La salida es con unidad en las calles y rutas, no en legislatura

Escribe Partido Obrero (Tendencia) - Trelew

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La situación que viven las masas chubutenses, en particular las estatales, no da para más. Mientras el gobernador Mariano Arcioni y su vice Ricardo Sastre, con el apoyo del conjunto de la Legislatura del provincial, se disponen a renegociar la reestructuración de la deuda con los acreedores internacionales, que, de llegar a un acuerdo, incrementará ostensiblemente la cifra a pagar y con ello la subordinación estructural y el régimen colonial en que está sumida la provincia, las familias trabajadoras no llegan a fin de mes. A la vez, está la pandemia de Covid-19 que amenaza con hacer colapsar el deteriorado y vaciado sistema sanitario en todo el territorio. La megaminería en agenda asegura grandes choques sociales.

Al sector salud, el más vulnerable al coronavirus, les deben más de 4 masas salariales si se suman los sueldos de agosto, el medio aguinaldo, recategorizaciones y retroactivos. A eso se agrega que en la mayoría de los hospitales no cuentan con los insumos necesarios para afrontar la pandemia y en algunos casos incluso han tenido que compartir la misma ropa varios trabajadores, además la falta de personal es ostensible, lo que lleva a la sobreexplotación y por ende a un mayor agotamiento. Estamos en presencia de un crimen social contra los trabajadores de la sanidad. El resto de los estatales está en una situación similar. El desmantelamiento de los servicios del Estado se registra en todas las dependencias: vialidad provincial, obras públicas, manejo del fuego, educación, y en especial en la caja previsional provincial, que se encuentra quebrada, por lo que los jubilados tampoco cobran en tiempo y forma.

El régimen político patronal chubutense en su conjunto tiene acuerdo en descargar la crisis sobre el pueblo trabajador. Pero la bancarrota del Estado no les es ajena y la debilidad política para poder implantar esas medidas es lo que está en el centro del escenario. Eso explica por qué hasta el momento no han reprimido los cortes de rutas que se han desarrollado en las últimas semanas ni poder impedir el paso de las caravanas estatales a la ciudad capital. Aunque el bravucón ministro de Seguridad, Federico Massoni, no logró imponer su orientación fascistoide, sin embargo intenta criminalizar la protesta social iniciando causas a militantes ambientalistas y a sindicalistas. A pesar de las amenazas represivas, la rebelión popular se cocina por lo bajo.

En el ámbito privado, más de 140 trabajadores de la clínica INPAT (Instituto de Neurociencias Patagónico) se encuentran en lucha hace más de 6 meses, presos de disputas entre la patronal y la obra social del Estado provincial (SEROS), lo que los llevó a cortar Ruta N 3 en Trelew en reclamo de sus salarios y en defensa de los puestos de trabajo. Para el caso se vuelve a actualizar la salida que planteamos desde el Partido Obrero (PO)Tendencia en los casos de la textil Sedamil y la empresa pesquera FYR S. A.: la estatización bajo gestión obrera de la clínica, sin indemnización a la patronal. La desocupación y suspensiones en el comercio y en el ámbito textil, como así también en la construcción alcanza cifras abismales.

Por lo pronto, la embrionaria coordinación que se viene desarrollando en Puerto Madryn marca el camino que debe seguirse para derrotar estos planes de ajuste. Allí, al calor del acampe sanitario en el hospital local, se autoconvocaron distintos grupos de estatales, entre los que se destacan, además de salud, docentes, viales y de otras dependencias, para acordar en asambleas planes de lucha. En los últimos días las acciones decantaron en piquetes en Ruta Nacional N 3, afectando la distribución del circuito capitalista en una provincia cuya economía gira alrededor de la exportación de petróleo, lana, productos del mar y aluminio.

De este modo, no solo se da un golpe a las grandes patronales expoliadoras con negocios en Chubut, sino que además se logra sortear los límites objetivos que impone la cuarentena para hacer grandes movilizaciones a la Casa de Gobierno. Desde el PO Tendencia planteamos que si en el resto de las localidades, los sindicatos y trabajadores autoconvocados toman el “camino madrynense” con asambleas y piquetes en las principales rutas, nos encaminaremos a una lucha general de los estatales y se estará en mejor posición para arrancarle al gobierno cada una de las urgentes demandas salariales y sanitarias, junto a los compañeros del sector privado que están luchando.Ello implicará un duro golpe a su orientación ajustadora y al lobby minero, que está explotando la crisis para imponer la habilitación de sus proyectos contaminantes. Una lucha general volverá a colocar en la picota a la continuidad de Arcioni.

Por el contrario, las reuniones impotentes en la Legislatura provincial sólo llevan al desgaste. Ese es el camino emprendido por la mayoría de las conducciones sindicales, que le huyen no solo a las asambleas sino también a cualquier plan de lucha en serio. Para imponer una salida a esta crisis favorable a los trabajadores, es necesario colocar hoy, con toda energía, la exigencia del cumplimiento de las reivindicaciones pendientes: pago de todos los salarios adeudados, reequipamiento sanitario, paritarias urgentes. Un congreso de trabajadores de Chubut debería discutir un programa de salida a la crisis provincial a partir de esas reivindicaciones elementales, y establecer una lucha consecuente hasta arrancarlas.

¡Por plenarios de delegados y asambleas populares en todas las localidades!

¡No al pago de la deuda externa!

¡No a la megaminería!

¡Por un plan de lucha provincial hasta derrotar el ajuste!

¡Por protocolos sanitarios en todos los lugares de trabajo!

¡Viva la lucha de los/as estatales!

25/09/20

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