Huelga general en Bélgica contra las reformas previsional y laboral

Escribe Camilo Márquez

La clase obrera belga enfrenta al gobierno, las patronales y la policía.

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La huelga de este martes fue la última de una serie de protestas durante el año contra las propuestas del gobierno para reformar las pensiones y el mercado laboral.

Convocada por las tres mayores centrales sindicales: la Federación General del Trabajo de Bélgica (FGTB-ABVV), la Confederación General de Sindicatos Liberales de Bélgica y la Confederación de Sindicatos Cristianos (ACV/CSC). Estas organizaciones reúnen 3,5 millones de trabajadores.

El gobierno belga es una coalición de cinco partidos conocida como “coalición Arizona” (los colores de cada uno reúnen los de la bandera del estado de Arizona), conducida por el primer ministro Bart De Wever, proveniente del nacionalismo flamenco (derecha). Este gobierno se formó tras las elecciones de mediados del año pasado después de siete meses de negociaciones. En síntesis apretada están presentes la derecha, el centro y la izquierda “moderada”.

Bélgica viene atravesando una intensa ola de protestas sindicales motorizadas por el descontento con las “políticas de austeridad” del gobierno. La acción sindical del pasado martes paralizó el país en la que constituye la cuarta huelga general del año. El gobierno busca elevar la edad de jubilación a 67 años, derogar la indexación automática de salarios, reducir prestaciones sociales a la vez que aumentar el gasto en defensa en un punto del PBI, lo que significa unos 4.000 millones de euros. Las centrales convocaron al paro, que incluyó el transporte, la salud y la educación. “La huelga obliga a cancelar todos los vuelos con salida de Bruselas y Charleroi” (al sur de la capital), EuropaPress.

La manifestación en la capital reunió a cerca de 140.000 personas, según ha informado el sindicato FGTB. La protesta ha dejado cerca de una veintena de detenidos tras enfrentamientos con la policía y se han producido incendios y barricadas, según señalan los medios belgas. El transporte público también se vio fuertemente afectado en Bruselas, así como en las regiones de Valonia y Flandes: “«Este gobierno prometió empleos y mayor poder adquisitivo. ¡Pura palabrería! Y una vez más, todos pagan, excepto los ricos», declaró el sindicato CSC, instando a la población a salir a las calles.

“Durante años, el punto de referencia han sido las protestas contra el gobierno de Michel en 2014, cuando poco más de cien mil personas salieron a las calles para protestar contra el aumento de la edad de jubilación a los 67 años.” La movilización actual ha superado esa convocatoria.

Un informe del FMI muestra que las finanzas públicas de Bélgica se encuentran en una situación comprometida. Se proyecta que el déficit presupuestario aumente un punto porcentual, hasta el 5,5 % del PBI, en 2025. “Ningún otro país de la eurozona presenta un déficit presupuestario mayor.” (De Tijd) “Sin ajustes, el FMI prevé que la deuda pública aumentará del 107,5 % del PIB en 2025 al 122,6 % en 2030.” (Ídem)

Los objetivos declarados de reducir el déficit contrastan violentamente con la pretensión de aumentar el gasto militar que el gobierno anuncia para cumplir con los compromisos con la OTAN: “En julio, el gobierno anunció un programa de gasto militar de 33.800 millones de euros que cubre desde 2026 hasta 2034.” (WSWS). La movilización en Bélgica es una tendencia que recorre el continente europeo, que en las últimas semanas ha visto protestas masivas en Italia, España, Francia, Inglaterra y Grecia, en combinación con las muestras de solidaridad con Palestina y el repudio al genocidio perpetrado por Israel.

Revista EDM