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Los casos de covid-19 en La Matanza, el partido más poblado de la Provincia de Buenos Aires, alcanzaron un nuevo récord de 653 casos por día. El total de casos positivos en el distrito alcanzar 17.388 personas y las personas fallecidas por coronavirus asciende a 242. El distrito suma el 14,2 % de infectados del total provincial.
No es de extrañar que esto suceda, en el contexto más general de la “convivencia con el virus” planteada por Alberto Fernández, quien se dispones a una apertura general de actividades de toda índole -industriales, comerciales, deportivas, etc.-, en medio del pico de contagios, presionado por la UIA, la Cámara de Comercio y demás corporaciones capitalistas. Esta misma “presión” viene sufriendo el intendente Fernando Espinoza (FdT), quien viene desde hace tiempo autorizando una apertura indiscriminada de industrias y a una normalización de actividades, sin garantizar los medios de protección personales, sin testeos masivos y con un enorme déficit en la atención de personas con síntomas o que han estado en contacto con positivos. El 148 que atiende emergencias, sólo lo hace después de insistir durante horas y las ambulancias suelen llegar varios días después del pedido.
A cuatro meses de declarada la cuarentena, el sistema de salud del municipio empieza a mostrar signos de colapso. Las camas colocadas en clubes, polideportivos y boliches han sido las únicas medidas tomadas al respecto. La reinauguración del Hospital de Agudos “Dr. René Favaloro”, de la localidad de Rafael Castillo, llegó a finales de julio, cuando la cuarentena se decretó en marzo. Pero además aportará un número de camas (144 generales y 14 de terapia intensiva) insuficiente dado el cuadro de progreso de contagios en el distrito. Lo más cercano a una mejora de este cuadro es el anuncio de la inauguración del Hospital “Néstor Kirchner”, en Laferrere, para dentro de... ¡cuatro meses!
El cuadro que se presenta es muy poco alentador, para el distrito y para la Provincia de Buenos Aires en general. El ministro de salud Gollán advirtió que si la curva crece a un 30 % por semana habrá riesgo de saturación del sistema para mediados de agosto. Es necesario abrir una urgente deliberación en los lugares de trabajo para proceder a una organización de la producción en las áreas esenciales y para la creación de protocolos acordes a cada actividad y a las necesidades de preservar la salud y la vida de los trabajadores.
