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El cierre de listas en la provincia coincidió con un paro docente de 48 horas. Exigen reapertura de paritarias, que se encuentran congeladas para todos los estatales hace 2 años.
La campaña electoral se largó en Chubut sumida en un clima de apatía política para con los partidos tradicionales -léase patronales-. Mientras la rosca del cierre de listas le era ajena al conjunto de la población, la conducción de la ATECH (Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut) se vio obligada a comunicar el llamado a un paro de 48 horas para la vuelta a clases tras el receso invernal. La adhesión fue importante en toda la provincia y marca el regreso a las calles de la docencia después de varios meses. En Trelew convocan al conjunto de la comunidad a una marcha de antorchas para este martes a las 18 horas. Reclaman apertura de paritarias y recomposición salarial. Personal de salud parará este jueves. El descontento crece en el conjunto de los estatales ante las políticas de ajuste y amenaza con expresarse nuevamente de manera masiva si no reciben una respuesta. El Gobierno anticipó que no habrá aumentos. La campaña electoral transcurrirá entre la contradicción de seguir sosteniendo la “gobernabilidad” de Arcioni y las exigencias salariales mencionadas, es decir, en las puertas de un escenario explosivo, que cuenta con antecedentes de rebeliones populares en el pasado inmediato en la provincia.
El oficialismo provincial enrolado en Chubut Somos Todos (ChuSoTo) no logró conformar un frente, por lo que se presentará solo. Encabezan las listas dos funcionarios gubernamentales: el fascistoide ministro de Seguridad Federico Massoni y el ministro de Salud Fabián Puratich. Aunque se aguarda el fallo de la Cámara Nacional Electoral ya que el juez federal Hugo Sastre impugnó la lista por llevar candidatos extrapartidarios, entre ellos Massoni. Según trascendió en los medios, Arcioni recurrió a Sergio Massa para que gestione la autorización. El PJ logró conformar el Frente de Todos con otras fuerzas, y las listas serán encabezadas por Carlos Linares y Florencia Papaiani en senadores y Eugenia Alianello Rafael Bernardi en diputados. El acuerdo incluye a casi todas las facciones del pejotismo oficial, entre ellos al vicegobernador Ricardo Sastre. De todas formas, habrá internas con otros sectores menores. En Juntos por el Cambio se presentaron cuatro listas.
La elección en Chubut es de suma importancia para Cristina Fernández ya que se renuevan las tres bancas de la provincia en el Senado, todas en manos del Frente de Todos. Un triunfo le asegura retener dos y perder una, que es a lo que aspiran desde el Instituto Patria. Un segundo puesto sería tomado como una derrota y un tercer lugar como una calamidad. Es que el Frente de Todos no puede perder más de 4 bancas de las 15 que renueva para sostener el quórum en el Senado. De todas formas, la situación se matiza si se tiene presente que el ChuSoTo responde a Massa.
Como ocurre en el resto del país, el Frente de Izquierda en Chubut también va a internas; es una fuerza política marginal en el escenario político y de la lucha de clases provincial. El MST se presenta como favorito a llevarse la interna ante la alianza del PO, el PTS y el PSTU, que recién lograron acordar cargos una hora antes del cierre de listas. Los temores de este sector ante una posible derrota llevaron a una dura negociación por los puestos en la lista, en el cálculo de qué representantes podrían quedar en caso de que el Frente de Izquierda supere las PASO.
Desde fines de 2017 se pegó un salto en las políticas de ajuste en la provincia, que fue respondido por multitudinarias movilizaciones en el primer semestre de 2018 y en el segundo de 2019, poniendo en jaque al gobierno de Arcioni en varias oportunidades. La pandemia y el “pacto social” entre la burocracia sindical y la pseudo oposición del PJ-kirchnerismo le dieron cierto aire al Ejecutivo provincial, que aprovechó el desgaste que todas estas maniobras generaron en los sectores más combativos del activismo. Según un artículo de este domingo en El Extremo Sur, “entre el primer trimestre de 2019 y el mismo período de este año, los salarios estatales perdieron en conjunto 26,93% frente a la inflación”. Aunque no todos los sectores se vieron afectados de la misma manera, -siempre según el informe mencionado-, los judiciales perdieron el 61,71% del poder adquisitivo, seguidos por los empleados del Poder Legislativo con una caída del 52,92%; mientras que en Educación perdieron el 20,23%; en Salud el 16,49% y los efectivos policiales el 15,17%. Esta es la consecuencia de casi dos años del no pago en tiempo y forma de los salarios ni de paritarias, es decir, de un congelamiento feroz de los sueldos.
El descontento ante esta situación está dando paso a las primeras muestras de organización en las calles luego de algunos meses sin grandes movilizaciones de trabajadores. La semana empezó con un paro de 48 horas de los docentes en toda la provincia, con importante acatamiento pese a que la conducción de la ATECH se jugó a que la medida sea sin movilización. En Trelew el lunes por la mañana se desarrolló una asamblea autoconvocada que acordó la convocatoria a una marcha de antorchas para este martes a las 18 horas. En Comodoro Rivadavia también se movilizó. Mientras se escribe este artículo en otras localidades también se piensan acciones para la semana. Además, el SISAP (Sindicato de la Salud Pública) convocó a un paro de 24 horas para este jueves y otro de 48 para la próxima semana si no hay respuesta a la exigencia de apertura de paritarias. Las autoconvocatorias amenazan con seguir desarrollándose, lo que volverá a poner en escena la necesaria coordinación de las bases para enfrentar la política de los partidos patronales. Chubut está en las puertas de un convulsivo escenario como supo vivir en distintas oportunidades en los últimos años. Ese es el marco en el que transcurrirá la campaña electoral.