Santa Fe: la caravana “multisectorial”

Escribe Agustín Fernández

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Este 9 de julio se llevaron adelante caravanas convocadas por la “Multisectorial por la Soberanía y el Trabajo” que aglutina a una serie de agrupaciones y organizaciones políticas y sindicales filo kirchneristas. Tanto en Rosario como en Reconquista, hubo una considerable afluencia.

“Salimos a reclamar en contra de los empresarios que viven del Estado hace mucho tiempo, son ‘planeros vip'”, señaló Yofra, de la Federación Aceitera. Hace referencia, otra vez, a los millones de dólares otorgados por parte del Banco Nación a Vicentin. Dejó de lado el planteo de la expropiación y volvió a apoyar la gestión del gobernador Perrotti ante el juzgado del concurso, para impulsar una intervención estatal del holding. Otro dirigente, Marco Pozzi, del sindicato de aceiteros reclamó “acompañar la intervención, que permitiría al Estado tener una empresa testigo para fijar los precios de la canasta básica de alimentos”. El aniversario del 9 de Julio fue la fecha propicia para defender lo que se llama “soberanía alimentaria”. El rescate de Vicentin y la asunción de la deuda que deja, de 1.500 millones de dólares, se proyecta como una estatización parcial del comercio exterior de la agro-industria.

Más allá de los avatares que tendría la estatización de la cuarta firma exportadora de granos, aceites y harinas, en la competencia internacional, no hay nada que asegure la conservación de los empleos ni los salarios, como se advierte en los despidos masivos que proyecta YPF y la reducción de las jubilaciones al 80% de los pensionados. De otro lado, saltan a la vista las contradicciones de este estatismo, cuando el gobierno se apresta a cerrar la negociación de la deuda en los términos que plantean los fondos internacionales. Las direcciones sindicales que impulsaron la caravana enfrentan ahora un impasse político, porque de un lado reivindican la estatización de un pulpo capitalista, mientras que del otro lado apoyan a un gobierno que se adapta a las presiones de esos mismos pulpos. Ahora mismo, el Vicentin Group rechaza la convocatoria a paritarias en varias de sus empresas, y en otras mantiene una situación laboral incierta. Los sindicatos deberían poner en el tope de la agenda estos problemas, en lugar de condicionarlos al resultado que depare la intervención del estado en el concurso.

El día de la Independencia fue cruzado, en Santa Fe, por el ‘banderazo’, de un lado, y la manifestación soberana del otro. Es una delimitación de campos en disputa, pero las fronteras que separan a una de la otra no son definitivas. Los líderes del caravanazo saben que se marcha a una solución controvertida ‘amigable’ o de compromiso, en la que tiene un interés también una parte considerable del ‘banderazo’. Recién entonces la crisis de los pulpos exportadores dejará a la vista el antagonismo entre las grandes patronales y el estado, de una parte, y los trabajadores, de la otra.

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