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La Asamblea General de la ADIUNT del pasado jueves resolvió realizar un nuevo paro de 24 horas el próximo 11 de junio, exigiendo la inmediata apertura de la paritaria salarial universitaria y que las autoridades de la UNT den soluciones a un conjunto de reclamos planteados.
Desde el comienzo de la pandemia, ADIUNT reclamó que se convoque a la paritaria local para discutir las condiciones laborales mientras dure la cuarentena. La UNT se negó a hacerlo durante prácticamente 50 días, con el objetivo de operar de facto un cambio en las condiciones laborales, descargando todo el peso de la ´virtualización´ sobre las espaldas de los docentes y de los miles de estudiantes que no podían seguir los cursados.
A mediados de mayo, como producto de la lucha gremial, la UNT tuvo que convocar a la paritaria, sin por ello abandonar su objetivo de dilatar las soluciones y seguir operando unilateralmente. Esto se vio claramente expresado con el levantamiento intempestivo de la segunda reunión paritaria y la suspensión -en principio, sin fecha- de la reunión prevista para el 2 de junio.
Un día después de la numerosa y combativa asamblea del jueves 4, la UNT convocó nuevamente a la paritaria para el martes 9.
A la primera reunión paritaria, ADIUNT llevó un conjunto de planteos de defensa de los derechos docentes en el cuadro de la virtualidad: dispensas laborales, suplencias pagas, respeto a las cargas horarias y aumento de dedicación en los casos en que sea necesario; pago de retroactivos, compensación de gastos extras, regularización de los interinos, etc. También reclamamos la normalización de la Obra Social universitaria que, bajo la dirección del rectorado, ha abandonado a los afiliados a su suerte en medio de la peor crisis sanitaria de la que se tenga memoria, y la aprobación inmediata de un proyecto de licencia especial para docentes víctimas de violencia de género, que había sido presentado en marzo.
Salvo el reconocimiento, sin acta mediante, de las dispensas laborales y de los recesos laborales de julio y enero, la UNT no resolvió ninguno de los problemas planteados. En la línea de dilatar, tampoco aceptó la propuesta de reuniones semanales que le formulamos desde ADIUNT.
En la actual etapa de la cuarentena, las autoridades de la UNT buscan avanzar con las evaluaciones virtuales como única receta ante la creciente impaciencia estudiantil y el temor a la pérdida del año. En 75 días, ni el gobierno nacional ni la UNT han tomado alguna medida en serio para garantizar que los miles de estudiantes que tienen dificultades para seguir con el cursado (conectividad, habitacionales, alimentarias, sanitarias, etc.) puedan hacerlo.
Las camarillas universitarias, de conjunto, pretenden aprovechar la pandemia para bajar la histórica cantidad de alumnos de las universidades públicas.
En el caso de la UNT, se pretende avanzar con las evaluaciones sin consultar con la docencia (que no tiene una posición uniforme sobre este tema). La Asamblea de ADIUNT votó rechazar las presiones y aprietes que se están ejerciendo en este sentido en diversas facultades y escuelas.
Los sectores alineados con la conducción de Conadu Histórica votaron en contra del nuevo paro. Sin embargo, el gobierno nacional acaba de levantar la paritaria para discutir condiciones de trabajo en la cuarentena (70 días después de iniciada) y tampoco ha dado señales de que vaya a convocar a la paritaria salarial, como lo pide la mesa ejecutiva de la federación. El salario de los docentes universitarios está en completo defol.
El gobierno apuesta a un acuerdo de deuda que va a significar mayores ajustes sobre la universidad y que va agravar toda la crisis (precarización, deserción, etc.) El paro de ADIUNT marca un camino para salir de la pasividad. Es hora de que CONADU Histórica convoque a un Congreso “virtual” y vote un plan de lucha.