Can, derribando los muros del rock y de toda opresión

Escribe Sergio Escalas

Tiempo de lectura: 3 minutos

Con un sonido único que no se parecía al de nadie más, la banda alemana Can absorbió en su música todo lo revolucionario que se vivía a fines de los ´60 y fue parte fundamental del Krautrock, junto a bandas como Neu!, Kraftwerk, Faust, Tangerine Dream y Amon Düül II.

Antecedentes sociales y políticos

Considerando que esta banda alemana, proveniente de Colonia, se formó en 1968, es ineludible considerar el período político revolucionario que significó ese año para la clase obrera, como referencia vigente. Basta con tener en cuenta al Mayo francés, la Primavera de Praga, el Cordobazo, en Argentina; las grandes huelgas generales en Uruguay, de la Asamblea Popular en Bolivia, del giro antiimperialista en Perú, la victoria de la Unidad Popular en Chile y el subsiguiente desarrollo de los “cordones industriales” (formas de poder obrero), y del ascenso combativo de la juventud y el movimiento negro en Estados Unidos.

Quince años antes, en Berlín Oriental, se había producido un estallido, que significó el primer levantamiento contra la burocracia, post Stalin. Los trabajadores de la construcción protestaron contra el aumento en las cuotas de producción exigidas sin su consecuente aumento salarial. La insurgencia obrera continuó con la huelga y la movilización de miles de trabajadores. La dirección del Partido Comunista de la República Democrática Alemana tuvo que pedir la intervención de Moscú para derrotar el levantamiento. Fueron entonces las tropas y los tanques soviéticos, junto a la policía local, quienes intervinieron dejando centenares de muertos, intentando, infructuosamente, cerrar los levantamientos obreros contra la burocracia.

Krautrock, exploración y vanguardia

Volviendo a la música, hay dos premisas que definieron al Krautrock, como movimiento que condensó a las bandas alemanas que emprendieron una búsqueda radicalmente experimental en el Rock y en la música. Una fue la ubicarse en las antípodas de lo que era la música popular en la Alemania de fines de los ´60, el “Schlager” (género popular pasatista que, en Argentina, podríamos asimilar a figuras como Palito Ortega) y, al mismo tiempo, alejarse de las estructuras musicales del blues, características del rock anglo-estadounidense.

Algunas bandas como Kraftwerk, Tangerine Dream o Harmonia, en su búsqueda sonora, se apartaron más o menos completamente del Rock, mientras que otras como Can, se mantuvieron dentro del género, permitiéndose entrar y salir de la estructura/canción, dependiendo de a dónde los llevara la composición y la interpretación. Formados por Irmin Schmidt y Holger Czukay, tecladista y bajista respectivamente, Michael Karoli en la guitarra y Jaki Liebezeit como baterista, los dos principales cantantes de Can, fueron Malcolm Mooney y su sucesor desde 1970, Damo Suzuki.

Durante su adolescencia, Schmidt fue expulsado de la escuela por exponer, mediante el periódico del centro de estudiantes, a sus profesores colaboracionistas con el nazismo, mientras que la relación con su padre (otro simpatizante nazi que no hizo nada para impedir que se llevaran a sus vecinos judíos hacia Auschwitz), era constantemente hostil.

Con respecto a las influencias de la banda, el avant-garde, la psicodelia, la tradición clásica y contemporánea (Schmidt y Czukay fueron alumnos del visionario compositor Karlheinz Stockhausen) y el free jazz, agregando instrumentos alternativos, como máquinas de percusión y órganos precursores de los sintetizadores, desde el comienzo, en su debut "Monster Movie", de 1969, y "Soundtracks”, de 1970, junto al cantante Malcolm Mooney. A partir de allí, comenzaría la época de oro para Can.

"Tago Mago", editado en agosto de 1971 representó el punto en su discografía en el que se conjugaron el minimalismo matemático de sus ritmos con la espontaneidad de un collage de sonidos esquizofrénicos y un auténtico caleidoscopio de emociones, que llevó mucho más lejos la experimentación sonora incluso de trabajos de otros célebres rockeros contemporáneos, como Pink Floyd en la época de “Meddle”.

A "Tago Mago", primer disco de Can con Damo Suzuki como vocalista, siguieron "Ege Bamyasi" y "Future Days", otros de sus discos más reconocidos. La banda explotó, además, el exotismo de tratarse de un grupo alemán con un frontman japonés que canta en inglés. Suzuki era un performer callejero, dotando a la propuesta de la banda de una perspectiva salvaje, espontánea, impredecible y peligrosa Se empeñaron así en mantener su proceso creativo en un fluido constante, lejos de que se cristalice en una misma canción que se repita, una y otra vez.

Influencias y actualidad

En junio del año 2009, Damo Suzuki, cantante de Can, visitó por primera vez nuestro país. Esto motivó que los cineastas Guillermo Ueno y Sergio Subero hicieran el film "Alter Sapukai! Damo Suzuki en Argentina", en el que brindan tanto un registro del recital como todo tipo de imágenes libres inspiradas por la música. Tanto Suzuki como Schmidt viven actualmente y continúan tocando o componiendo.

Además de haber sido citado como una influencia por grandes nombres que van desde Radiohead, hasta Queens Of The Stone Age, pasando por Brian Eno, Sonic Youth o John Lydon, de los Sex Pistols, Can también fue una inspiración para quien escribe. Durante mi etapa de formación actoral, el tema “Peking O” fue un elemento que incidió en la creación de una escena unipersonal llamada “Voces”, en la que un pauperizado que mendigaba monedas padecía demencia, escuchando voces en su cabeza.

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