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Hay una declaración de guerra contra el pueblo trabajador desde el gobierno y desde las grandes cámaras empresariales. Desde el Fa y la dirección del PITCNT, se dice que el gobierno viene arrollando con los derechos de los trabajadores el pueblo.
Han señalado el carácter reaccionario de la LUC e inconstitucional, aunque van a votar algunos de sus artículos en ella, señalan además las emergencias económicas en el pueblo.
Dicen que la “emergencia es la gente”, o que el “pueblo no debe pagar la crisis”, pero el pueblo trabajador viene pagando la crisis hace rato. No hay más que ver los 275. 000 trabajadores que están siendo sostenidos por los fondos del BPS, no por las empresas, sino por el aporte mayoritario a esos fondos de los trabajadores. Sea por seguros de desempleo con 200.000 y 75000 por ser grupos de riesgo frente al covid 19 y estar certificados por ASSE.Se prevé que 100000 de esos trabajadores ya en julio no vuelvan a su trabajo por cierres de empresas o por reducción de personal. Ejemplo de esto, son los 2000 trabajadores de Caputto, y sus derivaciones en la industria del empaque, PAMER, y transporte. Estamos hablando de 60% de las exportaciones citrícolas del país. Otra en ciernes, es la situación de los 600 trabajadores del Frigorífico Canelones, que están finalizando su seguro de paro y la empresa no da noticia sobre el reinicio de la actividad, Este cuadro estaría significando un golpe sobre la vida del pueblo de Salto y Canelones, respectivamente. Sin dejar de señalar por supuesto que estas no son situaciones aisladas sino es la tendencia en toda la industria capitalista. Además, y así fue denunciado por el delegado de la Federación de trabajadores de la industria láctea, en la mesa representativa del PIT.CNT, las empresas están utilizando los envíos al seguro de paro para desembarazarse adentro de las plantas de los delegados sindicales.
La mayoría de los convenios colectivos, públicos y privados calculados a inflación futura, han legitimado la caída del poder de compra de los salarios, ya que la inflación, vía tarifazo, devaluación y aumento de los precios, trepó rápidamente por encima de lo previsto situándose en valores generales del 11 %, y en particular en valores alarmantes de la canasta básica de alimentos y de higiene (pandemia mediante) que treparon hasta 16%.
Es decir que está claro que los trabajadores están pagando la crisis hace rato, para mantener la renta de ganancia del capitalista.
En la última mesa representativa del PITCNT hubo dos caracterizaciones claras de como moverse frente la crisis capitalista y el gobierno de Lacalle y la coalición de derechas.
Una que plantea un “diálogo social con el gobierno” para entregar parte de las conquistas de la clase obrera bajo el justificativo de la crisis económica. Es decir, concebir la posibilidad de la continuidad del trabajo según las exigencias de la crisis capitalista. Trabajo, pero precarizando los contratos laborales y el salario, es decir que la crisis la siga pagando el pueblo trabajador y sostener el funcionamiento del capital, una renovada versión de las entregas de los derechos de los trabajadores como en el 90 o en el 2002.
Esto se expresa en los esfuerzos denodados de F. Pereira presidente del PITCNT, como es el caso de sus conversaciones con Di Candia, puenteando a ADEOM, para generar “puestos de trabajo” chatarras con salarios que no permiten cubrir ninguna necesidad básica de una familia obrera y a término mientras hay 600 obreras para entrar legítimamente por concurso a tareas permanente e imprescindibles.
La otra alternativa fue presentada por ADEOM ya en la anterior mesa representativa, un mes antes casi, que esta M.R del 27.
Adeom planteó un programa obrero y popular, para que los capitalistas y el gobierno paguen la crisis. Es decir, tocar “la perilla del capital”, que en el tablero comando del gobierno de la coalición de derechas y de la coalición progresista, no quieren tocar. El FA no lo hizo antes con 15 años de gobierno y con regalías históricas al capital (como UPM), a los bancos, a los Fernández de FRIPUR, etc., y en este período, tampoco lo harán. No figura en sus manuales, hay un pacto entre derecha y progresismo, de no tocar al capital.
Un programa de ningún despido, que se mantengan las plantillas de trabajadores anteriores a la pandemia, defensa del salario con ajustes acordes a la inflación, que el enfrentamiento a la pandemia se concrete en una centralización de todos los recursos sanitarios bajo el estado y las organizaciones sindicales de los trabajadores de la salud y de la ciencias, que se grave al gran capital para fortalecer el combate a la miseria y a al covid19. No fue considerado por las corrientes mayoritarias alineadas con el FA en la mesa representativa del PITCNT . Se deliberó sobre el alcance de la medida, que obviamente estaba subordinada a la caracterización de quien paga la crisis.
Obvio que nadie vino con un mandato de base, a pesar que la dirección sindical invoca el estatuto para poner un mes de deliberación para votar un paro general.
La mesa representativa votó este paro del 4 de junio de 9 a 13 horas con concentración y nada más. El paro de 24 horas que estaba, desde hace un mes atrás en debate, e impulsado por ADEOM y otros sindicatos, quedó para evaluarse si hay condiciones el 10 de julio, es decir convalidar por la vía de los hechos que la LUC siga avanzando, que los despidos sigan avanzando, que la rebaja salarial siga avanzando y que la “normalización” que expone a la pandemia a los trabajadores y al pueblo, por la necesidad de salir a ganarse el pan, siga avanzando.
El único sindicato que voto el paro de 24 horas para este 4 de junio fue ADEOM, y lo formuló con concentración y movilización parando de 10 a 10 horas, intentando viabilizar que la movilización de FUCVAM a la 18 y 30 h. estuviera rodeada por un paro general y nacional. El delegado de ADEOM (quien escribe) dijo que era un paro de carácter electorero, para denunciar al gobierno, pero no para parar las consecuencias de su política contra los trabajadores, sino para capitalizarlo electoralmente poniendo a los trabajadores ante dos alternativas de defensa del capitalismo y de su crisis.
Denunció también que hay dirigentes de sindicatos que votan paros parciales, pero luego no los impulsan. La enseñanza, el transporte, la banca, es decir no hay ningún efecto sobre paralizar el país y demostrar quien posee el poder en nuestra economía.
Buscan una “mesa de diálogo” con el gobierno, no conquistar las reivindicaciones.
La “coordinación de los 8” no acompañó la propuesta de votar el paro de 24 horas, “En Lucha” mucho menos ya que en la intervención de sus dirigentes se alinearon con la posición oficial.
El grupo de los 8 o “coordinación de sindicatos”, intentó a través de una moción de que quedara votado en la sesión del 27, el paro de 24 horas y el 10/7 solo se le pusiera fecha, moción que naufragó, por el voto de las corrientes frenteamplistas que dirigen, F.Pereira, M.Abdala y En Lucha. Quedando claro las intenciones del oficialismo de dilatar un paro general y todo plan de lucha consecuente para imponer a las patronales y al gobierno un programa frente a la crisis capitalista y la pandemia.
En este marco de regimentación de la lucha obrera es que el FA sale a apoyar la movilización del 4 de junio
Pero es obvio que la crisis abierta no se cierra con intenciones “de dialogo social” y acuerdo con el gobierno bajo “el lema lo urgente es la gente” como lema de campaña.
Si lo urgente es la gente, hay que defender hoy con la lucha esas urgencias, y observar que no hay varias posibilidades, o la crisis la pagan los capitalistas o la pagamos nosotros. Esto lo puso en evidencia en la conferencia de la Intersocial el secretario general de FUCVAM G. González cuando dijo “la crisis la deben pagar los capitalistas”.
Hay que constituir un reagrupamiento obrero, clasista y popular en los barrios, en las fábricas en los las organizaciones de lucha de los trabajadores bajo la consigna que la crisis la paguen los capitalistas, ajustemos a nuestros ajustadores.
Artículo publicado en periódico Partido de los Trabajadores (Uruguay)