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El jefe del Ejército, Agustín Cejas, pactó con el ministro de Defensa Agustín Rossi, homenajear, en actos cerrados, en distintas bases militares, a los represores del Operativo Independencia.
Luego del repudio que desató el tweet de la cuenta oficial del Ejército que reivindicó el Operativo Independencia, en un en homenaje a dos oficiales, muertos en 1975, Cejas reafirmó su postura en un acto ante los once Comandos de Brigada, y afirmo que la fuerza “no renuncia a recordar a sus muertos” - el pretexto, de nuevo, para reivindicar la acción que preparó el terreno político y operativo del golpe militar de marzo de 1976.
“Luego de una reunión que tuve con el ministro de Defensa en la tarde de ayer, de efectuar este recorrido que inicio aquí, que va a pasar por los cuarteles de los comandos de brigada y algunas agrupaciones, para transmitir este mensaje, para decirles que la conducción del Ejército, nuestra institución, mantiene este recuerdo permanente a nuestros muertos”, anunció.
De acuerdo a Cejas, “a partir del cambio de gobierno, hay un cambio en lo que este establece como lineamientos rectores”- algo que es medianamente falso, porque la designación de César Milani, como jefe del ejército, por la entonces presidenta Cristina de Kirchner, significó la entrega del comando a un militar comprometido, con secuestros y desapariciones, en ese Operativo. “No obstante lo cual”, dice Cejas, confrontando con Rossi y con Alberto Fernández, “se sigue haciendo la conmemoración de muertos porque la entrega de la vida en cumplimiento del deber es central para el soldado...”, a lo que agrega “que (esto) es central para alimentar nuestro espíritu y nuestra vocación”. Con estas palabras, Cejas advierte, sin pelos en la lengua, que el Ejército volvería a desarrollar un Operativo Independencia cuando el régimen político lo considere necesario. Estamos ante la primera manifestación golpista de parte de una de las Fuerzas Armadas, desde el levantamiento carapintada que Menem reprimió en 1989. En definitiva, estas “conmemoraciones” exhiben la doctrina del Ejército de la “guerra contra la subversión”.
Llamamos a una movilización política de repudio a estos planteos. Conjuntamente con una interpelación parlamentaria al ministro de Defensa por todo esto, reclamamos el derecho de los partidos políticos a ingresar a los cuarteles a desarrollar una agitación política entre tropas y oficiales, y a pronunciamientos contra esta nueva “obediencia debida” del alto mando militar.