El debate de la presencialidad en la Multicolor de SUTEBA

Escribe Emiliano Fabris

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En los primeros días de febrero han tenido lugar reuniones de directiva de los SUTEBA Multicolor y una reunión común de todas las comisiones, en donde se han debatido las caracterizaciones sobre la presencialidad decretada por el gobierno.

Las agrupaciones del FITU se han pronunciado por “imponer las condiciones para una presencialidad segura” lo cual significa que esto podría hacerse con los docentes presentes en las aulas aunque exista un rebrote de la pandemia en la Argentina, una inminente “segunda ola” y Trotta haya excluido como condición para la presencialidad la vacunación a docentes. Bajo estas condiciones, y no otras, el gobierno ya ha resuelto implementar la presencialidad en todo el país a partir de Marzo (incluso en febrero comenzaron las convocatorias presenciales para las llamadas “guardias mínimas”). De igual manera, las obras de ampliación de escuelas, su acondicionamiento y abastecimiento de mayores insumos de seguridad se encuentran al 0%. Los nombramientos anunciados por Kicillof alcanzan por ahora solamente para cubrir a los docentes dispensados de asistir por pertenecer a los grupos de riesgo.

Por ejemplo, para el PTS “La presencialidad no puede ser sin medidas de seguridad y protocolos claros y acordados” y afirma que los docentes “queremos debatir cuáles son las condiciones necesarias para un regreso respetando las condiciones sanitarias y epidemiológicas ante la incertidumbre que genera un posible rebrote o segunda ola de COVID que se agravaría con la circulación de millones de niños y adolescentes en las escuelas” (izquierdadiario, 22/01). La “incertidumbre” es una manera velada de referirse a contagios masivos de COVID. No es incertidumbre, es una masacre sanitaria. Luego, los protocolos de Trotta y todos los gobernadores –más allá de que éstos no fueron discutidos con ningún docente- son muy claros y detallados pero las posibilidades de aplicación son sencillamente imposibles en las escuelas públicas. El PTS nos dice que “Hay protocolos estrictos con distanciamiento social en bares, comercios, fábricas y toda actividad. Entonces, ¿por qué no se toman las medidas para garantizarlos en las escuelas y colegios?”. Reabramos las escuelas siguiendo el ejemplo de la gastronomía. Es el argumento con el cual toda la clase capitalista presiona por el retorno a las escuelas: si funciona la industria y el comercio, que funcione también la escuela, pero esto sin reportar los contagios y muertes en los lugares de trabajo, y los peligros que los sigue acechando. El PTS reivindica “los protocolos estrictos en bares, comercios y fábricas”, cuando la indefensión de los trabajadores en todos ellos se traduce en miles de contagios diarios. Es claro que la posición del partido de Del Caño es: "a las clases".

Otras corrientes del FITU reclaman “no ceder (sic) las banderas de la presencialidad y lo pedagógico”, de modo que la cuarentena escolar habría sido una capitulación de los sindicatos, no una auto-defensa de la salud de la docencia y sus familias, lo mismo con los alumnos. La reivindicación de la ‘pedagogía presencial’ es una cortina de humo para acompañar a patronales, gobiernos y burocracias en la política de circulación capitalista de mercancías y fuerza de trabajo. En torno de la supuesta defensa de lo “presencial y pedagógico”, se ha construido un frente único en los hechos con todos los agentes del Estado, cuando lo que está en juego es la salud y no los métodos educativos. El fracaso de la “presencialidad” está demostrado por las contramarchas que ha sufrido la apertura de las escuelas en el mundo.

En vez de denunciar la política que compromete la salud y la vida, el FIT emplaza al gobierno a un “retorno seguro a clases”. Es revelador que este emplazamiento no venga acompañado con medidas de lucha, porque está descontado el acuerdo del gobierno con esta fraseología barata. El FITU describe la ausencia de condiciones para el retorno a una presencialidad, que de ningún modo rechazan.

Pandemia 2020 vs Pandemia 2021

Un comunicado firmado por las conducciones de las seccionales Multicolor se encuentra encabezado con la consigna “las escuelas se abren con recursos no con discursos”. Un slogan de perfidia pura, de parte de quienes saben que las autoridades no piensan apelar a ellos; y a pesar de ello, no llaman al boicot de la presencialidad oficial. El último plenario Multicolor de 2020 había resuelto por unanimidad: “No a la vuelta a clases y presencialidad hasta que estén dadas las condiciones epidemiológicas, sanitarias y edilicias”. El planteo se ha dado vuelta como un guante, por decisión de las direcciones del FIT-U, no de plenarios o asambleas docentes. Tampoco ha tomado en cuenta a las corrientes de la Multicolor que han votado rechazar, con matices, la presencialidad y promover un no inicio. Es la posición de la Almafuerte de Escobar, las listas Negra de Lanús, lista Coral y RyR. La conducción de la seccional Bahía Blanca ha planteado postergar el inicio hasta el mes de abril.

En la próxima semana tendrán lugar asambleas de base en las seccionales Multicolor. Llamamos al conjunto de las bases y agrupaciones de la Multicolor a rechazar la presencialidad. La pandemia no ha sido controlada, por el contrario “muta”, y los epidemiólogos no logran establecer el período de vigencia de la inmunidad que provoca cada vacuna. Esos mismos científicos alertan acerca de una ola más fuerte en otoño-invierno, y ya advierten que los más chiquitos no compartan juguetes (Arturo López, La Nación, 7.2). El alcance demográfico de la aplicación de la vacuna se encuentra comprometido, por el acaparamiento que realizan las grandes potencias y el monopolio de unas pocas farmacéuticas.

No al inicio de las clases presenciales en pandemia, los docentes, alumnos y sus familias, primero.

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