Segunda ola de la pandemia: suspensión ya de clases presenciales en resguardo de la vida y la salud

A pocas semanas del comienzo de las clases presenciales en todo el país la conclusión es muy clara. La apertura de escuelas, como era previsible, ha generado una disparada de contagios. Ya se cuentan diez trabajadores de la Educación fallecidos desde este ´retorno a las aulas´. Los que querían “prevenir” la llegada de la “segunda ola” le echaron más leña al fuego de la pandemia, que azota a toda América Latina, produciendo colapsos sanitarios y catástrofes humanitarias (Paraguay, Chile, Brasil).

El gobierno nacional y los gobernadores optaron hace meses por “abrir la economía” a costa de la salud y la vida de la población. La apertura de escuelas es parte de las exigencias de las grandes patronales (Unión Industrial Argentina) para dejar de pagar los costos de las licencias de los trabajadores para el cuidado de sus hijos. Nunca hubo ningún interés de tipo educativo, ni pedagógico, ni de “socialización”, como lo presentaron algunos charlatanes por la TV. En realidad, detrás está el interés de la clase capitalista y los partidos patronales por colocar a la Escuela Pública dentro de la “Nueva Normalidad”. El resultado de esta política es que Argentina promedia los 14 mil casos diarios y ¡todavía no comenzaron las bajas temperaturas!, tenemos nuevas cepas (Manaos, Inglaterra, California y Río de Janeiro) del virus en circulación y una mínima parte de la población se encuentra vacunada.

La dirección sindical de la CTERA y los sindicatos provinciales forman parte de los que sostienen la “presencialidad segura” del gobierno. Firmaron sin el aval de ningún docente “protocolos” que se han demostrado impracticables en las escuelas y un acuerdo paritario que consolida salarios de miseria y golpea a las jubilaciones. No existió ningún retorno “seguro” en pandemia, así como ninguna "condición" nos haya protegido del virus. Los que afirmaban que “la muerte es el límite” han dejado pasar el fallecimiento de compañeros docentes sin llamar a la huelga para que se retrotraiga esta “presencialidad” escolar que enferma y mata.

En la última conferencia de prensa, el gobierno decretó el asueto presencial para los trabajadores de la administración pública para semana santa, pero no fue capaz de hacerlo con las actividades educativas. Pese a todas las evidencias de multiplicación de contagios, aislamiento de “burbujas” y casos en la comunidad educativa, el Ministro de Educación, Nicolas Trotta, acaba de declarar que “No estamos de acuerdo con suspender las clases presenciales” (La Prensa, 30/3). Si el gobierno toma una medida de este tipo sólo será el fruto de la lucha de la docencia y sus organizaciones. No podemos permitir que la suspensión de clases presenciales se demore un día más, ¿A qué número de contagios y muertes quieren llegar? Es nuestra vida y la de nuestras familias las que están en juego, ¡No lo podemos permitir!

La explosión de contagios y la llegada de la “segunda ola” ha hecho saltar por los aires la orientación que impulsa la fracción mayoritaria de la Lista Multicolor, que avaló la presencialidad escolar, bajo el eufemismo de reclamar “condiciones”, en todo este período. El avance de la “segunda ola” de la pandemia y el desastre sanitario que se avecina, ha hecho que ahora, de manera tardía y con los hechos consumados, se comiencen a expresar por la suspensión de las clases presenciales.

Llamamos al conjunto de la docencia a deliberar y a organizarse para poner en pie una gran campaña por la suspensión de clases presenciales. Es lo que ya comenzaron a hacer los Docentes Autoconvocados de Tucumán y Salta. Hay en desarrollo auto convocatorias y la conformación de comités de “docentes contra la presencialidad” que empiezan a tomar iniciativas de lucha. Impulsemos asambleas por escuela y reuniones de delegados con mandatos por este objetivo en cada sindicato.

Desde esta perspectiva, organicemos la huelga general educativa en defensa de la vida y la salud.

Suspensión YA de clases presenciales.

Vacunación para todos/as.

Que el Estado garantice la conectividad, los dispositivos y los recursos necesarios para la Educación Virtual.

Tribuna Docente

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30-3-21