La confesión de Mario Ishii

Escriben Cata Sarmiento y Pablo González

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En las últimas horas se dio a conocer un video donde se ve al intendente de José C. Paz, Mario Ishii, decirles a los choferes de las ambulancias del distrito: “Yo los tengo que cubrir cuando están vendiendo falopa con las ambulancias”.

Estas palabras se dan en el contexto de una discusión que mantiene con los trabajadores, por las condiciones laborales en el municipio. Cumplen jornadas extenuantes de trabajo de doce horas, de lunes a lunes, sin francos. El encuentro se inició porque un grupo de empleados interrumpieron la salida de dos ambulancias desde el hospital. “La ambulancia debe andar de lunes a lunes”, fue la respuesta de Ishii. Y agregó: “Yo quiero laburar con los que quieren laburar y que tengan ganas de laburar. Los que no quieren laburar, muchachos, tienen libertad de acción. Porque cuando se cagan de hambre y me vienen a pedir laburo, yo se los doy. Cuando se mandan una cagada que me venden falopa, yo los tengo que cubrir… cubrir o… no los rajé todavía… Cuando me estaban vendiendo falopa con las ambulancias. Entonces, muchachos, ojo al pancho que los tengo a todos anotados para rajar”. Ishi rechazó reducir la jornada de 12 horas y la contratación de más personal.

La “confesión” del intendente no es tal, es una extorsión, pues denuncia a los trabajadores como narcotraficantes. Con una breve alternancia, Ishii y su camarilla dirigen el municipio desde 1999. El resultado es uno de los distritos con mayores niveles de pobreza y miseria social de la provincia. Reflejo de ello es la cantidad de casos de COVID-19 que se han presentado en los barrios producto del hacinamiento y la falta de servicios esenciales como el agua potable. Casi la mitad de la población sobrevive gracias a la asistencia social. En ese cuadro, se inscribe el “narcomenudeo” o el “pequeño delito”, que Ishi dice proteger. Esta situación social prolifera el negocio del narcotráfico.

Los “barones del conurbano” se han apartado del escándalo, pero la situación de José C. Paz refleja, si bien en grado extremo, una realidad común a todos los municipios del conurbano.

Un régimen en descomposición

Ya hace unas semanas el intendente fue noticia nacional por sus declaraciones para el diario Perfil, en las que planteó que la policía estaba “desbordada” frente al incremento de la delincuencia y pidió la intervención de la Policía Federal.

Las palabras del intendente demuestran que el encubrimiento del crimen organizado empieza por el estado y que el problema no se resuelve con más policías. Este escándalo pone en evidencia la necesidad urgente de la organización de los vecinos y trabajadores de la salud, estableciendo en asambleas barriales y en los lugares de trabajo una agenda de reivindicaciones, incluido el control de la policía por parte de los vecinos y las organizaciones barriales, con poder de revocatoria.

Es necesaria la investigación a fondo de las redes del narcotráfico en el distrito, donde el primer encubridor es el intendente.

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