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Los vecinos de Aguaray se han hartado del creciente desfalco de los recursos del municipio, la desocupación crónica, la falta de obra pública, el vaciamiento del hospital local todo esto sumado a los robos de caños de gasoductos del NEA, hecho delictivo del que está acusado el actual e impune intendente, Enrique Prado. Aguaray es un pueblo, al norte de Salta, donde las petroleras, los sojeros y terratenientes hacen y deshacen con los recursos naturales y las comunidades originarias. Siempre con la venia de los intendentes y concejales.
En esta semana que pasó vecinos autoconvocados del municipio, se han reunido en asamblea para deliberar sobre el estado deplorable que vive la población de la ciudad fronteriza. Luego de reuniones, un grupo de vecinos convoco a una asamblea en la plaza central donde, con métodos democráticos, llevaron adelante el uso de la palabra y votaron un pliego de reclamos al actual intendente Enrique Prado. El pliego reclama la apertura de los libros contables con detalle de los ingresos y egresos; informe de los ingresos que cobran los asesores y funcionarios del gabinete municipal; una partida presupuestaria para equipar el hospital local; una partida presupuestaria para bomberos voluntarios; una partida presupuestaria para merenderos; pase a planta permanente de los trabajadores eventuales y todos los recursos necesarios para enfrentar el Covid-19.
Al finalizar la asamblea, los vecinos se dirigieron a la municipalidad para entregar el petitorio al intendente solicitando el dialogo. Ante la solicitud de los vecinos, Prado solo tuvo negativas. Los vecinos decidieron dejar el petitorio y se convocaron en la ruta 34 para realizar un corte en repudio a tal actitud.
Sin embargo, las maniobras surgieron muy pronto. Un grupo de exconcejales y dirigentes de ADECO (Agrupación Democrática Comunal), agrupación del recientemente fallecido y exintendente Juan Carlos Alcoba, que intervienen en la asamblea han presentado un petitorio paralelo planteando la destitución de Prado. Resulta que el presidente del Concejo Deliberante es el alcobista, Guillermo Alemán quien detenta el poder, pero no para resolver los problemas planteados por los vecinos sino para un recambio burgués sin el voto popular. En este sentido, los alcobistas que son parte de la mesa de dirección de la asamblea han levantado la sesión de la asamblea popular que estaba planteada para este viernes pasado; y, ocultando sus intenciones llamaron al secretario del Interior de la provincia, Mario Cuenca para recibirlo en un corte de ruta. Sáenz envía a Cuenca al rescate de Prado ante los alcobistas destituyentes y así evitarse una crisis con los caudillos municipales.
Los vecinos de Aguaray deben revocar a los punteros alcobistas de la mesa de dirección que no responden a los intereses genuinos de la asamblea. El funcionamiento adecuado de esta asamblea pondrá por primera vez la soberanía política en manos del pueblo trabajador de Aguaray.