Tierras Raras, una disputa central en la guerra comercial y militar mundial

Escribe Daniel Blanco

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Las tierras raras son un conjunto de 17 minerales, varios de ellos imprescindibles para la denominada transición energética (baterías de vehículos eléctricos, turbinas eólicas, almacenamiento de energía, en pantallas y lámparas; en celulares y computadoras; en pinturas y motores eléctricos; en equipos de diagnósticos por imágenes y en tratamientos de caries) pero también son imprescindibles para los sistemas militares de última generación, desde radares, drones y submarinos hasta misiles guiados. También forman parte de reactores nucleares, satélites y tecnologías de inteligencia artificial. Los minerales de tierras raras también son cruciales para la producción de aviones de combate como el F-35, unos de los últimos y más avanzados aviones de combate.

La pelea por la supremacía tecnológica y en consecuencia militar depende del control de estos insumos básicos.

Contradictoriamente a la denominación de tierras raras, son un grupo de 17 metales pesados abundantes en la corteza terrestre. El Servicio Geológico de Estados Unidos estimó que en 2024 había 110 millones de toneladas de depósitos en todo el mundo. Esto incluye 44 millones en China, por lejos el mayor productor del mundo.

Se estima que en Vietnam hay 22 millones de toneladas, en Brasil 21 millones, mientras que Rusia tiene 10 millones y la India casi siete millones de toneladas. Pero la extracción de metales requiere un uso intensivo de productos químicos que generan residuos tóxicos y han provocado varios desastres ambientales. Muchos países también se muestran cautelosos a la hora de asumir los elevados costos financieros de la producción.

China

China lidera la producción mundial de tierras raras con el 70 % del total; además controla toda la cadena de valor, desde la extracción hasta su industrialización.

China también ha presentado una enorme cantidad de patentes sobre la producción de tierras raras, lo que supone un obstáculo para las empresas de otros países que esperan lanzar su procesamiento a gran escala.

Como resultado, a muchas empresas les resulta más barato enviar su mineral a China para refinarlo, lo que refuerza su posición monopólica.

De hecho, alrededor del 98 % de las tierras raras utilizadas en la Unión Europea durante 2021 se importaron de China.

Brasil

En Sudamérica, Brasil, es el más avanzado, pues cuenta con reservas declaradas, estimadas en 22 millones de toneladas y antecedentes en explotación, también con empresas explorando nuevas áreas y el gobierno generando políticas de Estado con la reformulación de un centro de investigación, dotado con importantes tecnologías, dedicado a la cuantificación, extracción, tratamiento y refinado de las Tierras Raras.

Argentina

El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) ha identificado manifestaciones y depósitos de tierras raras en al menos ocho provincias, incluyendo Salta, Jujuy, San Juan, San Luis, Córdoba y Buenos Aires, Catamarca, Río Negro.

En 2022, el SEGEMAR estimó para la Argentina recursos de tierras raras del orden de 190.000 toneladas y potenciales que superarían los 3,3 millones.

Argentina no está al nivel de gigantes como China o Brasil, pero aparece en los mapas de potenciales proveedores de tierras raras. No hay explotación industrial todavía, pero el subsuelo tiene potenciales reservas que podrían ubicar al país entre los 15 mayores proveedores del mundo, en un ranking que hoy lideran China, Vietnam, Brasil y Rusia.

Argentina-EEUU

De acuerdo al borrador de la actualización de la Estrategia de Defensa Nacional de la administración de Donald Trump --filtrado por los periodistas norteamericanos Paul McLeary y Daniel Lippman--, la orientación de la política de seguridad norteamericana tiene entre sus metas priorizar el control del "Hemisferio Occidental" en el contexto de la guerra comercial con China. EEUU pretende imponer el dominio indiviso sobre su “patio trasero”. En ese marco, Milei es, de todos los líderes de la región, el más alineado.

Bajo el gobierno de Milei se ha estrechado la relación con EEUU a niveles tales que hoy se ha impuesto una relación colonial, donde la intervención del gobierno estadounidense en el marco del llamado “salvataje” de Argentina, ha pasado a imponer condiciones de opresión nunca antes vista en la historia nacional.

La agenda de la relación bilateral entre ambos gobiernos puede dar una pista: la visita, a principio de abril de 2024, de la exgenerala Laura Richardson a la Base Naval de Ushuaia. En ese momento trascendió el interés norteamericano en instalar en la zona una base militar propia, lo que fue confirmado un año después por el almirante Alvin Holsey, sucesor de Richardson, quien destaco que EEUU pretende crear allí una base de aprovisionamiento para sus submarinos nucleares.

En ese marco, se desechó un proyecto destinado a construir un puerto multipropósito en Ushuaia, para lo cual se había firmado un memorándum de entendimiento entre el gobernador fueguino Gustavo Melella y la empresa china Shaanxi Chemical Industry Group, la cual proponía una inversión de 1250 millones de dólares.

Luego en agosto de 2024, el gobierno argentino firmó el Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación en "Minerales Críticos", apuntando a impulsar inversiones y proyectos conjuntos en litio, cobre y otros minerales considerados esenciales para la transición energética y la industria tecnológica. El litio no es el único mineral codiciado para el desarrollo de nuevas tecnologías y la gama es muy amplia: va desde los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, etc), al escandio y el itrio, entre otros.

Posteriormente se produjo la incorporación de Argentina al programa First de desarrollo nuclear norteamericano.

El interés yanki es evidente: contrarrestar la supuesta "injerencia China" en territorio argentino.

China y Argentina

En el terreno de los minerales críticos, China es uno de los principales operadores e importadores. En el litio, tres de los seis proyectos activos en el país cuentan con capitales chinos. Según el Centro de Comercio Internacional, en 2024 China importó el 70,4 % del carbonato de litio argentino, mientras que Estados Unidos recibió solo el 12,9 %. Su presencia también se extiende a la minería en general: en Veladero, la mayor mina exportadora del país, la empresa china Shandong Gold Group posee el 50 % del control, antes en manos de Barrick Gold.

Una de las empresas chinas más presentes en la provincia es Gangfeng Lithium: lleva adelante cuatro proyectos mineros y, sumado a otra iniciativa desarrollada en Jujuy, invierte un total de 2.700 millones de dólares, según se informó en 2023.

Otro ejemplo en la provincia de Jujuy es Tsingshan Mining Development S.A, la cual firmó un acuerdo en 2023 para el desarrollo de carbonato de litio que implicaba una inversión de 120 millones de dólares. Lo mismo ocurrió en Catamarca por parte de la empresa Zijin Mining Group Ltd, que anunció inversiones de 380 millones de dólares en 2022.

El problema es que China llegó antes. Varias empresas participaron de misiones geológicas en el NOA y ofrecieron "cooperación tecnológica" para plantas de separación. Estados Unidos, por su parte, no quiere repetir en tierras raras lo que le pasó con el litio: observar desde la tribuna mientras China se instalaba en el triángulo andino.

China, el árbitro del tablero global y la guerra comercial

China concentra cerca del 60 % de la producción mundial de tierras raras, pero refina casi el 90 %, por lo tanto, requiere importar recursos de otros países lo que la convierte en una potencia monopólica que maneja las llaves del suministro global.

Ese poder no es abstracto: China ya lo utilizó como herramienta de presión en disputas con Japón en 2010 y con Estados Unidos en 2019, y más recientemente al limitar la exportación de galio y germanio, esenciales para la industria de semiconductores.

La especulación vinculada a la limitación de la exportación de tecnologías esenciales para la fabricación de chips por parte de China pasó a ser realidad el 21 de diciembre de 2023, cuando el Ministerio de Comercio del país asiático anunció la suspensión de exportaciones de tecnologías necesarias para el procesamiento de tierras raras (Forbes, 2023).

Ante este escenario, Washington considera la dependencia de China como un riesgo para la seguridad nacional.

Ya en 2020, Donald Trump declaró emergencia nacional por este tema y habilitó financiamiento federal para proyectos mineros domésticos. El Departamento de Defensa ha invertido cientos de millones de dólares en empresas como MP Materials y Lynas USA, con el objetivo de crear una cadena de suministro propia.

Pero no solo Estados Unidos se mueve en esta dirección. Australia, Canadá y Brasil buscan también fortalecer sus capacidades, mientras que la Unión Europea discute estrategias para reducir la dependencia que en 2021 alcanzaba al 98 % de importaciones chinas.

EEUU-China: la guerra comercial al rojo vivo

Hace dos semanas, el Ministerio de Comercio de China publicó un documento denominado "Anuncio N.º 62 de 2025".

Pero no se trataba de una simple misiva burocrática. El anuncio detallaba nuevas y drásticas restricciones a las exportaciones de tierras raras, una medida que refuerza el control chino sobre el suministro global de estos minerales críticos.

Bajo las nuevas normas, las empresas extranjeras ahora necesitan la aprobación del gobierno chino para exportar productos que contengan incluso una pequeña cantidad de tierras raras y deben declarar su uso previsto.

El cambio no es menor: cualquier producto fabricado fuera del país que contenga apenas un 0,1 % de materiales de origen chino necesitará licencia para ser exportado. Es la respuesta más ambiciosa de China en un terreno que lleva años utilizando como palanca económica y política.

El Ministerio de Comercio de China dispuso que el holmio, erbio, tulio, europio e iterbio, junto con materiales derivados y equipos de procesamiento relacionados se incorporen a la lista de sustancias sujetas a licencia estatal previa a su exportación. La nueva normativa obliga a que los exportadores gestionen permisos específicos, lo que establece un mayor control estatal sobre la cadena de suministro internacional de tierras raras.

Con las nuevas disposiciones del Ministerio de Comercio, Pekín introduce por primera vez un control extraterritorial sobre los minerales estratégicos. No solo regula lo que sale de su territorio, también lo que otros países producen con materiales o tecnologías de origen chino. El país podrá decidir qué se exporta, a quién y con qué fines, bajo criterios de seguridad nacional. Las solicitudes con destino militar quedarán, en principio, denegadas, mientras que las relacionadas con semiconductores o inteligencia artificial serán examinadas caso por caso.

No solo eso. Una segunda norma de control va un paso más allá: no se limita a los materiales, sino que protege el conocimiento técnico que los hace posibles. El país asiático prohíbe transferir sin permiso sus tecnologías de extracción, refinado, metalurgia o fabricación de imanes, así como cualquier tipo de asistencia técnica vinculada a ellas. La definición de “exportar” es amplia e incluye actividades como la consultoría, la formación o la colaboración en proyectos de investigación. Con esta medida, Pekín blinda su experiencia industrial y restringe la difusión de su saber hacer fuera de sus fronteras.

En el mismo comunicado, el organismo detalló que también se añadieron decenas de equipos utilizados para el procesamiento de tierras raras.

De acuerdo con The Guardian, el Ejecutivo chino justificó este endurecimiento por razones de “seguridad nacional” y explicó que responde a la detección de transferencias de tecnología vinculada a tierras raras de procedencia china, así como a la exportación, directa o indirecta, utilizada por fuerzas militares extranjeras.

Por eso, cuando Xi Jinping anunció que iba a restringir las exportaciones de tierras raras, Donald Trump lo tomó como una declaración de guerra y anunció un nuevo arancel del 100 % a las importaciones del gigante asiático y amenazó con cancelar la cumbre prevista con su par chino. El gobierno de China anunció la inclusión de nuevos elementos en su régimen de control de exportaciones, profundizando las restricciones sobre materiales estratégicos esenciales para la producción global de dispositivos electrónicos y aplicaciones militares.

Poco después, China afirmó que Estados Unidos había "provocado deliberadamente malentendidos y pánicos innecesarios" por las restricciones a las tierras raras.

"Siempre que las solicitudes de licencia de exportación cumplan con los requisitos y estén destinadas al uso civil, serán aprobadas", añadió un portavoz del Ministerio de Comercio de China.

En paralelo, EEUU y China se impusieron mutuamente nuevas tasas portuarias a sus buques. Los nuevos controles de China seguramente "sorprenderán al sistema", ya que apuntan a vulnerabilidades en las cadenas de suministro estadounidenses, afirmó Naoise McDonagh, profesora de negocios internacionales de la Universidad Edith Cowan de Australia.

En contrapartida, el gobierno holandés tomó el control de la compañía chipera Nexperia, de capital chino, motivado por temor al traslado de tecnología sensible a China. El caso añade presión a un contexto ya dominado por las tensiones tecnológicas y de seguridad.

Por su lado, EEUU ha puesto el foco en la necesidad china de semiconductores de alta gama bloqueando la compra de los chips más avanzados de Nvidia.

Alternativas

A finales de este mes, está programada una reunión cumbre entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping. Trump acaba de romper las negociaciones arancelarias con Canadá. Aun es incierta que se concrete la cumbre de fin de mes. En caso de concretarse, China hará pesar su posición monopólica y la dependencia de EEUU de los materiales de tierras raras para negociar frente a los aranceles estadounidenses.

Este rebrote de la guerra comercial es un episodio que, más allá de que se pueda llegar a una nueva tregua, como ocurrió en abril pasado, va a tender a reabrirse con nuevas acciones y medidas de confrontación económica, comercial y también militar.

América Latina y Argentina están envueltas en este escenario de crisis y desarrollo de la guerra imperialista mundial.

LEER MÁS:

Los recursos mineros y la guerra imperialista Por Daniel Blanco, 14/10/2025.

Revista EDM