Escribe Flavio Pereyra (lista Naranja de Telecomunicaciones - Mayoría)
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Gracias compañeras y compañeros. El 2 de diciembre habrá elecciones en el sindicato telefónico de Capital y del Gran Buenos Aires, que se llama Foetra.
Para cualquier compañero que tenga unos años ya, es un gremio muy conocido porque tuvo toda una etapa muy combativa y siempre fue en la clase obrera argentina un gremio que por su lucha, sus tradiciones, ha marcado etapas.
El gremio fue recuperado de manos de una dirección menemista en el 97 e inició todo un proceso de lucha por la estabilidad laboral y que en los años siguientes, posteriormente al 2001, llevó adelante un proceso de recuperación del salario que lo puso entre los más altos del país. Y a continuación de todo eso recuperó la jornada histórica del gremio telefónico que era de 7 horas y que había sido arrebatada con la privatización en los 90. Y que previamente también intentó la burguesía arrancarlas en los 70, en la dictadura, y en plena dictadura de la época de Videla hubo un paro en defensa de la jornada de 7 horas. Esto da una dimensión de lo que es el gremio telefónico, que es un gremio estratégico también por la influencia que tiene la red de telecomunicaciones, más hoy en día, y donde incluso muchas otras actividades económicas dependen de estas redes para funcionar. Por ejemplo, el gremio bancario y tantos otros.
Esta directiva que alcanzó procesos de lucha por medio de huelgas, piquetes y la conquista de reivindicaciones, desde el 2005, que ha sido el pico de ese proceso hasta hoy -quince años ya- ha recorrido el proceso contrario. Esta lista se vuelve a presentar a las elecciones del mes que viene y el rumbo que ha recorrido es el de la destrucción del salario, la flexibilización laboral -ha firmado infinidad de actas que ha atacado la jornada de 7 horas que se había recuperado anteriormente. Firmaron actas con nuevas categorías de 9 horas, de 8 horas. En Telecom-Clarín, que sería el “archienemigo”, firmaron la pérdida del descanso fijo los fines de semana, como se firmó ahora en Toyota. Esto fue hace ya dos años, así que están a la vanguardia de toda esta política. Y también firmaron un convenio para la actividad móvil, que son los trabajadores de las empresas de celulares, que es a la baja del convenio histórico de la telefonía fija.
Es todo un proceso de conjunto que están llevando adelante y que en muchos casos se hace bajo la coartada de que los propios trabajadores aceptan las actas flexibilizadoras invidualmente, voluntariamente, pero es claro para todos nosotros que un trabajador, individualmente, no puede enfrentar a la patronal con todas las presiones que hay para que acepte esos condicionamientos, esas actas flexibilizadoras. Y esta directiva ha logrado todos estos años, a pesar de todo este desbarranque político, controlar el plenario de delegados y la mayoría de las asambleas y delegados del gremio.
Hay un proceso acá que es muy interesante, porque en el 2014 hubo una lista de oposición que ahora se presenta por tercera vez, que sacó el 40 % de los votos y le disputó palmo a palmo los edificios más importantes del sindicato, llegando a ganar muchos de ellos. Y hoy en día, esta lista que viene de un retroceso -sacó el 27% en 2017- ha tenido muchos problemas para encarar a la juventud del gremio, a las nuevas generaciones de telefónicos y darle una perspectiva de lucha, de recuperación del salario, de la jornada laboral. Y tiene que ver con que es una oposición que tiene sus límites también. Pero a pesar de esos límites, nosotros hemos decidido conformar esta lista porque tenemos la orientación de desarrollar, de construir una orientación, una tendencia, una agrupación clasista, un movimiento clasista en el gremio telefónico que es el que tiene que hacer frente a toda esta política flexibilizadora de las patronales que es acompañada por la burocracia de la Azul y Blanca. Y que también tiene que desarrollar la conciencia en la base de todos los trabajadores del gremio, no solamente de que hay que pelear en nuestro gremio por el salario y por las condiciones laborales, sino que esto es muy difícil de llevar adelante al margen de la situación de la clase obrera que tenemos en todo el país. Entonces la campaña también la tenemos que desarrollar, por supuesto que en las elecciones llamando a votar contra los partidos patronales y a las distintas listas o frentes de izquierda que pueda haber en estas elecciones, sino fundamentalmente tenemos que darle la orientación de que hay que construir, para sacarnos de encima a la burocracia sindical en todos los sindicatos y tener una nueva perspectiva, no solo en los sindicatos sino para intervenir en todos los ámbitos, en las calles, como un factor político en el país. Tenemos que darle la perspectiva, explicarla y desarrollarla, de que tiene que ser un objetivo construir un congreso del movimiento obrero en todo el país. Que tenga como objetivo que la clase obrera sea un factor político, que intervenga la clase obrera para que nos dé una perspectiva y cambie la agenda política del país, y es por esto que los compañeros me han dado el honor de dirigirme en este acto a todos ustedes para defender y desarrollar esa perspectiva. Muchas gracias.