adelante en el ámbito de la universidad, “que debe ser reconocido por su pluralidad y respeto a las diferencias de ideas”. Paradojicamente, tanta ´pluralidad´ y ´respeto´ excluye la denuncia del genocidio –y es un encubrimiento de los genocidas.
Biglieri replica los argumentos de la DAIA en su último informe sobre antisemitismo, que le dedicó un apartado específico a lo que considera es “antisemitismo” en el ámbito universitario (específicamente en las facultades de Filosofía y Letras y de Psicología), al referirse a la expresión de solidaridad de los estudiantes argentinos con el pueblo palestino y la denuncia de su genocidio.
El decano trazó una línea de acción que va más allá del amedrentamiento con elementos de seguridad, como sucedió hace algunas semanas en FADU, donde impidieron desplegar una bandera palestina: busca valerse de la judicialización y de la misma institución para perseguir y censurar al interior de las facultades a quienes se pronuncian contra el genocidio en Palestina. Como en FADU, debemos responder a estas amenazas con nuevos banderazos y actividades por el cese del genocidio.
