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Hace un mes atrás, la patronal de la metalúrgica Gri-Calviño paró la producción por "falta de pedidos".
Ante esta nueva paralización de la producción, los trabajadores lograron preservar el goce de sueldos y las reivindicaciones conseguidas luego de la encarnizada lucha que libraron en 2020, que incluyó una toma de planta y movilizaciones al Ministerio de Trabajo. Sin embargo, la empresa ha hecho correr el aviso de que hay 30 despidos en carpeta y que pretende desconocer algunos de los premios obtenidos de la lucha pasada.
Gri Calviño fabrica antenas eólicas y las exporta. Su producción se basa en pedidos puntuales en un mercado caracterizado por la sobreproducción y la descarnada competencia capitalista; y dentro del ámbito nacional y provincial, es una empresa "mimada" por los gobiernos.
La UOM de la Seccional Quilmes-Berazategui-Varela, en plena lucha de 2020, trató de dejar sin fueros a los combativos delegados de planta, luego de ver qué junto a la patronal y los gobiernos no pudieron doblegar la lucha de los obreros. La lucha de 2020 consistió en recuperar premios y plus por categorías, que en muchos puntos superaban el convenio general de los metalúrgicos que la burocracia impuso relegando conquistas en "el año de la pandemia", que usó de excusa para entregar las conquistas obreras.
El próximo 6 de septiembre, los metalúrgicos de Gri-Calviño comenzarán un plan de lucha contra el ajuste a los salarios y la tentativa de echar a compañeros.
