Saladillo: el COVID-19 no da tregua

Escribe Daniel Luna

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Como en la mayoría de los distritos del interior bonaerense, el COVID-19 empezó a expandirse. El 21 de septiembre pasado, en el día de la sanidad, en nuestra ciudad se homenajeó al personal de salud por el sindicato local. Además, estuvo la exigencia urgente de mejoras salariales y paritarias, en el mismo día en que el sector de salud se movilizó en distintas partes del país. Como sabemos, en Capital Federal la policía del gobierno de Larreta los reprimió duramente, mostrando que ese es el "diálogo" que están dispuestos a tener con los trabajadores.

El gobierno nacional sigue esta sintonía: apuesta a la represión para con los trabajadores con el fin de mantener salarios a la baja.

Hoy, primero de octubre enfermeras y enfermeros de hospitales públicos porteños se movilizaron a la Legislatura para reclamar el reconocimiento de su actividad como profesionales de la salud y en repudio a las agresiones que sufrieron días atrás por parte de policías de la Ciudad, manteniendo el pedido de apertura de paritarias para el personal de salud.

En nuestra ciudad las últimas noticias son más que alarmantes, con más de 20 casos positivos diarios, 9 fallecidos, 750 el total de positivos, 595 recuperados y 147 positivos activos. Al día de la fecha la situación se vuelve más crítica. El director del Hospital Zonal Posadas declaró que las camas de la sala de COVID-19 están repletas, en terapia intensiva queda solo una cama. Por esto, se está analizando empezar a trasladar pacientes a hospitales de ciudades vecinas ya que se está al borde del colapso sanitario.

Por otra parte, el personal de salud está dejado a su suerte. No cuentan con los elementos necesarios de protección, trabajan el doble de horas, cubren los puestos que dejan los médicos y enfermeros aislados por contagio o por estar en contacto estrecho con infectados, con bajos salarios, estresados y exhaustos, en condiciones de extrema explotación laboral.

Saladillo, que cuenta con un poco más de 40 mil habitantes, se encuentra al borde del colapso hospitalario. Los fallecidos de COVID-19 son personas de la tercera edad, muchos de ellos de hogares geriátricos donde no hay un control suficiente de las autoridades municipales para saber cuál es la problemática que desencadena tantos contagios en estos lugares. La duda es si esto sucede por falta de insumos o por no cumplir con el protocolo. Funcionarios del municipio y el propio intendente radical- macrista Salomón, se desligan de la problemática culpando a la población de no tomar las medidas sanitarias. Desde el municipio atacan a la población acusándolos de irresponsables y hasta han llegado a decir que por culpa de unos 20 "pelotudos" el virus se expandió en Saladillo. No es de asombrar que quienes deben cumplir sus funciones no quieran reconocer que la problemática es cuestión del gobierno nacional, provincial y municipal. No hay que olvidar que muchas personas tienen que movilizarse para llegar a sus respectivos lugares de trabajo, exponiéndose al contagio, y en otros casos en los lugares de trabajo no tienen los insumos necesarios y las condiciones sanitarias adecuadas para evitar el virus.

La crisis también golpea a los comerciantes y empleados como en el resto del país. El tradicional y conocido bar de nuestra ciudad, Bar Moreno, está a punto de cerrar sus puertas, debido a la falta de ventas desde que empezó la cuarentena. Esto significa que todos sus empleados quedarían sin sus respectivos trabajos, sumando a la larga lista de desempleados.

De las ciudades que componen la séptima sección, Olavarria y Saladillo son las ciudades con más contagios del COVID-19 y fallecidos, al día de hoy, 2.022 contagios totales, 1.555 pacientes recuperados y 41 fallecidos. Esta es la cantidad sumada de afectados por COVID-19 entre las dos ciudades.

Esta es la realidad de la mayoría de las ciudades de la provincia de Buenos Aires, que están expuestas al déficit sanitario y económico. El gobierno nacional de los Fernández no ha destinado los recursos necesarios para paliar la pandemia, dejando a la deriva a los trabajadores, sumidos en escasez y el desempleo y salarios de miseria. Sólo la organización de los trabajadores podrá hacer frente a esta crisis sanitaria y económica, con paros y protestas en las calles de todo el país, para que le sean reconocidos sus derechos.

¡Asambleas de trabajadores en cada lugar de trabajo, paritarias sin techo, salario igual a la canasta familiar, para superar las parálisis de las burocracias sindicales al servicio de las patronales y del gobierno!

¡¡Viva la lucha, la independencia ,la organización y unidad de los trabajadores!!

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