Los “elefantes” neuquinos no se doblegan ni dejan intimidar

Escribe Iván Marín

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El Gobierno del MPN y las fuerzas represivas, Vaca Muerta, las burocracias de ATE, UPCN y Petroleros unidos contra los autoconvocados de la salud. El pueblo acompaña la lucha.

Anoche miles volvieron a movilizar en toda la provincia con las bases de Salud autoconvocadas que exigen una recomposición salarial al básico del 40%, el pase a planta permanente de los eventuales, la devolución de los días caídos y el compromiso de que no se les inicie ninguna causa por los más de 50 días de lucha y de paro ininterrumpido, de los cuales más de dos semanas incluyen más de una veintena de piquetes en rutas petroleras.

Los hospitales y centros de salud funcionan, de todos modos, con guardias mínimas. Cuentan con el apoyo de la inmensa mayoría de la población. En la otra vereda, el régimen político provincial maniobra con la intención de desarticular y/o aplastar la lucha, pero “el campo popular” está con los “elefantes”, como se conoce a los autoconvocados de salud en la provincia.

Carlos Quintriqueo, el denostado burócrata al frente de ATE Neuquén, ayer realizó un acto en el que anunció un paro por tiempo ininterrumpido. Mientras se escribe este artículo se encuentra reunido con el gobierno de Omar Gutiérrez en una conciliación de partes convocada por la Subsecretaría de Trabajo provincial. Paralelamente al anuncio de la reunión, Guillermo Pereyra, al frente del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, en una entrevista a FM Fuego de Cutral Có-Plaza Huincul, amenazaba con “movilizar 30 mil trabajadores a las rutas”. Agregó: “Les vamos a pedir amablemente a los trabajadores, entre comillas, -porque no son trabajadores-, trabajadores son aquellos que se están rompiendo el culo en los hospitales, trabajando, enfrentando a la pandemia, esos son trabajadores, pero a estos grupos anárquicos que tratan de desestabilizar les vamos a dar la lección”.

Pereyra fue enfático en su solidaridad con sus socios al frente de los sindicatos estatales: “El tema tiene que encauzarse a través de la organización sindical representativa. El gobierno no va a negociar”, -apostrofa como si fuera el gobernador-, “con estos grupos anárquicos. Estaría desconociendo a una organización sindical que es representativa en el orden nacional como es ATE. Tiene que respetar la institucionalidad. No puede negociar con gente que no tiene representatividad. Si todo se encauzara dentro del marco de organización, que es en este caso ATE y UPCN, estaría perfecto. Fijate que ahora ATE ha lanzado un paro por recomposición salarial. Está perfecto. Ese es el camino. El Gobierno está obligado a sentarse con ATE nuevamente”. Además, señaló que habla permanentemente con Gutiérrez y que “la posición del Gobernador es la misma que tengo, que tenemos todos, nosotros en particular. Que no negocien con los grupos anárquicos, que negocien con el sindicato”. Pereyra devela el carácter pérfido del ‘paro indeterminado’ de Quintriqueo, lanzado para poder levantar la lucha en nombre de ‘los huelguistas’ (fue lo que hizo Lorenzo Miguel, el burócrata eterno de la UOM, cuando lanzó un paro general el 7 de Julio de 1975, para arrogarse la representación de una huelga de masas que tenía 45 días, para levantar todo el movimiento 48 horas más tarde).

“La Mañana” de Neuquén informó que “el ministro de Energía de Neuquén, Alejandro Monteiro, señaló que la Provincia deja de recaudar regalías por 7 millones de pesos diarios y las operadoras acumulan pérdidas por 12 millones de dólares al día por los bloqueos del personal autoconvocado de Salud en las rutas petroleras”. Este es el escenario que hay detrás de las declaraciones de Pereyra, la defensa irrestricta de sus patrones. Es cierto que la satisfacción de las reivindicaciones de los autoconvocados aliviaría la caída de ganancias de las petroleras, pero a riesgo de que los trabajadores petroleros adopten los métodos de la Salud en la lucha por sus reclamos. En Villa La Angostura esta mañana Gendarmería Nacional desalojó un piquete que fue resistido en primera línea por trabajadoras autoconvocadas de Salud.

El paro de ATE es una maniobra desesperada de Quintriqueo y sus secuaces. Declara las medidas de fuerza para ocupar la posición de negociador oficial del conflicto, en alianza con el gobernador y las petroleras. La maniobra sufriría un golpe decisivo si Las bases del conjunto del Estado se suman a los piquetes en las rutas. Docentes, judiciales y el resto de las dependencias estatales tienen el desafío de romper lanzas con la burocracia y pasar a la huelga sobre la base de asamblea por distrito, repartición y oficina. La Izquierda, en Neuquén ocupa posiciones relevantes en la organización sindical, aunque es minoría, de modo que enfrenta la obligación de llamar a la huelga por afuera de las estructuras – que sería fundamental incluso en una fase tan avanzada del conflicto y de la lucha.

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