Porqué el Partido Obrero (oficial) no responde a la Critica al Informe Político

Escribe Marcelo Ramal

Tiempo de lectura: 3 minutos

Más allá de la violencia política de la réplica del CEN del PO (O) a la Crítica al “Informe Político” al Congreso (ver aparte), llaman la atención sus inconsistencias, mentiras y omisiones. El texto afirma que habríamos “delatado” a un miembro del Comité Central, que en este caso hace años que se presenta como dirigente del PO y ocupa la tribuna de actos partidarios y frentistas. Hay una conocida foto en la que marcha con Altamira y Pitrola, y otros dirigentes y activistas de su sindicato – el Sutna. Hemos tenido el cuidado de publicar el texto que criticamos, para que cada uno se haga un juicio propio con fundamento. Es más saludable responder políticamente a nuestra “Crítica”, y abrir un debate que toda la izquierda necesita, en lugar de recurrir al macartismo. Los dirigentes del PO son conocidos públicamente e incluso han sido elegidos en los salones ultra públicos de la Facultad de Ciencias Económicas.

Es significativo que se coloque el mote de “delación” a un debate político, con la misma desfachatez con que las expulsiones han sido presentadas como ‘apartamientos’. No es el método que forma políticamente a una vanguardia obrera – la prueba ácida de todo partido revolucionario. No estamos ante una concepción de partido sino ante una ideología de aparato. Los planteos a los Congresos deben ser objeto de un debate público, que cuente con la mayor participación de luchadores, más allá del debate interno reservado a los militantes.

El Ejecutivo desbarranca cuando dice que el “informe” objeto de nuestra crítica no es tal – incluso cuando registra el resultado de la votación. Dice que el “verdadero informe” es otro – publicado en la revista En Defensa del Marxismo No 54. Invitamos a los lectores a encontrar en esa revista algún “informe de situación política nacional” al 27º Congreso. Sí encontrará en la colección de EDM la publicación de todos los informes políticos presentados en los Congresos partidarios precedentes. Ello vale incluso para el “informe político al 26 Congreso” (2019) que fuera aprobado por la mayoría del CC, donde, sin embargo, tiene lugar otra omisión: no se publicó una réplica de minoría que Altamira presentó al debate. La publicación fue rechazada por el CC. El Informe de 2019 fue presentado un viernes para ser votado al sábado siguiente, sin admitir prórrogas para mejor lectura. La réplica, entregada el domingo, no fue permitida a la discusión, por presentación fuera de fecha. La vocación por no discutir informes políticos no es de ahora, como se ve. ¿Es un método aceptable en un partido de la IV Internacional?

El Ejecutivo también se extraña sobre lo que “no habríamos dicho” sobre la Conferencia Latinoamericana. Hemos escrito sobre ella bastante - podríamos publicar un folleto con los artículos críticos. Ninguno fue debatido. Quienes no presentaron nada a la propia conferencia fueron los convocantes, con el resultado previsible de una discusión verbal confusa, sin preparación, exasperante.

Que el aparato del oficialismo partidario “niegue” la realidad de su informe político al Congreso, representa un enigma. Sólo se nos ocurre suponer que presentarán otro en un tiempo más, sin resquemor por el tiempo dedicado al informe actual. Lo que sea, estamos ante un método intrigante, no al que sirve para desarrollar un partido.

El CEN no contesta uno solo de los señalamientos políticos de nuestro texto. La “Crítica” demuele los planteamientos del “informe” oficial en el transcurso de un análisis de la etapa mundial abierta por la pandemia. No es una puja con el aparato, es un planteo de conjunto, incluido, como debe ser y no ocurre en el texto del aparato, un balance de las crisis políticas y rebeliones populares internacionales, de la experiencia macrista, de la transición Fernández, de las luchas y realineamientos en la clase obrera, de los debates y desafíos para la izquierda que reivindica objetivos revolucionarios. Para este Ejecutivo, nuestra crítica es, por el contrario, un “amontonamiento de insultos y palabras”. Es la conclusión crispada de un grupo que, de cara a su Congreso, elude la crisis de la humanidad que ha puesto el estallido de la pandemia en el marco de la decadencia del capitalismo.

Ese “amontonamiento de insultos y palabras” los obligará a redactar otro texto, porque de lo contrario no podrán presentar nada al cabo del Congreso. Cuando lo hagan haremos llegar nuestra posición – de nuevo.

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