Salta: las elecciones que vienen y la “segunda ola” que no se va

Escribe Julio Quintana

La campaña de Política Obrera y las luchas

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El aplazamiento de las elecciones provinciales del 4 de julio al 15 de agosto próximo, por parte del gobernador Sáenz, no sirvió para blindarlas de la crisis excepcional que se encuentra en curso. El ex titular del Comité Operativo de Emergencia, Francisco Aguilar, advirtió que la nueva fecha podría coincidir con el máximo pico de la “segunda ola”. Su sucesor, el actual ministro de Salud, Juan José Esteban, afirmó que las elecciones podrían suspenderse nuevamente por ese motivo. Sáenz especula con esta posibilidad, ante una importante tendencia a la abstención. Por lo pronto, el gobernador busca condicionar aún más la campaña electoral al cumplimiento de los “protocolos covid”, afectando a las fuerzas que, por falta de recursos, tienen menos posibilidades de propaganda audio visual.

El anuncio de compra de vacunas a la farmacéutica J&J quedó en la nada. Con las vacunas otorgadas por el gobierno nacional apenas se ha vacunado con dos dosis al 13% de la población. Sáenz se ha visto obligado a extender por una semana las vacaciones de invierno para bajar el flujo de contagios, ante un sistema de salud extenuado. Según las denuncias de sus propios trabajadores, el hospital tartagalense Juan Domingo Perón se encuentra colapsado.

El gobierno busca que los trabajadores dejen de lado la pelea por sus reivindicaciones. En el caso de la docencia ha establecido descuentos arbitrarios a los días de paro, al tiempo que adelantó a julio y agosto el pago de una cuota del 10% del aumento que inicialmente se pagaría en setiembre. La docencia autoconvocada salteña ha votado el no inicio de las clases. En el caso de los trabajadores de la Salud, estableció una mesa de negociación con el personal médico que reclama aumentos salariales y la creación de nuevos cargos. Ante la huelga de los obreros de Cerámica Alberdi que ya lleva más de 11 días, Sáenz respondió con el envío de la infantería contra el piquete obrero.

El cuadro de miseria social que golpea a los trabajadores salteños, el colapso hospitalario bajo la pandemia, el crecimiento de la precariedad laboral y del déficit habitacional, no ocupa ningún lugar en las campañas electorales de macristas, kirchneristas y saencistas. Por el contrario, los macristas, coinciden con saencistas y fernandistas en que bajo la pandemia hay que apoyar al gobierno provincial. Los kirchneristas han quedado totalmente desdibujados, sobre todo después que el oficialismo nacional le impusiera desde Buenos Aires que la lista para diputados nacionales del FDT sea encabezada por el PJ de Sáenz.

Por su parte el FIT-U repite su clásica campaña autoproclamatoria de “única oposición” al gobierno, sin mostrar ese carácter con ningún ejemplo concreto de luchas, aunque sí con proyectos parlamentarios que no trascienden.

La campaña de Política Obrera, coloca fuertemente el acento en la necesidad de afectar los beneficios e intereses de los capitalistas para financiar las medidas necesarias en resguardo de la vida de los trabajadores salteños. En las barriadas de capital, los compañeros más activos del Polo Obrero se están sumando a la campaña, a la par de lucha la titularización de sus terrenos y la urbanización de los barrios. En el caso de Colonia Santa Rosa, se han sumado obreros y obreras rurales, que están luchado para acabar con el negreo patronal en las quintas y fincas, avalado por el gobierno y la burocracia sindical de Uatre.

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