Desafiando a la lluvia y a los fachos, marchamos contra el genocidio palestino

A pesar de la copiosa lluvia que cubrió toda la tarde del sábado 29, una importante movilización tuvo lugar en Buenos Aires como parte de la jornada internacional de solidaridad con el pueblo palestino. Participaron organizaciones políticas y de derechos humanos junto a representantes de la comunidad árabe en Argentina. Política Obrera se hizo presente con una columna de compañeros.

La marcha que partió de Congreso debió tropezar a su paso con un gigantesco dispositivo represivo. El recorrido tradicional por Avenida de Mayo nos fue impedido: la policía impuso que no pasáramos por la embajada de Israel, la cual estuvo literalmente cercada por varias cuadras de infantería. Finalmente, logramos llegar a la Plaza por Diagonal Norte.

En Plaza de Mayo se leyeron documentos del Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino y del Encuentro Memoria Verdad y Justicia. También habló Tilda Rabi, representante de la comunidad palestina en Buenos Aires. Un joven palestino gazatí denunció enérgicamente al “acuerdo de paz” liderado por Trump, poniendo particular énfasis en la complicidad de los gobiernos árabes de la región con la masacre y su continuidad, enmascarada hoy bajo el supuesto “acuerdo” impuesto por el imperialismo.

En el mismo horario de la marcha, estaba anunciada la concentración de una asociación de “pañuelos negros”, un lobby por la libertad de los genocidas. En la plaza no se los vio. Se supo más tarde que se refugiaron en la Catedral, algunos minutos antes que ingresara la columna de solidaridad con Palestina. En alusión a los fachos de los pañuelos negros, los organizadores de la marcha repartieron pañuelos blancos a todos los presentes, en homenaje a las Madres de Plaza de Mayo. “La Plaza es de las Madres, y no de los cobardes”, se cantó al final, en referencia a los fascistas escondidos. La marcha, de ese modo, unió el repudio al genocidio videliano con la lucha contra el genocidio de hoy -el que tiene lugar en Gaza-.

En todo el mundo

La movilización de Buenos Aires fue parte de una jornada mundial de lucha. En París, unas 50.000 personas marcharon al grito de “Gaza, Gaza, París está contigo”. Los organizadores denunciaron al “alto el fuego” como “una cortina de humo”, al tiempo que denunciaron que “la violencia de los colonos sionistas "ha alcanzado niveles sin precedentes". En Roma, otra marcha masiva encabezada por la activista Greta Thunberg denunció la militarización del propio estado italiano, por parte de la derechista Meloni. En Madrid y Barcelona también se vivieron jornadas masivas, bajo la consigna de “El genocidio continúa”. En América Latina, se marchó en México, en Montevideo, en Bogotá, San Pablo y Santiago de Chile, entre otras ciudades.

La movilización de Buenos Aires destacó la tenacidad de los convocantes y participantes. Y al mismo tiempo, la brutal complicidad de los partidos del régimen -comenzando por el peronismo-. Apenas se hicieron presentes algunos diputados. Mientras la burocracia sindical argentina calla ominosamente, los sindicatos combativos de Italia volvieron a gestar una huelga general en solidaridad con la lucha palestina. Es necesario tomar ese derrotero y redoblar una campaña en los sindicatos y facultades, por huelgas, actos, piquetes y marchas por el fin del genocidio palestino, y por la derrota definitiva del imperialismo y el sionismo.

Imágenes similares se observaron en varias ciudades españolas, con Madrid y Barcelona a la cabeza. Tanto en la capital española como en la urbe catalana, la marcha ciudadana exigió al Gobierno de Pedro Sánchez el embargo de armas y la ruptura de relaciones con Israel porque "el genocidio continúa".

Esta valiosa marcha debe ser un peldaño para construir una gran movilización por Palestina. Los partidos de la burguesía argentina se han entregado completamente al sionismo y nuevamente le dieron la espalda a esta lucha. La iniciativa debe partir de abajo. El gobierno argentino, de la mano de Milei, se ha convertido en un pivote del sionismo y del imperialismo en América Latina. Impulsemos actos, paros y manifestaciones contra el genocidio palestino.