Chubut: un centenar de los trabajadores de salud con Covid-19

Escribe Iván Marín

Los trabajadores del sector están a la vanguardia de la lucha en toda la provincia, con movilizaciones y cortes de rutas nacionales.

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La alarmante cifra con la que titulamos este artículo no es oficial, pues el Gobierno provincial se niega a brindar información certera al respecto. Sin embargo, desde Política Obrera pudimos averiguar que en Puerto Madryn trabajan alrededor de 900 personas en salud a nivel estatal, de los cuales 50 se contagiaron desde que comenzó la pandemia, y hay alrededor de 30 que cursan la enfermedad en la actualidad. Los primeros contagiados fueron a fines de agosto. En la zona de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly hoy falleció el enfermero Egon Robinson Vargas y habría más de 70 trabajadores aislados, la mayoría de ellos con alta probabilidad de estar contagiados. Estamos hablando tan solo de dos puntos del territorio provincial. En el último mes y medio el número de contagiados con Covid-19 pegó un salto, en especial en el sector de la pesca como así también en comercios o la industria petrolera. Los hospitales de Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn colapsaron en una provincia en la que el desmantelamiento de los servicios del Estado se viene produciendo hace años y en la que a todos los trabajadores se les debe el medio aguinaldo, el sueldo de agosto, a algunos el de julio y muy próximamente se sumará septiembre. El llamado del personal de salud para volver a fase 1 en Comodoro Rivadavia es desoído por el gobierno, que responde obviamente a las exigencias de las petroleras y no a las necesidades de pueblo.

Los trabajadores de la sanidad denuncian que las políticas de ajuste de los últimos años llevaron a un vaciamiento del sistema que se expresa no solo en la falta de insumos para afrontar la pandemia, sino también en la escasez de recurso humano frente al incremento de pacientes y de personal contagiado o en aislamiento preventivo por pertenecer al sector en riesgo. La precariedad laboral es acuciante: los trabajadores llegaron a compartir el equipo de protección, es decir después de usarlo, lo higienizaban y lo volvía a utilizar el compañero que lo reemplazaba en el sector. Las jornadas laborales suelen llegar a las 12 horas, aumentando las posibilidades de contraer el virus en cuestión u otras enfermedades. No cabe duda, estamos en presencia de un crimen social contra el personal de la sanidad.

Mientras todo esto sucede, el gobernador Mariano Arcioni, su vice Ricardo Sastre y el pleno de la Legislatura del Chubut, acordaron iniciar negociaciones para reestructurar la deuda con los acreedores internacionales, es decir profundizar la dependencia y el régimen colonial en que se encuentra la provincia. Recordemos que todos los meses se devenga automáticamente el importe de la deuda de las regalías petroleras.

En las últimas semanas el descontento con estas políticas volvió a ganar las calles y rutas de la provincia. En Puerto Madryn hace más de 90 días que los trabajadores de la salud acampan en reclamo por el cobro de sus salarios y mejores condiciones salariales. Allí se han acercado docentes, trabajadores viales, judiciales y de otros ámbitos estatales y vienen desarrollando un interesante y embrionario proceso de coordinación que se expresó al comienzo en movilizaciones por las calles de la ciudad y luego en varios cortes en Ruta Nacional N 3.

En el resto de la provincia, los trabajadores de la salud también están a la vanguardia de las movilizaciones. Para la semana próxima el Sindicato de la Salud Pública (SISAP) ya anunció 120 horas de paro sin presencia en los lugares de trabajo.

En Trelew, Rawson y alrededores las tareas inmediatas pasan por coordinar esos reclamos urgentes con el resto de los sectores estatales y con la experiencia madrynense. Las impotentes negociaciones en la Legislatura provincial solo llevan al desgaste y a ponerle un corset a las movilizaciones, impidiendo que se sumen más compañeros ante el evidente fracaso de los resultados obtenidos. Ese es el camino emprendido por la Mesa de Unidad Sindical y propiciado por sectores internos de la mayoría de los partidos políticos patronales. Por ello hay que avanzar en la coordinación de las bases de todos los sectores para deliberar democráticamente planes de lucha hasta triunfar.

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