Escribe Marcelo Ramal
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La 'interna abierta' de la Izquierda ha levantado alguna polvareda y más confusión política. El PTS ha lanzado una campaña de firmas por la “unidad de la izquierda” y las PASO, que incluye a quienes no son socialistas, a quienes consideran al gobierno de trabajadores un atropello al “estado de derecho” u otros que entienden que la economía planificada simplemente ha pasado de moda. Se impone la conclusión que quienes piensan de este modo creen que el FIT-U es completamente ajeno a la dictadura del proletariado o que es incluso un devoto de la democracia formal, ni qué hablar de que la clase obrera se haga cargo del desarrollo de las fuerzas productivas, incluido un metabolismo histórico-natural con el medio ambiente. Una ´juntada de firmas´ de esta característica es una definición anticipada del contenido que el PTS pretende dar a la campaña electoral, que se presenta así más desfigurada que en el pasado. El aparato del PO oficial también ha emprendido su juntada de firmas, pero con otro propósito: realizar un Congreso relámpago, sin el debido debate previo ni otra forma de clarificación política, donde en lugar de contar los votos en internas, se contarían a los concurrentes de cada organización participante del evento.
Estas contradicciones ponen en duda que unos quieran las PASO y los otros un Congreso. Reafirman la sospecha de que se trata de posturas más infantiles que demagógicas, en un juego de presiones por la definición de candidaturas entre los bastidores del FIT-U. Es significativo, en este sentido, que el PTS nunca desmienta nuestro señalamiento de ‘segundas intenciones’ – una práctica que ya aplicó en Jujuy y en Salta -, y no apoye el reclamo de las PASO en una resolución política integral o metodológica de su dirección.
Para distraer a la militancia de la cuestión principal, los dirigentes más sueltos de palabra y tuiteros del PTS la han emprendido contra la Tendencia, ¡que, sin embargo, apoya la realización de las PASO! El PTS ni siquiera nos ha pedido la firma para su campaña por una PASO de la izquierda. Ha denunciado, en cambio, nuestro reclamo de que cada partido participe de las internas en su propio nombre y no formando bloques, para incidir en los resultados. Pero Altamira ha apuntado a que el FIT-U no se presente en bloque en una interna contra otros partidos que se quieran presentar, una vez que hubiera ‘arreglado’ sus entuertos internos. Los sueltos de palabra no han desmentido esta presunción, es decir que de algún modo la confirman. Los partidarios de las Paso, por un lado, y los adversarios de ellas, por el otro, arreglarían sus cuitas entre bastidores, y luego saldrían a ‘denunciar’ a quienes no participen de esta patraña como ‘enemigos número uno’ de la ‘unidad’. Lo que tiene que decir el PTS es qué bloque tiene intención de formar. Es claro que cualquiera sea ese bloque no será principista, como lo demuestran las divergencias y choques que exhiben a diario. El bloque que el PO e Izquierda Socialista formaron en 2015 sí era un bloque de principios, porque su eje era combatir la concepción del FIT como “un campo de disputas”, que ha sostenido todo el tiempo el PTS. O sea, un frente a su servicio.
De nuevo, ¿cuál es el programa de ese bloque misterioso que el PTS insinúa pero no postula? Un bloque con el MST, con quien coinciden en que se realicen las PASO, dejaría de tener sentido si ellas se realizan y menos sentido aún si no tienen lugar. Sería, de cualquier manera, un bloque sin principios, porque visualizan las PASO como una disputa de reparto de candidaturas, sin exponer un programa común, aunque el FIT-U alegue tener un programa que sin embargo no los une sino que los divide. De todos modos, estarían en todo el derecho de hacer un frente sin principios en unas PASO; nuestra Tendencia no se mete en el derecho de todo el mundo a practicar el oportunismo – nos alcanza con denunciarlo, delimitarnos de él, y combatirlo con los métodos más apropiados para el desarrollo político independiente de la clase obrera. Lo mismo vale para un eventual bloque del PO (O)-IS, para el cual la ‘unidad’ se confunde con un reparto beneficioso de candidaturas. Todas estas clarificaciones, de nuestra parte, podrían parecer ociosas, dado que tienen que ver con unas PASO que quienes la propugnan tampoco la quieren. Pero son de extrema importancia para dejar en claro qué papel juega cada uno cuando se trata de la “unidad” y de la “izquierda”. Llamamos a quienes proponen esa unidad electoral por medio de las PASO, a que pasen precisamente de la palabra y la ‘juntada’ a los hechos.
En cuanto al MST, viene reclamando las PASO de la izquierda desde que naufragaron sus frentes con el cordobés Luis Juez y con el lamentablemente fallecido Pino Solanas. En el caso del MST, no le interesan las firmas de las “personalidades, figuras, intelectuales”, si no que integren el frente mismo. Pablo Vasco, un dirigente conocido del MST, asegura que “nadie, ni partido ni persona, integra un frente cuyo programa no comparte”. Quiere decir, por medio de una frase invertida, que son personas de pura cepa izquierdista desde el momento que acordarían con el programa del FIT-U. O sea que pone el obstáculo de ese programa para quien, en desacuerdo con él, como es el caso de nuestra Tendencia, quiera ir a las PASO, y lo presenta al mismo tiempo como andarivel para quienes el programa es secundario y las ganancias políticas lo fundamental. En cuanto a las “personalidades”, no sería la primera vez que un acuerdo de palabra y no real, ha servido para el carrerismo político.
En una palabra, apoyamos unas PASO entre quienes integran la izquierda histórica de este país, incluso si de ningún modo reivindicamos esa trayectoria, y más bien hemos sido sus críticos.
Tenemos, por último, la propuesta de un Congreso por parte del aparato oficial del PO. Un Congreso de apuro y a las apuradas. Con esta característica, no supera ni de lejos a unas PASO. Las PASO, si se organizaran en forma militante, con debates sucesivos por las redes, y también otros espacios, serían mejor congreso que la improvisación del aparato del PO. El PTS le ha advertido al PO oficial que pretende el primer lugar en todas las listas del país, y la dificultad para asimilar tamañas pretensiones lo ha atascado en la propuesta de un Congreso fantasma. En las asambleas abiertas que ha convocado el Sutna antes de la pandemia, este aparato ha exigido siempre la censura a la intervención de nuestra Tendencia.
Nuestra corriente sostuvo, incluso desde el Partido Obrero, hace tres años atrás, que un congreso de izquierda debía ser objeto de todo un trabajo de preparación, con boletines de discusión entre los partidos participantes. Los actuales impulsores del “Congreso” repudiaron sumariamente esa posibilidad. Ahora, quieren un Congreso en 15 días. Consciente de su inviabilidad, Pitrola, en un reciente video, abrió la posibilidad de que se concrete “después del cierre de candidaturas”. ¿Ha tirado la toalla? Si es así lo comprobaremos enseguida cuando el PTS renuncie a “la unidad de TODA la izquierda en unas PASO”. En ese caso, la comedia estaría a un paso de convertirse en farsa.
Todo este ‘vodevil’ de pseudo propuestas exhibe el impasse del FIT U, que no teme el ridículo, mientras reclama no hacer ese ridículo convocando a las PASO. Las PASO son inocentes. Nuestra Tendencia ha planteado las PASO con completa conciencia de este impasse, pero en el contexto de unas elecciones que se desarrollarán bajo una crisis política de envergadura de todas las instituciones del Estado, del estado mismo y de sus partidos principales. Golpear a todo este aparato capitalista, incluso por medio de elecciones, sería un paso adelante, esto mientras lo hagamos sin comprometer ni desfigurar el programa revolucionario. Este programa es, no un papel, sino una conquista de seis décadas de lucha, bajo democracias y dictaduras, en ofensivas y reflujos, en derrotas y victorias.
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