Los Fernández se valen de la pandemia para reducir el número de jubilados

Escribe Emiliano Monge

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Los Fernández prometieron elevar salarios y jubilaciones, sin embargo, la primera medida de gestión fue derogar la indexación de las jubilaciones por inflación jubilatorio y desvalorizar los haberes. A esto se agrega el número de jubilados y pensionados cayó por primera vez en 15 años. Ismael Bermúdez al “desempleo, informalidad laboral y la pandemia” (Clarín, 22/7). En enero de 2020, ANSeS pagó 6.936.277 jubilaciones y pensiones, pero en marzo de 2021 la cifra fue de 6.826.285 beneficiados, 109.942 jubilados menos. Por ‘pandemia’ debe entenderse una dilación de los trámites jubilatorios, funcional al propósito del gobierno de ‘ajustar’ los gastos del Tesoro.

En lugar de las jubilaciones, sí subieron, aunque módicamente, las pensiones no contributivas: “Entre pensiones no contributivas –por invalidez o vejez– y PUAM (Pensión Universal al Adulto Mayor) en el mismo período, el número de beneficiarios aumentó de 1.601.405 a 1.657.061. son 55.656 más” (ídem). Más de la mitad corresponde a la PUAM, que representa el 80% de un haber mínimo, esto es, sólo $18.452.

Por ‘informalidad laboral’ debe entenderse que las patronales no registran a los trabajadores que emplean, con la consecuencia de que estos no pueden demostrar los años laborales necesarios para la jubilación. Con una cifra, que según una encuesta de CLACSO, llega al 60% de informalidad laboral, para muchos la única opción es acceder a una pensión no contributiva. Entre abril y septiembre del año pasado la cantidad de solicitudes de trámites jubilatorios cayó a la mitad de su promedio histórico para el período, y estas fueron “absorbidas” por las pensiones no contributivas.

El ajuste que pide el FMI

Esto caída en el número de jubilados nuevos significó un “ahorro” previsional, como lo exige el FMI. En efecto, “(…) el haber medio de las jubilaciones y pensiones fue en marzo pasado de $31.310, mientras que el de los beneficios no contributivos fue de $16.927” (ídem). De las 6.826.825 jubilaciones y pensiones, el 63,2% (4.316.036) cobran el haber mínimo ($ 23.065), mientras que el 21,1% (1.437.919) entre uno y 2 haberes mínimos, y el 15,7% (1.072.330) más de 2 haberes mínimos.

De marzo a marzo 2020/1, “el haber medio de jubilaciones y pensiones pasó de $ 24.035 a $ 31.310, un alza del 30,3%.” (ídem). Pero de acuerdo a las estadísticas oficiales, la inflación en ese período, fue del 42,6%, una pérdida de 12% de poder adquisitivo de las ya magras jubilaciones. “Esta caída del poder de compra del haber medio se acentuó por el achatamiento de los haberes: en marzo de 2020 se otorgó un incremento menor a los que más ganan provocando un descenso mayor en el promedio del sistema. En ese mismo período, también las pensiones no contributivas perdieron frente a la inflación: pasaron de $ 13.136 a $ 16.927: un alza del 28,8%” (ídem).

En los primeros 6 meses de este año, la ANSeS otorgó 249.841 jubilaciones y pensiones. De ese total, el 39% fueron beneficios con aportes realizado, otros 62.893 se otorgaron con moratoria y 89.758 a pensiones no contributivas y PUAM. Esto significa que 6 de cada 10 trabajadores tuvieron que recurrir a moratorias o a pensiones con escasos o nulos aportes. Sin embargo, en la mayoría de casos trabajaron toda la vida pero la patronal no pagó los aportes y las cargas sociales y seguros, por lo que el trabajador tuvo que hacer frente a gastos de todo tipo con su bolsillo.

La pandemia también significó un “ahorro previsional”. En el mismo período de los primeros 6 meses del año, las bajas sumaron 222.014, gran parte por Covid-19 o muertes relacionadas con la pandemia.

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