Programa de Política Obrera para las PASO de setiembre de 2021

Escribe Politica Obrera

Aprobado por la conferencia nacional realizada entre el 10 y 16 de Julio.

Tiempo de lectura: 10 minutos

Las elecciones de medio término en la Argentina tendrán lugar bajo la conmoción mundial y nacional desatada por la pandemia.

Las tentativas de oficialistas y opositores por manipular el calendario electoral, en la expectativa de atenuar el impacto del Covid, han fracasado. Como en todo el mundo, las campañas vacunatorias marchan por detrás de las nuevas variantes del virus. Esas mutaciones son la consecuencia del feroz presencialismo industrial, comercial y educativo, que apresuró el regreso masivo al trabajo para la generación de beneficios al capital. En definitiva, la pandemia ha demostrado la incompatibilidad entre la organización social vigente, el capitalismo, por un lado, y la mera supervivencia humana, por el otro.

En Argentina, asistimos a una crisis social sin antecedentes a la vista. La cuestión de la pobreza ha alcanzado dimensiones históricas. La salida a este derrumbe nacional plantea la necesidad de un gobierno de trabajadores, como resultado de una revolución social. La pandemia agravó y sigue agravando estas condiciones debido al gigantesco rescate del gran capital, promovido por todos los gobiernos capitalistas. Las consecuencias económicas han sido un enorme desempleo y una mayor inflación. Los salarios y las jubilaciones han soportado un ajuste severo. Los Fernández han aplicado uno de los mayores ajustes fiscales y monetarios de la historia para encaminar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Este acuerdo, antes que abrir las canillas del financiamiento internacional, prevé una destrucción de las condiciones de vida y de trabajo, mediante las llamadas ´reformas´ – laboral y previsional.

La crisis argentina se inscribe un marco internacional y continental de rebeliones populares. En Argentina van en aumento las luchas fabriles; las de la salud; las huelgas docentes contra la presencialidad; los piquetes de tercerizados, las movilizaciones de desocupados. Los obstáculos que pone la burocracia estatizada son enfrentados por autoconvocatorias y coordinadores.

Las elecciones PASO podrán ser de “medio término”, pero se desarrollan en estas condiciones explosivas. Por arriba, buscan dirimir las condiciones de la “gobernabilidad”. Por un lado, opera una variante desestabilizadora – la del macrismo. En el otro polo, una tentativa imposible de bonapartismo. El 'albertismo' y el 'larretismo' plantean una suerte de precaria 'unidad nacional'. En la izquierda democratizante domina un inmovilismo parlamentarista. Política Obrera será una tribuna de propaganda socialista, para construir un partido poderoso de la clase obrera. Es el camino para que los explotados pongan fin a este régimen de hambre por medio de sus métodos de lucha históricos.

Pandemia

La existencia de 100.000 muertos pone de manifiesto el fracaso de la gestión capitalista de la pandemia, por un lado, y el antagonismo irreconciliable entre la vida y la salud y el capitalismo, por el otro. Las nuevas variantes del virus han impugnado la tesis de que la vacunación es suficiente para retornar a las condiciones de existencia previa, o sea, sin que medie una revolución social en las condiciones de trabajo, de salud y de vivienda.

En oposición al “aperturismo” de los capitalistas y sus gobiernos, defendemos la restricción de las actividades no esenciales y la implementación de protocolos sanitarios dictados por los trabajadores y sus organizaciones en las actividades esenciales, financiadas por las ganancias capitalistas y, ante todo, por el desconocimiento de la deuda pública, interna y externa.

La campaña vacunatoria, tardía e insuficiente, ha quedado condicionada por el acaparamiento de las vacunas y de los insumos para su producción por parte de los monopolios y Estados capitalistas. Ha sido perjudicada también por la rivalidad despiadada entre las principales potencias.

Reivindicamos la abolición de las patentes, es decir, de la confiscación capitalista del conocimiento científico y técnico, que ha sido desarrollado principalmente por el sector público. Reivindicamos, asimismo, la nacionalización sin pago del Big Farma y de la industria de insumos médicos, para ser colocada por entero al servicio del combate a la pandemia. Llamamos a una lucha internacional por la socialización del avance científico, incluida una alianza con aquellos gobiernos dispuestos a resistir la coacción internacional de las grandes potencias.

Evitar el colapso de los sistemas de salud se ha convertido en la coartada para justificar una apertura económica que acumula los muertos en las terapias intensivas. El sistema de salud sí colapsó, como lo muestra el cierre virtual a todas las otras dolencias graves, y como lo demuestra el abuso laboral y salarial contra el personal de salud.

Reivindicamos mayores incorporaciones de trabajadores de la salud, la reducción de la jornada laboral a seis horas, un salario mínimo igual a la canasta familiar y un aumento general de los salarios en todas las categorías, mayor a la inflación. Por el reconocimiento profesional de la enfermería.

En oposición a un sistema de salud pública sin recursos, de un lado, y a una “industria de la salud” que parasita de los fondos públicos y de los aportes obreros, del otro, luchamos por un sistema de salud único y estatal, dirigido por representantes de los trabajadores de la salud.

Salario mínimo igual al costo de la canasta familiar

Si la pobreza llega al 50% de los argentinos, es porque los salarios de una parte importante de los que trabajan, incluso con salario de convenio y en blanco, se encuentran por debajo de los niveles de pobreza.

Reivindicamos un aumento salarial inmediato del 50%, un salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar, hoy en $120.000, y la indexación mensual. Reivindicamos la lucha y la huelga por la obtención de estos reclamos, incluida la huelga general.

En oposición a la consigna hipócrita de “ningún trabajador por debajo de la línea de pobreza”, levantamos el reclamo de “todos los trabajadores por encima del costo de la canasta familiar”.

En oposición a las burocracias sindicales que han convalidado este despojo al salario, Política Obrera, tendencia del Partido Obrero, apoya las autoconvocatorias, coordinadoras y todas las iniciativas de lucha de la clase obrera. Los reclamos del salario y del derecho al trabajo serán arrancados con una acción de conjunto de todos los trabajadores, la huelga general.

Contra la desocupación

Un 40% de los trabajadores ni siquiera cuentan con convenio y estabilidad laboral. Dentro de ellos, existen 9 millones precarizados o desocupados. Para esta masa de trabajadores sin derechos, incluyendo a miles de contratados o falsos “monotributistas”, las “limitaciones al despido” son un papel mojado.

Los planes sociales -que sólo reciben uno de cada diez desocupados- no cubren ni la mitad de la canasta alimentaria. El Estado obliga a sus “beneficiarios” a una prestación laboral –o sea que se sirve de ellos para crear una gigantesca plataforma de trabajo precario. Como señalara un gran programa obrero de nuestra época, “El derecho al trabajo es el único derecho serio que le queda al trabajador en una sociedad basada en la explotación, pero hoy se lo quieren denegar en todo momento”. En defensa de ese derecho, y en asociación con la reivindicación de la canasta familiar como salario mínimo, planteamos la reducción de la jornada laboral; la oposición a los despidos y el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; el pase a planta de todos los precarizados que se desempeñan en municipios y provincias; un plan de obras públicas que emplee a los millones de compañeros desocupados, que atienda prioritariamente la construcción de hospitales, centros de salud, urbanización de barrios precarios y la vivienda popular.

En medio de la miseria popular que asuela a las barriadas, apoyamos las luchas por la asistencia integral estatal a los comedores populares, y un subsidio a todo trabajador desocupado equivalente al costo de la canasta básica.

Jubilaciones

Incluso antes de la pandemia, el gobierno de los Fernández eliminó la movilidad de las jubilaciones de acuerdo a la inflación. Fue la primera ofrenda del gobierno de los Fernández a los fondos internacionales, a saber, recortar decisivamente los gastos previsionales. Siguió, de este modo, la línea maestra de los gobiernos capitalistas de las últimas décadas y del macrismo: degradar la jubilación a la condición de un ingreso asistencial. La actual jubilación mínima, de $23.000, apenas cubre la tercera parte de una canasta de pobreza. En oposición a este saqueo, reivindicamos una jubilación mínima igual al 82% del costo de la canasta familiar; un aumento inmediato de jubilaciones y pensiones de $40.000. El PAMI y el ANSES deben estar bajo la dirección de jubilados y trabajadores electos. Ningún aumento de la edad para jubilarse.

Educación

La ruina de la educación estatal tiene múltiples manifestaciones. Comienza con la situación de los salarios docentes, que empujan al maestro y al profesor a desplegarse en jornadas dobles y un régimen laboral agobiante. Continúa con el derrumbe edilicio y la carencia de recursos pedagógicos. Como contrapartida de esta asfixia a la educación estatal, crece la educación privada y confesional. Reivindicaciones como la educación sexual integral, chocan con el veto del clero y el capital asociados en el negocio educativo.

La llamada “calidad educativa” es incompatible con la conversión de la educación en un valor de cambio – o sea, con la privatización. Reivindicamos para los docentes un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar; la defensa de su sistema especial de retiro; por la duplicación del presupuesto educativo; por un sistema educativo estatal, único y laico. Por una gestión política y cultural del sistema educativo por parte de los docentes, la clase obrera y los trabajadores intelectuales consustanciados con la universalidad de la condición humana.

Juventud

La desocupación afecta a uno de cada cuatro jóvenes. Desde hace décadas, sufren la más salvaje precarización laboral. Los planes de “empleo joven” constituyen un subsidio encubierto al capital, a costa de la mayor degradación en las condiciones de trabajo de las nuevas generaciones. Los nuevos filones laborales -como los repartidores- tienen lugar sin las menores condiciones de salud o seguridad para sus jóvenes trabajadores. Bajo la pandemia, las posibilidades de estudio de los jóvenes han sido cercenadas por la ausencia de medios y recursos para conectarse virtualmente.

La lucha contra la precarización juvenil, por el ingreso al trabajo con todos los derechos laborales; por becas y por una formación integral – teoría y práctica; por equipamiento y conectividad, por una elevación material y cultural en todos los planos, son reivindicaciones que exigen la organización socialista de la juventud, en directa vinculación con la organización de la clase obrera en su propio partido.

Vivienda

La crisis humanitaria de la pandemia ha expuesto la lacerante penuria de vivienda. Miles de compañeros debieron dejar las viviendas cuyos alquileres no podían pagar. El gran capital financiero e inmobiliario ha explotado la crisis para acaparar predios y terrenos, encareciendo todavía más el acceso al techo. El gobierno ha sido un factor activo de este encarecimiento, porque alienta los negociados inmobiliarios. En la joya inmobiliaria que es la CABA, macristas y kirchneristas han formado un frente único de negociados.

Además, el gobierno ha levantado toda limitación a los desalojos, al tiempo que estableció un régimen usurario para las deudas acumuladas por los inquilinos.

Por la suspensión inmediata de los desalojos; por alquileres que no superen el 15% del ingreso familiar; por impuestos progresivos y confiscatorios a las viviendas ociosas de los grandes acaparadores. Un gobierno de trabajadores impulsará una reforma urbana integral, mediante la nacionalización del suelo y planes de vivienda para la totalidad de la población que la necesita. Desprocesamiento de todos los luchadores por el techo y la tierra.

Mujer

La crisis humanitaria del Covid ha multiplicado todos los agravios contra la mujer y en especial contra la mujer trabajadora. La violencia doméstica se ha acrecentado, bajo la tensión del hacinamiento familiar, la falta de trabajo y de ingresos. El Estado, con sus funcionarios y fiscales, es cómplice y encubridor de la violencia a la mujer, mientas el poder judicial no vacila a la hora de criminalizar a la mujer trabajadora, como ocurre con la salteña Yolanda Vargas.

Los lobbys clericales combaten la aplicación del aborto legal.

La lucha contra la opresión de las mujeres, de la disidencia sexual y de la niñez debe ser parte de una agenda común de la clase obrera. Igual trabajo por igual salario; por centros de atención a la mujer agredida, bajo supervisión de las organizaciones de la mujer; por la plena vigencia del aborto legal, seguro y gratuito. Abajo la criminalización de la mujer. Reivindicamos como condición para la emancipación de las mujeres su organización independiente, con comités autónomos en los lugares de estudio, de trabajo y en las barriadas. Por el derecho a organizar piquetes de defensa.

Deuda externa

Los demagogos derechistas y sus secuaces populistas encubren que la razón de la crisis de la finanzas públicas es, en primer lugar, la deuda pública, que representa más de 400 mil millones de dólares y más del 100% del producto bruto nacional – sin computar los intereses.

El FMI se ha convertido, mediante el préstamo al macrismo para garantizar la fuga de capitales, en cómplice de un vaciamiento de Argentina. En este vaciamiento ha colaborado el Congreso nacional y el Poder Judicial, ahora con el concurso del gobierno de los Fernández. El FMI debe ser demandado ante los tribunales internacionales. La mentada “continuidad jurídica del Estado” no puede justificar un vaciamiento nacional.

Oficialistas y opositores NO ignoran que la deuda es impagable. Sólo aspiran a renovar un plan de pagos a perpetuidad. Es el colonialismo perfecto, y un horizonte intolerable para la mayoría que vive de su trabajo. En oposición a él, reivindicamos el desconocimiento de la deuda pública (externa e interna). Esta medida volverá a convertir la cuestión de la deuda externa en un factor de crisis internacional y de movilización de los pueblos.

El Congreso que saldrá de las próximas elecciones se dispone a votar el acuerdo con el FMI, como lo han acordado JxC, el FdT y el propio FMI. La bancada de Política Obrera no se limitará a votar en contra de este acto delictivo sino que se valdrá de la tribuna parlamentaria para llamar a la huelga general contra ese acuerdo de la infamia.

Por una Constituyente Soberana y revocable

El lugar de una izquierda auténtica, o sea socialista y revolucionaria, en este escenario, es inequívoco. Ante el gigantesco despliegue de la pobreza, de un lado, y un status de coloniaje del otro, es necesario poner fin al régimen político presente, horadado por crisis recurrentes por arriba, bordeando la ingobernabilidad. No convocamos al voto en una perspectiva parlamentaria, sino de agotamiento de este parlamentarismo para proveer soluciones de conjunto.

En estas condiciones concretas, reivindicamos la convocatoria de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, es decir, que asuma el poder político y con capacidad para atacar las raíces históricas y sociales del derrumbe social. No se trata de redactar una nueva carta constitucional sino de remover al régimen político actual, en la perspectiva de un gobierno de trabajadores. Reivindicamos la utilización del Congreso Nacional para propagandizar esta salida y para llamar a los trabajadores a la movilización y a la organización para hacerla efectiva.

Llamamos a los luchadores y activistas a sumarse a la campaña de Política Obrera; a contribuir, con su acción y con su voto, a que derrotemos el primer escollo proscriptivo de las PASO, que nos exige alcanzar el 1,5% de los votos para participar de las elecciones generales en noviembre.

Convocamos a los trabajadores, a la juventud, a la mujer a actuar como fiscales de nuestra lista en todas las provincias donde nos presentamos.

Suscribite a Política Obrera