A 16 años de Cromañón: los responsables políticos siguen impunes

Escribe Franco Puente

Tiempo de lectura: 2 minutos

Este 30 de diciembre se cumplen 16 años de aquella noche, cuando perdieron la vida 194 personas a causa de un incendio en el boliche República Cromañón del empresario Omar Chabán. El fuego provocado por una bengala tiñó de tragedia el recital que realizara la banda Callejeros para cerrar el año.

La masacre que terminó con la vida de 194 personas, la mayoría de ellos jóvenes, dejó al desnudo el sistema bajo el cual de desarrollaba la actividad de boliches y bares de todo el país: coimas que alcanzaban desde las inspecciones municipales hasta la cúpula del poder político, pasando por la policía.

Las condiciones de seguridad eran practicamente inexistentes – salidas de emergencia, matafuegos, control de la capacidad de personas, etc. Luego de la masacre, fueron clausurados prácticamente todos los boliches y bares del país.

La justicia y los medios rápidamente apuntaron contra los músicos, llegando a condenarlos con la misma sentencia que a Chabán (dueño del lugar), quien habia cerrado las salidas de emergencia con candados, además de permitir el ingreso de pirotecnia (cuyo uso era habitual por aquellas épocas en los recitales de rock), entre otras cosas. Fueron 8 años de condena para Chabán y 7 años para los músicos.

Los sobrevivientes y familiares de las víctimas han dado una larga lucha por la condena de todos los responsables, políticos y materiales.

Los músicos, que perdieron familiares y amigos en Cromañón, por otra parte han dado una campaña por su absolución, incluso cumpliendo condena en la cárcel, que fue respaldada por otros músicos y sobrevivientes, quienes han denunciado la responsabilidad política como principal causa de la masacre.

Anibal Ibarra (por entonces jefe de gobierno) sigue impune e incluso ha sido candidato en elecciones recientes. Chabán murió poco tiempo después de ser condenado. Los músicos (e incluso el escenógrafo) por su parte pasaron varios años en la cárcel, con idas y vueltas, hasta que un fallo resolvió su absolución.

Queda pendiente la condena a los responsables políticos de la masacre, empezando por Ibarra. Los músicos y artistas seguimos dependiendo de estos empresarios de la noche para poder realizar nuestro trabajo, en condiciones de explotación y muchas veces pagando para poder trabajar.

La lucha continúa.

Justicia por los pibes y pibas. La música no mata. A nuestros pibes los mató la corrupción. Juicio y castigo a los responsables políticos. Prohibido olvidar.

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