Una justicia que llega tarde y a medias

Escribe Sara Daneri - Jubilados Clasistas

Procesaron al policía que agredió a la jubilada Beatriz Blanco.

Tiempo de lectura: 2 minutos

La represión contra los jubilados frente al Congreso se ha convertido en una rutina dolorosa. Las fuerzas de seguridad despliegan vallas, hidrantes y gases para intentar acallar las voces de quienes reclamamos por nuestros derechos.

El pasado 17 de diciembre no fue la excepción: detrás de las barreras, la Policía de la Ciudad descargó agua y gas sobre los manifestantes, buscando dispersar y amedrentar. Sin embargo, los adultos mayores seguimos firmes en la decisión de sostener la protesta.

La justicia, lejos de acompañar de manera plena el ejercicio del derecho constitucional a la protesta, suele validar los retrocesos. Así ocurrió también con la fórmula de movilidad jubilatoria impuesta por Macri, con el veto presidencial al aumento de haberes y a la moratoria con el aval cómplice del Congreso.

Pero aun en medio de esos reveses, la lucha persiste y, a veces, aunque sea de manera parcial, la justicia se pronuncia.

El jueves 18 de diciembre, la jueza Servini de Cubría procesó al policía Nicolás Emanuel Céspedes por haber golpeado con un bastonazo en la cabeza a Beatriz Blanco, jubilada de 82 años, durante una de las marchas en marzo pasado, es decir nueve meses después. El ataque le provocó a Beatriz un trauma craneoencefálico y una herida cortante, prueba de la violencia desmedida del golpe.

El procesamiento fue por lesiones leves agravadas por abuso de función, con un embargo de 40 millones de pesos. El argumento del policía, que dijo haber sido agredido por la jubilada, no logró justificar semejante brutalidad, menos aún viniendo de un agente del Estado.

Este grave hecho contra la jubilada ocurrió el mismo día, 12 de marzo de este año, en que el fotorreportero Pablo Grillo fue brutalmente herido por un proyectil de gas lanzado de manera horizontal y disparado por el gendarme Héctor Guerrero. Tras múltiples intervenciones médicas, Pablo continúa en recuperación

Estos episodios se suman a otros en los que manifestantes han perdido un ojo, sufrido fracturas y diversas contusiones de cuidado. La represión no distingue edades ni profesiones: apunta a cualquiera que se atreva a reclamar o documentar.

Hoy Céspedes está procesado. Hoy las tácticas represivas cambian, pero la violencia persiste, buscando generar refriegas, sembrar miedo y desalentar la participación. No debemos permitir que diluyan esta lucha ni que nos intimiden. No debemos abandonar nuestros reclamos.

Es claro que la decisión de este gobierno liberticida, al igual que la del jefe de gobierno porteño, es diluir y ocultar toda acción que implique reclamar por los derechos previsionales entre otros, y aunque a veces la justicia se ponga del lado de los jubilados, nunca lo hace en relación con los derechos que se conculcan.

Nuestra protesta no es solo por las jubilaciones actuales. Es también por el derecho de los trabajadores de hoy a jubilarse mañana, y por la memoria de quienes lucharon antes para conquistar mejores condiciones de vida.

¡Somos quienes realmente producimos y producen riqueza para nuestro país!

¡Abajo el plan motosierra! ¡Abajo la represión! ¡Abajo la reforma laboral y previsional! ¡Sigamos en las calles defendiendo nuestros derechos, con fuerza y convicción!

Revista EDM