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Luego de la jornada inicial, cuando salieron a la calle un millón y medio de manifestantes para poner fin a la reforma previsional de Macron, las protestas volvieron a inundar las calles de París y toda Francia. La huelga general tomó mayor fuerza, lo mismo que los bloqueos a las destilerías de combustible . El transporte no funcionó en todo el fin de semana, con excepción de un servicio mínimo y de los subtes automáticos. La reforma pretende uniformar a la baja los regímenes especiales del sistema previsional, aumentar los aportes de los trabajadores y aumentar la edad de la jubilación. La protesta empujó a la calle a cientos de miles de estudiantes y trabajadores que sufren la precarización, la especulación inmobiliaria, la falta de alquileres accesibles, la caída de salarios, el aumento del costo de vida, la falta de acceso a servicios (crisis en hospitales y escuelas), y tantas otras demandas. Incluso a las organizaciones ecologistas. Muchos colegios secundarios – liceos – amanecieron ocupados y bloqueados por los estudiantes. y para el lunes se anuncia una “jornada de caos”. “Del lado de SNCF (ferroviarios), las tres centrales sindicales (CGT, Unsa y SUD) se reunirán el sábado a las 10 de la mañana en la sede de la CGT, Montreuil (Sena-Saint-Denis), para decidir sobre la continuación del movimiento. Este viernes, en Ile-de-France, solo circulaba 1 de cada 5 trenes. Y solo había 1 TGV y 3 TER. Según la gerencia, menos de un tercio de los trabajadores ferroviarios estaban en huelga el viernes, contra el 55% del jueves. Pero la movilización se mantuvo muy fuerte entre los conductores, el 87,2% en huelga y los controladores” (Libération, 6/12). Air France anunció el viernes la cancelación del 30% de sus vuelos nacionales y del 10% de su media distancia. Los camioneros prometieron quince bloqueos el sábado en Francia. Por su parte, la Intersindical anunció una gran movilización para el martes, en el marco de la continuidad de la huelga general. La secretaria confederal de la CGT, Catherine Perret, llamó el viernes al mediodía para extender la huelga contra la reforma de las pensiones y una nueva manifestación el martes en París, que terminará en Denfert-Rochereau. Asistirá el bloque de sindicatos que se oponen a la reforma. Para el trabajador francés estable en actividad la reforma previsional significa la reducción entre el 44 y el 50% de las jubilaciones para 2060, fijando el tope en el 14% del PBI.