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Una masa docente copó las calles este lunes en diferentes puntos de la provincia. La docencia autoconvocada salió a repudiar al gobierno de Sáenz por atacar la huelga, pero los huelguistas contraatacan con más paro, acampe y movilización.
En lo que va de la pandemia un activismo docente muy aguerrido ha realizado enormes esfuerzos por reconstituir la autoconvocatoria y darle un curso de deliberación y acción a través de la defensa de la asamblea provincial. Las sesiones de la asamblea durante las vacaciones han votado el paro por tiempo indeterminado por parte de la docencia del interior, sobre todo. Los delegados de Capital, traccionados por la izquierda que dice que la docencia “no da” quedaron en soledad con su moción de paro por 48 horas, ya hemos escrito en este periódico al respecto. En un cuadro creciente de participación en las sesiones, en la asamblea se ha mocionado sostener el paro por tiempo indeterminado y una movilización para el pasado 9 de agosto. A la rastra de los autoconvocados y de sus propias bases, los “delegados placeros” quienes se separaron de las bases y Sitepsa, un sindicato docente burocrático, debieron tomar el paro por tiempo indeterminado y plegarse a la movilización.
Con coplas y bombos, ingresaron a la plaza central de ciudad Capital los docentes de los valles calchaquíes y del valle de Lerma. Desde hace días, la docencia peregrinó desde Cachi, Cafayate, San Antonio de los Cobres, La Viña, Cerillos, Rosario de Lerma, Molinos, Campo Quijano y La Merced. Desde el norte bajaron los docentes de Embarcación en una caminata histórica. También llegaron docentes de Hipólito Irigoyen, Iruya, Nazareno, La Caldera, General Güemes, Vaqueros, Metan y Anta. Los docentes que días anteriores realizaron marchas de antorchas en sus pagos por los docentes fallecidos por Covid-19, pronunciándose contra la presencialidad, también marcharon este lunes. En Tartagal se concentró, para marchar, la docencia del departamento San Martín; en Orán cortaron la ruta provincial 50, plegándose los trabajadores ordenanzas, municipales y los monotributista de las dependencias estatales que reclaman el pase a planta y por el fin del monotributo. En Santa Victoria, Nazareno, Iruya y otras localidades aledañas también se concentraron aquellos docentes que no pudieron llegar a la ciudad Capital.
La marea blanca congregó más de 8 mil docentes solo en el centro capitalino. Los carteles rezaban por el paro por tiempo indeterminado, otros decían “pueblo súmate a la lucha por el salario digno” y el infaltable “docente luchando también está enseñando”. El collage de los carteles reclamaba el salario igual al costo de la canasta familiar de 120 mil pesos, devolución inmediata de los descuentos ilegales del gobierno de Sáenz, titularizaciones anuales, por la estabilidad laboral. El repudio por los salarios de hambre y la precarización en la docencia se hizo sentir, sobre todo entre los docentes jóvenes que recién se inician con un sueldo que no supera los 30 mil pesos y que trabajan con contratos a término en los institutos de formación docente.
Sáenz se encuentra acorralado entre la pandemia, que ya tiene a la variante Delta en la provincia, y el torrente de lucha, pero sobre todo la lucha docente a días de las elecciones provinciales. El candidato a senador del gobierno, Matías Posadas, ha salido a provocar a la docencia con declaraciones como “es descontextualizado e incompresible el paro y de un grupo minúsculo de la docencia” y desconociendo a los autoconvocados que son la expresión de las bases que se rebelan ante la burocracia y el gobierno. El candidato oficialista y a la vez secretario de gobierno desconoce el derecho a huelga que está por encima de cualquier reglamento o normativa diciendo que “cuando el paro es convocado ilegalmente corresponde el descuento”. La respuesta de la docencia ha sido la convocatoria a la asamblea provincial y una nueva movilización a coordinar con otros sectores en luchas como trabajadores de la salud, municipales y ordenanzas. Ahora se encuentran con cortes en los accesos a la ciudad de Salta y acampes en la plaza central.
El camino a la victoria es el método de la coordinación de las luchas que quiebre al gobierno de Sáenz que se asienta en un pantano de contradicciones en medio de un proceso electoral, crisis políticas, presiones de las variantes capitalistas y endeudamiento. Un congreso de trabajadores podría ser un golpe decisivo al frágil gobierno de Sáenz.