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En su última sesión, el Consejo Federal de Educación resolvió que los contenidos 2020 serán evaluados, pero no promocionados. De este modo, ningún chico repetirá curso y quienes hayan sido excluidos del sistema educativo serán “acompañados” pedagógicamente en 2021. La promoción se la dará el año que viene, tanto para lo cursado en 2020 como en 2021, tomado como una unidad pedagógica y curricular.
Esta medida, como todas las que vienen tomando Trotta y los ministros provinciales, no fue consultada con los docentes. Es el corolario de toda una política de “consenso” con las cinco centrales nacionales docentes, a espaldas de las bases – como ocurrió con el protocolo de regreso a clases, las evaluaciones, la paritaria nacional del “descuento salarial”, etc.
La docencia, que de la noche a la mañana se hizo cargo de la virtualidad, no ve nada bien este anuncio. Deja la sensación de que todo lo realizado durante la cuarentena fue en vano. Gastos de datos, facturas de internet, horas de trabajo, en fin, el gigantesco esfuerzo de familias y docentes por sostener la relación pedagógica fue inservible.
Con el mensaje de “todos pasan, nos vemos el año que viene”, el Gobierno se desentiende de combatir la deserción escolar. Demuestra así su total fracaso y especula con un 2021 de “ensueño”, donde los docentes y alumnos podrán dictar y cursar dos años en uno de manera virtual y presencial. Dibujo imposible de aplicar en la realidad.
Unesco reveló en abril lo grave del problema: 78,3% de familias humildes sin internet y 48,7% de niños sin computadoras en todo el país. Esto representa miles de estudiantes fuera del sistema educativo. Sin un verdadero plan de conectividad gratuita, con herramientas y medios de conexión para docentes y alumnos, la deserción seguirá creciendo.
En los lineamientos aprobados por el Consejo Federal queda claro que el único plan educativo es el regreso a la escuela. Una completa irresponsabilidad. Sin importarle el contexto epidemiológico nacional, el Gobierno y las provincias exponen la salud y vida de estudiantes, docentes y toda la sociedad.
Jujuy, la primera provincia que anunció el regreso a las aulas cuando se encontraba sin casos de Covid 19, hoy tiene su sistema de salud desbordado; San Juan, la primera que efectivamente volvió a las clases presenciales, debió dar marcha atrás por la aparición de numerosos casos; la lucha docente en CABA les puso límites a los planes de regreso, a pesar del acuerdo previo entre Trotta y Larreta.
La resolución agrava las condiciones laborales docentes para 2021. Mientras el Gobierno no garantice la conectividad gratuita, no hay forma de que los estudiantes trabajen desde la virtualidad en una pandemia (que hoy está proyectada, al menos, hasta la primera parte del próximo año).
Los docentes trabajaremos en un cuadro de sobretrabajo inmenso. Superior al de este año. En un mismo curso vamos a tener alumnos que deberán estudiar sólo con contenidos del año lectivo en curso; otros, con algunos contenidos "sin ver", "no enviados" del año pasado más los del 2021; y otros que directamente deberán cursar los dos años en uno. Un desafío física e intelectualmente imposible, ya que muchos de los docentes deben trabajar en más de una escuela para poder llegar a fin de mes.
Al sobretrabajo se lo acompañará con una fenomenal sobreexplotación. Se prevé un plan de "acompañamiento docente" en 2021 para los contenidos que no se vieron en 2020. Así, la tarea será una sobrecarga para el docente de la escuela o se buscará un nuevo cuerpo docente más precarizado. A ambas posibilidades debemos oponernos. Los cargos docentes deben ser designados por padrón y contar con un salario equivalente a la canasta familiar.
Debemos abrir un camino de debate, organización y lucha en la docencia por:
No regreso presencial a las escuelas de todo el país hasta que las condiciones sanitarias, de bioseguridad y edilicias estén garantizadas.
Conectividad gratuita, herramientas y medios de conexión, desde el Estado para docentes y estudiantes. Aumento presupuestario que contemple la refacción de las escuelas, conectividad gratuita para estudiantes y docentes, y salarios equiparados a la canasta familiar.
Reapertura de las paritarias ya.
Inmediato nombramiento de todos los cargos sin docente en el país con la realización de actos públicos virtuales respetando el Estatuto Docente.
No a la sobreexplotación ni el sobretrabajo docente. Toda hora docente creada para el “programa acompañar”, que sea concursada en Junta bajo Estatuto Docente.
La catástrofe educativa sólo tendrá una salida con la docencia organizada desde las bases en asambleas, plenarios y congresos de lucha en defensa de la educación pública y gratuita.