Reuniones militares secretas con el Reino Unido

Escribe Lucas Giannetti

Los liberticidas aseguran los intereses estratégicos de la OTAN.

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En un escenario cruzado por la guerra internacional y una mayor injerencia de Estados Unidos sobre la política exterior del gobierno de Milei, el portal de noticias La Política Online (LPO) ha dado a conocer información sobre reuniones reservadas que se llevaron adelante en la embajada del Reino Unido en la que participaron altos rangos de las FF AA para discutir “estrategia de defensa y cooperación”. De esta manera, el gobierno liberticida da un salto cualitativo en su sometimiento al imperialismo británico, ahora de carácter militar. Desde la embajada británica solicitaron al gobierno nacional que escoja al personal para que participen de estos cónclaves y requirieron “que vaya uno por inteligencia, otro por Infantería de Marina, otro por Doctrina y otro por Educación." (LPO 6/10) Estas reuniones están lejos de ser hechos aislados, sino que, muy por el contrario, estamos frente a un modus operandis del gobierno liberticida, que tiene como correlato un alineamiento en regla con el imperialismo, el abandono del reclamo efectivo por la soberanía de las Islas Malvinas y condiciona la capacidad de decisión de la Argentina sobre sus recursos naturales, sus rutas marítimas y su proyección antártica.

En julio pasado el semanario británico The Economist reveló la existencia de diálogo de carácter militar entre ambos gobiernos, que datan de febrero de 2024, y que tiene como norte erradicar la influencia china y rusa en el Atlántico Sur y reforzar la posición de Estados Unidos, aliado histórico de Londres, en la región.

Reforzando esta política de sometimiento, el Ministerio de Defensa organizó una charla de carácter académico titulada "Perspectivas y lecciones del conflicto en Ucrania" y tuvo como objetivo analizar "uno de los conflictos bélicos más avanzados en términos tecnológicos" La actividad, que revistió el carácter de abierta, se llevó a cabo el jueves 9 por la mañana en la sede de la Universidad Nacional de Defensa (UNDEF) en la Ciudad de Buenos Aires, pero no fue difundida por redes sociales, ni en medios periodísticos. Sí fueron invitados por correo interno docentes de la UNDEF. "No se animaron a difundirla públicamente", aseguró a LPO un militar en actividad.

El gobierno opera a dos bandas con el imperialismo británico. Mientras refuerza la injerencia militar en el Atlántico Sur, da vía libre a las exploraciones petroleras marítimas y a las licencias pesqueras ilegales. En esta línea de acción, a finales de septiembre fue Guillermo Francos quien recibió al embajador británico, David Cairns, vicepresidente de la petrolera de origen noruego Equinor, que cuenta con licencias de exploración en la plataforma continental argentina. Luego de la reunión bilateral se conoció un comunicado en el que se explicitó que ambas partes “dialogaron sobre los ámbitos de cooperación futura, aunque no se mencionó la cuestión de las Islas Malvinas.” (Escenario Mundial 25/9)

En su alocución en la última Asamblea General de la ONU, Milei vociferó que las Malvinas “están ocupadas ilegalmente”, y denunció las actividades británicas en el Atlántico Sur, desde operaciones hidrocarburíferas hasta ejercicios militares con cazas Eurofighter Typhoony y llamó al Reino Unido a retomar las negociaciones bilaterales en sintonía con la resolución 2065 de la ONU. Pero en sus acciones concretas, el gobierno liberticida ha avanzado rápidamente el reforzamiento de la ocupación británica en el Atlántico Sur, lo que ha generado malestar dentro de los miembros de las Fuerzas Armadas.

Lejos de exponer una política consecuente por la soberanía en el Atlántico Sur, el gobierno liberticida tiene un doble interés en restablecer un diálogo fluido con el Reino Unido: lograr la incorporación de la Argentina como “socio global” de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), en un vínculo que supere la categoría de “aliado extra” que el gobierno de Carlos Menem consiguió en la década del 90, a partir de su acercamiento a Estados Unidos, y el objetivo de que se derogue el “veto británico” que existe de hecho y condiciona las inversiones para renovar el equipamiento militar de las Fuerzas Armadas, vigente desde la finalización de la guerra de las Malvinas.

Al igual que en la política interna, en el plano internacional los libertarios recurren a la polarización con el kirchnerismo. Las gestiones del secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Juan Battaleme, del equipo de Petri y la embajadora en el Reino Unido, Mariana Plaza, apuntan a “retomar un diálogo que había sido detonado por el kirchnerismo”. La diplomacia libertaria con el Reino Unido es conocida como “doctrina Plaza” que establece el acercamiento a las autoridades británicas para cooperar en diferentes áreas a cambio del abandono del reclamo por las Islas Malvinas y quedó en evidencia hace unas semanas atrás, cuando Milei se reunión con Vjsa Osmani, presidenta de Kosovo, estado no reconocido por la Argentina, ya que su independencia quebrantó el principio de integridad territorial de Serbia, el mismo que sustenta el reclamo argentino. A su vez Kosovo ha arribado a acuerdos militares con el Reino Unido que, entre otras cosas, permiten que soldados kosovares sean parte de ejercicios militares en las Islas Malvinas en la actualidad.

En las tratativas entre Argentina y EE. UU por el financiamiento al gobierno liberticida, Scott Bessent habría puesto sobre la mesa la habilitación de una base militar en Ushuaia, un punto estratégico para el control del Atlántico Sur y la Antártida, lo que requiere el aval del Reino Unido por ser la fuerza ocupante en la región. En este marco de situación las reuniones militares secretas cobran otra relevancia en el camino de convertir a las Islas Malvinas en una base militar y petrolera de la OTAN. Como ha sostenido nuestra corriente, Política Obrera, desde la guerra a la actualidad, una salida nacional a la cuestión Malvinas sólo se dará en el marco de la Unidad Socialista de América Latina, incluido Puerto Rico, y en la unión de los obreros y campesinos de nuestro continente con el proletariado internacional.

Revista EDM