Berazategui: agentes inmobiliarios emprenden campaña contra las tomas

Escribe Sergio Salgado

Tiempo de lectura: 2 minutos

En el momento que las ocupaciones de tierras ociosas (sean fiscales o “privadas”) por familias trabajadoras y de desocupados sin techo conmueven a todo el conurbano bonaerense y se constituyen en un eje de la crisis política nacional, el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, lanzó una campaña con cartelería gráfica y por redes sociales, con un 0800 “buchón”, incluido contra “la toma ilegal de tierras”.

Al mussimo lo conocemos muy bien por su histórico carácter anti-obrero y ser un fiel representante faldero del capital inmobiliario. Displicente cuando las tierras fiscales son acaparadas por sus punteros mafiosos, que en los remates públicos aprietan a los oferentes; y como conocedor de las viviendas ociosas, que quedan con sucesiones vacantes; sus acólitos han hecho siempre pingües negocios con el suelo urbano.

La apertura de los libros del catastro municipal al control y auditoria vecinal, daría luz sobre la larga lista de concejales, ex concejales, y funcionarios o ex funcionarios mussistas, y de miembros del propio clan familiar de este viejo “barón del Conurbano”, de cómo ellos y los Mussi han sido "tan exitosos" como la "abogada patagónica" que obra de vicepresidenta, en materia de acaparamiento inmobiliario.

El mussismo siempre la emprendió “a balazos y palazos limpios” contra las familias sin techo, logrando con la velocidad del rayo que el Poder Judicial de Quilmes y la Bonaerense dispongan “desalojos automáticos” en horas.

Mussi no es un defensor de la "propiedad privada" de las familias trabajadoras o de la clase media; al contrario, resultó siempre un "intimador serial" para ejecutar viviendas por deudas con las tasas municipales. En cambio, Mussi es un defensor de la propiedad de los que bancan sus campañas electorales: los capitalistas del Distrito y de más allá, ya que en Berazategui contamos con la presencia de multinacionales de porte, a las que incluso ha favorecido con sesiones de tierras fiscales y descuentos impositivos para que radiquen sus negocios.

Su política es preservar las tierras fiscales ociosas, y las propiedades vacantes, para beneficio de los acaparadores del suelo urbano y rural, para mega-emprendimientos inmobiliarios, countries y barrios privados y cerrados, que en Berazategui florecieron como hongos desde los años 90, cuando Mussi era un menemista empedernido. Para la destrucción de los humedales y de la selva marginal de Hudson, el ahora "anti-neoliberal" no se ha sonrojado por asociarse con el “emprendedor” Niky Caputo, del círculo íntimo de Mauricio Macri.

Un activo movimiento ambientalista viene enfrentando las quemas, los incendios en la ribera, las avanzadas en la construcción de nuevos “barrios caros”, que ha salido a enfrentar la devastación del medioambiente zonal, hasta ahora con una mirada “proteccionista”; pero que debe buscar la unidad con la clase obrera y sin techo del distrito. Si logra “afinar su programa”, y se aviene a impulsar un movimiento que empalme con el reclamo de las organizaciones de desocupados, precarizados y los vecinos sin vivienda, lograría ponerse en pie un movimiento popular masivo, que a la par de lograr parar la voracidad del capital inmobiliario, tome también la reivindicación de impulsar un plan de que logre resolver el déficit de 25 mil viviendas obreras en el distrito.

Desde el PO (T) impulsamos la unidad de acción y el debate de un programa que plantee trabajo genuino para los desocupados del distrito mediante un plan de obra pública que acompañe el desarrollo urbano que hace falta, con control de los trabajadores y vecinos. La campaña publicitaria de Mussi busca granjearse el apoyo de los sectores medios, agitando el cuco de las “usurpaciones”, cuando, en realidad, ella misma sufre también muchas veces el hacinamiento y la falta de perspectiva para sus hijos. El verdadero destinatario de la campaña de Mussi es el capital inmobiliario, una alianza que data de décadas atrás.

Suscribite a Política Obrera