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Las conclusiones de Gabriel Oddone, ministro de Economía y Finanzas del gobierno frenteamplista de Uruguay, luego de las elecciones en Argentina, resultan muy oportunas para ordenar el cuadro de situación actual en este país.
El ministro Oddone ponderó el triunfo del oficialismo en la vecina orilla: el jerarca consideró que el respaldo electoral al mandatario liberticida abre para Uruguay “un escenario muy diferente al que uno habría podido imaginarse en caso de que no hubiera sido así”. Agregó que “confirma una continuidad de las políticas económicas” (en Argentina), lo que permitirá reducir la incertidumbre cambiaria y mejorar las condiciones de previsibilidad en la región (Montevideo Portal). Para rematar esta reivindicación, el ministro vaticinó una “menor volatilidad de mercado” y “la continuidad del plan desinflacionario” oriental. Como Milei fue rescatado del colapso financiero por una intervención extraordinaria del gobierno de los Estados Unidos, el comentario de Odonne es un juicio muy positivo acerca de la maniobra financiera de Scott Bessent.
Oddone, hombre de confianza de los organismos de crédito, está íntimamente vinculado al capital financiero. Integró, hasta el momento de asumir como ministro del gobierno de Yamandú Orsi, la firma CPA Ferrere, la principal consultora económica del Uruguay, que integra la red Ernst & Young, una de las “cuatro grandes” del mundo en el campo de la asesoría económica a multinacionales y gobiernos. Los vasos comunicantes abundan a uno y otro lado del Río de la Plata.
El nacionalista Sebastián Da Silva, un legislador del ala derecha del partido Blanco, coincidió en la evaluación con Oddone y sostuvo que “le da a este rinconcito del mundo cierta estabilidad tener a Argentina firme, con políticas reformistas”.
El conjunto del espectro político uruguayo, en definitiva, ve con buenos ojos la victoria de Milei. El izquierdista Frente Amplio se incorpora al ángulo de esa mayoría, que saluda ese resultado por el efecto positivo sobre los mercados de cambios. Mayor hipocresía no se consigue, porque Milei no se distingue por sus doctrinas cambiarias, sino por los golpes sociales y políticos que asesta a la clase obrera. La sobrevaluación del peso argentino sólo puede ser sostenida a lo largo del tiempo por medio de una política de deflación salarial y una tasa de explotación extraordinaria de la fuerza de trabajo. El ministro de Yamandú Orsi saluda esta política social, porque colabora con el aumento de la tasa de explotación de los trabajadores uruguayos. Estos izquierdistas de salón entrelazan sus manos con Bessent y Trump. En cuanto a la ´estabilidad regional´ del mercado cambiario, Oddone opina porque es gratis: decir lo que dice, en medio de una guerra arancelaria sin precedentes y un manejo confrontativo de la tasa de interés, raya en la desmesura. El éxito de los especuladores, como Oddone, es favorecido cuando los mercados financieros se desequilibran (preferencia por el riesgo). El Frente Amplio es el ala derecha de la izquierda proimperialista internacional.
Según Oddone, el gobierno de Yamandú Orsi proyecta “un escenario de estabilidad de precios relativos en el cual Argentina no se va a abaratar de manera dramática como observamos en 2022-2023”. Espera también “una buena afluencia de turistas argentinos por la paridad de precios”, o sea, la fuga de dólares de Argentina. Toda esta cháchara pseudoeconómica no pretende otra cosa que pintar de blanco a la ultraderecha internacional que acoge a Milei.
El Frente Amplio, que ha orbitado alrededor del peronismo, pone de manifiesto la orfandad política y el callejón en que se encuentran los nacionales y populares en ambas orillas del charco. Los cumplidos de Oddone demuestran que, en Argentina, el FA apostó al Violeta, al igual que los blancos y colorados de Uruguay y, especialmente, el expresidente Julio María Sanguinetti. En todos los frentes de izquierda del planeta anida un potencial Frente Amplio de Uruguay, en algunos casos ya en estado de completa maduración.
El Frente Amplio ya ha dado pruebas de mileísmo al promover, unos, el aumento de la edad de retiro y, otros, en sabotear la movilización para hacerla naufragar. El nombramiento anticipado de Oddone durante esa campaña apuntó a aplacar a ´los mercados´, ratificando el compromiso del FA con el capital financiero. No sorprende, por lo tanto, esta ´buena onda´ con Milei.
