Represión y pueblada por asesinato a joven qom en Chaco

Escribe Iván Marín

La policía mató a Josué Lagos, quien se encontraba reclamando por mejoras sanitarias en el barrio Los Silos, en General San Martín.

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Nuevamente miembros de la comunidad qom en el norte argentino son asesinados y heridos como consecuencia de una represión por parte de fuerzas de seguridad. Esta vez la Policía del Chaco mató a Josué Lagos, quien se encontraba reclamando afuera del puesto sanitario del barrio Los Silos, de la localidad de General San Martín, por mejores condiciones sanitarias. Además, otra persona fue alcanzada por una bala de plomo y varias resultaron con diversas heridas. Una pueblada acabó con el puesto policial del barrio, informan los medios chaqueños.

En diálogo con Política Obrera, Rafael Sánchez, del Movimiento La Dignidad, describe que el reclamo comenzó alrededor de las nueve de la mañana del viernes cuando un grupo de vecinos concentró frente a la comisaría, que se encuentra al lado del puesto sanitario del barrio y de una escuela. Se exigía por una ambulancia y atención médica en plena pandemia. “Eso generó una discusión y también unos empujones con los efectivos de la policía, y después desencadenó en que uno de los uniformados sacó el arma reglamentaria 9 milímetros y empezó a amenazarlos, a querer que se retiren del lugar y comenzó a disparar”, comienza su relato. Agrega que “uno de esos balazos le pegó en el pecho a este compañero de 23 años”.

Manifiesta que el cuerpo del joven estuvo tirado durante varias horas hasta que alrededor de las dos de la tarde una ambulancia se lo llevó a la morgue de Resistencia, capital de la provincia, a realizarle la autopsia. También denuncia que durante la tarde se llevaron un vehículo sin patente que pertenecería a la policía. “Lo único que había en la parte de adentro era un barbijo que decía ´Policía del Chaco` y un vino abierto Alma Mora y otro más que se ve que ya lo habían tomado. En ese auto se movilizaban los policías, que lo abandonaron y recién lo secuestró Gendarmería Nacional”, detalla. “Quedaron alrededor de 15 casquillos de la 9 milímetros en el lugar”, completa.

Según medios de comunicación chaqueños, la respuesta de los vecinos del barrio fue una pueblada reprimida ferozmente con la policía, con el saldo de varios heridos y la destrucción del puesto policial. Durante el resto de la jornada miles de personas concentraron en rutas de la provincia exigiendo justicia por el caso. “La gente quiere ser atendida por el gobernador para presentar su reclamo y tener una respuesta del Estado, tanto provincial o nacional. Que alguien dé una respuesta a las necesidades de la comunidad porque eso que generó hoy es justamente la necesidad de los pueblos”, expresa Sánchez.

El ministerio de Seguridad de la provincia informó que detuvieron a 5 policías por el homicidio de Lagos y que la secretaría de Derechos Humanos se presentará como querellante de la causa con el consentimiento de la familia. La respuesta del gobierno a cargo de Jorge Capitanich parece apuntar, en una primera instancia, a circunscribirse a los autores materiales del crimen desligando al resto de la cúpula policial y a los responsables políticos de la constante criminalización de la pobreza y de los pueblos originarios que se registra en la provincia. No podría ser de otra manera, Capitanich es parte la clase social que lleva adelante estas prácticas genocidas hace décadas en la zona.

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