Escribe Tribuna Docente Tendencia
Declaración de Tribuna Docente (Tendencia) – CABA
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En las últimas semanas los y las docentes de CABA, asistimos a un proceso de deliberación en las escuelas en torno a tres problemas: el intento de apertura de escuelas, la cuestión salarial y el ataque en regla contra nuestro Estatuto del Docente.
Intento de apertura de escuelas
Luego de la reunión que mantuvieron Acuña y Trotta, junto a los ministros de salud de CABA y Nación, rápidamente se ha trabajado a partir de las correcciones que presentó el ministro de educación nacional. El ministro de salud porteño, Quirós, señaló que una de las modificaciones propuesta por Trotta fue el dictado de clases en los patios escolares, en vez de plazas y calles (como proponían en el tercer intento) para los 6500 que, dicen, no tienen conectividad. A esto le sigue, lógicamente, la incorporación de otros grados/años a posteriori.
Los protocolos presentados por el gobierno porteño no responden a un planteo pedagógico sino a una necesidad del mercado. El capital, como producto de la pandemia y cuarentena vio afectada su capacidad de reproducción. La apertura de escuelas se inscribe en el marco de la apertura de otras empresas y comercios. Dicho en criollo: pretenden que las escuelas funcionen como guarderías para alojar a estudiantes cuyos adultos/as a cargo deben salir a trabajar.
La posibilidad de acuerdo entre Nación y CABA sólo será frenada por la intervención activa de la docencia, contra el intento de apertura en condiciones epidemiológicas graves (pico de contagios y ausencia de vacuna).
En el transcurso de esta pandemia, muchos docentes se vieron imposibilitados de tomar cargos, al mismo tiempo que otros fueron cesados por el gobierno luego del receso invernal.
El GCBA, luego de congelar nuestros salarios (no cobramos el aumento establecido para el mes de julio, incumpliendo de ese modo el acta paritaria firmada por decreto a comienzos del año) procedió, ahora, a otorgar un bono miserable de $2.500 para un maestro de grado de JS y equivalentes; y de $5.000 para cargos de JC y equivalentes (según puntos índice de los cargos). Para las conducciones, se sumarían, además, pagos adicionales (de $400, $600 y $1.000 para secretaria, vice y directora respectivamente).
El otorgamiento de un 40% de aumento a la bonaerense, luego del motín, como así también una situación económica apremiante para los asalariados, ha reabierto la discusión salarial en el conjunto de los trabajadores. Los docentes no somos una excepción. Con una inflación interanual alcanza casi el 43% y la canasta familiar roza los $100.000 en la Ciudad, nuestro salario sigue siendo de pobreza, obligándonos a trabajar dos y hasta tres cargos para llegar a fin de mes. En este sentido, resulta indispensable organizarnos por un aumento de emergencia del 40%.
En cuanto a las condiciones laborales, se ha desarrollado un ataque en regla contra el Estatuto del Docente. La primera, se debe a los actos públicos virtuales ya que continuamente se producen irregularidades, no sólo en la elaboración de los listados sino también en la designación de los cargos por parte del ministerio. De estas instancias, la supervisión y los docentes no tenemos ningún control. La segunda, tiene que ver con el avance en la implementación de la UniCABA, con licenciaturas y complementaciones que barren con la carrera docente. En este sentido, ya hemos recibido llamados telefónicos que, en forma de encuesta, presentaban la posibilidad de acceder a cargos de ascensos de “forma horizontal”, en un futuro. Como puede verse, la reforma educativa es al mismo tiempo una reforma laboral que afecta nuestro convenio colectivo, el Estatuto.
El conjunto de la docencia porteña ha hecho una experiencia en el transcurso de las últimas semanas, en defensa de la educación y de la salud de trabajadores/as de la educación y las familias de nuestras escuelas, generando asambleas en escuelas y distritos.
Con relación a los sindicatos, existen dos en la Ciudad que rechazan el conjunto de los protocolos: Ademys y UTE. El primero, ha realizado asambleas durante todo el período de aislamiento y acciones callejeras, con los cuidados pertinentes, en rechazo a la política del Gobierno porteño. En el caso de la UTE, su política se limita a lo mediático, no se han organizado instancias de deliberación del conjunto de la docencia, a excepción de algunos encuentros entre delegados/as en pocos distritos de forma casi clandestina. Se impone la necesidad de que UTE convoque a un plenario de delegados/as y referentes de escuela, para resolver un plan de lucha por todas nuestras reivindicaciones. Esta semana tenemos por delante la realización de varias asambleas distritales y una asamblea unificada, convocada por Ademys, para el martes 29.
En la agenda docente se encuentran, por todo lo dicho, numerosas problemáticas por las cuales debemos organizarnos. A las numerosas iniciativas por escuelas que se vienen planteando y desarrollando tenemos que sumar, a su vez, la necesidad de discutir qué medidas de fuerza llevar adelante para impedir el regreso a las escuelas en este contexto sanitario y para conquistar nuestros reclamos salariales y de condiciones de trabajo. En este sentido, entendemos que es necesario organizarnos en la perspectiva de la huelga docente, construyendo esta medida de la mano del debate en todas las escuelas y en todos los distritos en asambleas y cuerpos de delegados distritales.
Pongamos manos a la obra por:
-El rechazo a los protocolos de vuelta a clases presenciales, en defensa de la salud de las familias trabajadoras.
-Por un aumento salarial de emergencia del 40%, al básico, en el camino de un salario igual al costo de la canasta familiar.
-Ningún docente sin cargo. Garantía salarial equivalente a una JS.
-Abajo la UniCABA. Fuera Palamidessi.
-En defensa del Estatuto.
-Por la reinstalación de las Juntas de Clasificación Docente y de sus funciones, con mayoría docente y elección directa de los trabajadores de la educación de sus representantes
26/09/2020