Por una juventud socialista

Escribe UJS - Partido Obrero (Tendencia)

Declaración nacional de la UJS Tendencia

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Lo que denominamos “UJS-Tendencia” refiere al conjunto de los militantes de la UJS que adhieren a la Tendencia del Partido Obrero constituida mediante la publicación del documento “Por qué una fracción pública”. Es, por lo tanto, el producto de la rebelión contra el copamiento de la dirección del PO y de la UJS por parte de un aparato arribista y electoralista. Sin embargo, mientras la rebelión se desenvuelve, la construcción de una organización juvenil nacional propiamente dicha tiene que desarrollarse con un claro objetivo político: la construcción de una juventud socialista, es decir revolucionaria, ligada a los objetivos históricos de la clase obrera.

No partimos desde cero. Nuestra UJS ya existe, como referencia política, expresada en la actividad y en la intervención de numerosas regionales que a pesar del abandono y la expulsión de la dirección actual mantuvieron una actividad ininterrumpida. Contamos, además, con una Carta Abierta publicada en ocasión de la pérdida de la FUBA. La Carta es nuestro documento fundacional: sintetiza, en rigor una elaboración política que comenzó cuando se hizo público el ataque de la UJS oficial a la Tendencia. Durante el desarrollo de la reciente Conferencia Nacional de la Tendencia un conjunto de delegados de la UJS elaboró lineamientos de trabajo para la convocatoria a una primera reunión de Mesa Nacional y una agenda de discusión e iniciativas.

El objetivo del presente documento es abrir un debate, no solo en toda la juventud de la Tendencia, sino además en el conjunto de activistas y luchadores interesados por la construcción de una herramienta política propia. Debemos dar lugar a la aprobación de un programa para la etapa y la constitución de una dirección nacional que dé forma organizada a nuestra intervención y un plan de desarrollo para ganar nuevos compañeros a la construcción revolucionaria y socialista.

Situación política

El mundo atraviesa convulsiones que reúnen, por un lado, una crisis irreversible de regímenes políticos de todo tipo y, por el otro, una intervención histórica independiente de las masas. Todas las clases sociales se ven afectadas por el cuestionamiento activo al régimen social imperante, con sus peculiaridades, y al capitalismo mundial. Las tendencias contrarrevolucionarias se manifiestan hasta ahora en regímenes autoritarios/bonapartistas, de un parte, y por sobre todo en un conjunto de guerras sin salida para el imperialismo, como ocurre en Afganistan, a partir de 2001, e Irak desde 2003, en Siria y el norte de África, que al mismo tiempo amenazan la sobrevivencia del gobierno de Turquía, Irán y Egipto, y la dominación sionista en su conjunto. Las guerras han dislocado a los regímenes existentes y abierto un campo extraordinario de iniciativas revolucionarias, en Iran e Irak especialmente, pero también en rebeliones populares en El Líbano y Egipto. La crisis de las iniciativas contrarrevolucionarias ha dado un vuelo único a las iniciativas revolucionarias.

En este cuadro, América Latina ha entrado en un período de características revolucionarias: Ecuador y Chile, donde la rebelión popular ha puesto en evidencia tendencias revolucionarias. En Bolivia, el golpe militar fascistizante de Trump y Bolsonaro no ha podido derrotar a las masas que se levantaron contra la asonada, en medio de una capitulación fabulosa de sus direcciones – el MAS y la COB. En Colombia, plataforma de las conspiraciones contra Venezuela se desarrolla una rebelión popular apoyada en varios paros generales, y planteos políticos definidos: juicio y castigo a la criminalidad uribista, cumplimiento de los acuerdos de paz, Asamblea Constituyente. . La revolución latinoamericana, como etapa, se abre paso a través de choques y contradicciones, que la contrarrevolución (golpes, gobiernos derechistas) ha sido incapaz de revertir, acentuando en esa medida el agotamiento de los regímenes políticos en presencia.

En Argentina tenemos al macrismo pulverizado y el ingreso de Alberto Fernández y Cristina Fernández a una etapa de mayores crisis – internas e internacionales. F-F intentará arbitrar políticamente esta crisis a través del pacto social, que expondrá rápidamente sus limitaciones objetivas y subjetivas. Argentina tiende a convertirse en el epicentro de la crisis revolucionaria en América Latina, porque refracta el conjunto de sus contradicciones. Es precisamente en estas condiciones que asistimos a una consolidación del empirismo de la izquierda y al electoralismo y parlamentarismo. No es casual que caractericen a la situación histórica presente como no revolucionaria, y enfaticen su caracterización de la inviabilidad de una acción histórica independiente de las masas.

Nuestra Tendencia nace como una respuesta a la crisis de dirección en este momento histórico.

El movimiento estudiantil

La juventud ha tomado un papel protagónico en este proceso revolucionario, como lo demuestran las rebeliones populares en Chile y en Colombia (lo mismo que en Medio Oriente). En Chile la privatización de la educación y el endeudamiento de los estudiantes, sumado a condiciones laborales leoninas ha cristalizado en un impasse completo para la juventud.

No podría entenderse la revolución en Chile sin la movilización protagónica de las movilizaciones por la educación gratuita en los últimos quince años. Es también lo que ocurre en Colombia, con la toma de todas las universidades el año pasado y un paro estudiantil de más de dos meses.

En Argentina venimos de una gran rebelión educativa durante el 2018 que condujo a la recuperación de una enorme cantidad de centros de estudiantes. Sin embargo, quedaron totalmente desarmadas luego de toparse con conducciones que no habían cumplido sus expectativas ni habían dado continuidad al proceso de lucha iniciado - como es el caso de medicina de la UBA y de la FUBA.

Pero el movimiento estudiantil de nuestro país no está exento de la situación latinoamericana ni del propio contexto de Argentina; la UJS-Tendencia debe darse la tarea de desarrollar una orientación revolucionaria, en primer lugar, mediante una lucha política profunda para recuperar a la UJS, dirigida contra la izquierda democratizante. A través de esta lucha ideológica, teórica y política desarrollamos la continuidad histórica de la UJS, fundada en los 70 por los constructores del Partido Obrero.

La “gratuidad” de la educación superior argentina es constantemente puesta a prueba por las orientaciones de las camarillas asociadas al gran capital que gobiernan las Universidades. Por medio de convenciones, financiación y hasta directamente fusiones, los capitalistas manejan la orientación social de la Universidad. La descalificación laboral es acompañada por una descalificación o parcialización educativa, donde tras el discurso de la ultra-especificidad se derrumba la aprehensión en las sucesivas generaciones del conjunto del conocimiento de la humanidad.

El “plan Bologna” aplicado en Europa por el Banco Mundial es la referencia para las camarillas del destino de la Universidad Argentina. El recorte de las carreras va acompañado del desarrollo de un negocio con los posgrados arancelados. El sistema de créditos y la resolución 1254 refuerzan la orientación ya suscripta por todos los gobiernos defensores de la Coneau y la LES de descalificación educativa, En Tucumán, la Coneau amenaza directamente con cerrar una carrera entera (Veterinaria). En el conjunto de Universidades avanzan las reformas de los planes y un conjunto de nuevas Universidades nacen directamente con carreras “low cost”. En la UBA la reforma del plan de estudio de Ingeniería es la llave para acrecentar ese proceso que luego derivará en el conjunto de las carreras. Intentos similares se dan contra la educación secundaria y terciaria, con reformas que buscan avanzar en los recortes de los contenidos y las tendencias a la privatización de la educación. La lucha contra las reformas capitalistas y su asociación con la discusión de la clase social que puede darle una salida a la educación es un aspecto nodal en la lucha de la UJS-Tendencia. Los trabajadores y su lucha por la emancipación del conjunto de la humanidad son los que pueden desarrollar toda la potencialidad del proceso educativo.

Ecologismo, feminismo y clasismo

La movilización de grandes contingentes juveniles se ha visto atizada por el problema de la educación, la precarización laboral, la lucha del movimiento de mujeres, la lucha contra la discriminación y contra la destrucción capitalista del medio ambiente. En todos ellos, la burguesía intenta cooptar a la juventud con planteos para aislarla del problema central que está planteado: el problema de la lucha de clases por el poder.

El movimiento “Fridays for Change”, por ejemplo, es un instrumento de la burguesía para justificar una política anti-obrera de ajustes y sobre-explotación, que permita subsidiar a los capitales de “energía alternativa”. El abuso de la naturaleza por el capital (ya denunciado por Marx en el Manifiesto de 1848) es presentado como el resultado de ‘una acción humana’, privada de contenido de clase. El último desastre ambiental, el incendio del Amazonas, tuvo que ser reconocido como una acción del “agro business" sin atenuantes.

La lucha del movimiento de mujeres tiene a la juventud como actor preponderante. Mientras millones de jóvenes se levantan contra la opresión política y social, las corrientes feministas desvían el foco de atención hacia ‘el macho violador’, e incluso invierten los términos de la opresión: el estado es un macho violador y no al revés, “el macho” es el producto de violencia de la relación social de explotación y del propio estado – que concentra el monopolio de la violencia de la clase dominante. Llegado el momento de las definiciones políticas, el feminismo se volcó al macho K, su partido pejotista y su estado, revelando la imposibilidad de una autonomía propia del feminismo. La pretensión del FIT-U de ganar el voto de la mujer mediante la práctica de un ‘feminismo consecuente’ o el ‘feminismo del 90%’, resultó un fracaso estruendoso, porque ignoró la disputa política de clase contra el feminismo de los partidos de la patronal. La envergadura internacional del movimiento de la mujer intenta ser instrumentada por el feminismo pluriclasista o directamente burgués, para combatir la ideología del socialismo no solamente en ese movimiento sino en el conjunto de las masas explotadas.

Alberto Fernández se ha apresurado en crear el ministerio de la mujer, con el claro propósito de cooptar al movimiento femenino como lo hizo con el de derechos humanos y Madres. No por eso acogerá el reclamo fundamental de las mujeres en lucha, el derecho al aborto: su ministro de Salud señaló que no era “conveniente” hacerlo en 2020.

Una juventud socialista revolucionaria

La unidad obrero-estudiantil es un planteo de la Reforma del 18, que claramente ponía al primero como furgón de cola del movimiento nacional de la pequeña burguesía. Tuvo el mérito, bajo la presión de la debilidad política de una América Latina dependiente, de introducir el debate político en las aulas universitarias, que se han convertido por eso en un espacio único de lucha de clases, bajo la forma de lucha de tendencias. Nuestra posición es la dirección proletaria de la revolución latinoamericana, una transición histórica bajo la dictadura del proletariado. Esa dirección la constituye el partido revolucionario de la clase y las organizaciones autónomas del proletariado en oposición al estado burgués. La decadencia de la sociedad capitalista ha cancelado cualquier pretensión de ´reformas´. La construcción de una juventud socialista debe hacerse en el terreno de las crisis, guerras y revoluciones de la etapa.

La lucha por los centros de estudiantes no es un objetivo en si mismo, que reemplace un aparato por otro, sino subordinado a una lucha política socialista en la juventud estudiantil – secundarios y universitarios. Las tareas de lucha en la educación deben ser inscriptas en el programa del partido revolucionario y sus reivindicaciones transitorias.

Recuperación de la UJS y del Partido Obrero

Un aspecto ineludible para poner en pie una juventud socialista y revolucionaria es la lucha de programa y principios contra el aparato que usurpado el Partido Obrero. Esta usurpación ha alineado al aparato con los partidos democratizantes de la izquierda, incluso a la derecha de ellos.

En la UJS también se manifiestan las consecuencias de esta usurpación. La UJS ´oficial´ se encuentra en un acelerado proceso de descomposición y derrumbe político. Su núcleo dirigente en la UBA está a la cabeza de este derrotero. La pérdida de la FUBA y de numerosos centros de estudiantes, y aún más, el extremo derrumbe en la Facultad de Medicina llevó a la izquierda a una situación muy compleja en el movimiento estudiantil. La orientación sectaria autoproclamatoria, en estos últimos tiempos se vio reforzada. La afecta el desplome de su imagen nacional afecta en la vanguardia y el activismo del movimiento de la juventud. Los manejos burocráticos y de aparato tienen, asimismo, que ser fuertemente combatidos.

El desarrollo de nuestra UJS, que ha sido rápido, tiene que atravesar una necesaria delimitación permanente con las direcciones de la izquierda. La lucha contra los aparatos democratizantes, colocan a la recuperación de la UJS y del PO como una tarea de rescate de la continuidad revolucionaria, por un lado, y como una tarea de superación de las condiciones ideológicas y metodológicas que llevaron a la crisis del PO. En la juventud la superación definitiva del aparatismo de la izquierda debe asociar las tareas de lucha al desarrollo de una organización socialista en la juventud, que reposa en la estrategia y el programa histórico de la UJS, que es construir la juventud de la revolución socialista

Programa

Con estas bases, la UJS Tendencia debe elaborar un programa de transición que traduzca una perspectiva revolucionaria y permita una intervención y organización de grandes contingentes juveniles. Como una base para esto, proponemos:

1.La revolución latinoamericana cuestiona al poder y sobre qué bases se organizan los países, por lo tanto, cuestiona a la educación capitalista. La dominación del capital financiero tiene que ser reemplazada por la de la clase obrera, con los docentes, estudiantes y no docentes. La lucha por la democratización universitaria está subordinada a la conquista de un gobierno de trabajadores que impulse una transformación socialista de la educación.

  1. Basta de precarización laboral. Por el pase a planta permanente y un salario igual a la canasta familiar. Por la ocupación de lugares que cierren o despidan. Por la organización de los jóvenes precarizados en sus sindicatos por industria para poder conquistar y defender sus derechos. Por el acceso a la educación a la juventud trabajadora: media jornada laboral para estudiantes sin reducción del salario. Por la unión del estudio y del trabajo bajo la dirección de las organizaciones obreras y estudiantiles
  2. Contra la destrucción de la educación pública. Aumento del presupuesto en función de las necesidades discutidas por sus docentes y estudiantes. Plan de refacción de todas las escuelas y terciarios. Defensa y aplicación de los convenios colectivos de trabajo para docentes y auxiliares. Por la defensa de los comedores y becas de estudio. Boleto educativo gratuito.
  3. Contra la privatización educativa. Gratuidad de toda la enseñanza. Fuera la CONEAU, derogación de la LES. Abajo la Res 1254 y el sistema de créditos. Por planes de estudios elaborados por los estudiantes y trabajadores.
  4. Contra la represión policial. Abajo la ley anti-terrorista. Por una auto-defensa estudiantil. Abajo la ley anti-terrorista. Fuera la policía de las Universidades.
  5. Por los derechos de las compañeras. Aborto legal, seguro y gratuito garantizado por el Estado. Separación de la Iglesia y el Estado, confiscación del patrimonio, expulsión de la Iglesia del sistema educativo y sanitario. Basta de femicidios, travesticidios y los llamados “crímenes de odio” mediante la organización de las compañeras y el desmantelamiento del aparato de impunidad policial y judicial. Por centros integrales de asistencia bajo el control |de las mujeres.
  6. Abajo los gobiernos capitalistas que descargan sobre las masas el peso de la crisis. Fuera el imperialismo de Latinoamérica. Huelga general y Asamblea Constituyente libre y soberana. Por gobiernos de trabajadores en cada país y la unidad socialista de América Latina. Por la revolución socialista y un gobierno internacional de la clase obrera.
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