Escribe José Fernández
Tiempo de lectura: 1 minuto
Varias familias de Nicole y Oro Verde, en Virrey Del Pino, La Matanza, denuncian fumigaciones sin ningún tipo de control por parte del dueño del predio lindero que rodea el barrio. Los vecinos recurrieron al hospital preocupados por dolencias, erupciones en la piel, sangrado de nariz, irritaciones en los ojos, garganta y dolores de cabeza. Un estudio reciente de toxicología en el hospital Ricardo Gutiérrez determinó que varios vecinos entre ellos un niño de 9 años tiene glifosato en sangre.
El glifosato es un ingrediente activo del herbicida “Round Up” de la empresa Monsanto, la que desde 2018 pertenece a la química-farmacéutica alemana Bayer. Es uno de los más populares herbicidas del mundo, usado principalmente en la siembra de soja – las semillas son genéticamente modificadas para resistir a este herbicida. Es altamente peligroso en contacto con el humano, y por eso ha sido prohibido en varios países - la Unión Europeo prohibió su uso en 2007. Se lo considera “probablemente cancerígeno”, según concluyó en 2015 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud.
En Argentina, su uso fue aprobado bajo el mandato de Felipe Solá, el ministro de Agricultura de Menen, y su aplicación es irrestricta. En nuestro país se utilizan 1,5 millones de litros por año. No solo afecta a la salud humana, también se considera dañino para el suelo y el agua.
El intendente Fernando Espinoza “deja hacer”, sin ningún tipo de control. Este miércoles se realizó una movilización desde el shopping de San Justo hasta el municipio de La Matanza, encabezada por los afectados. Fueron recibidos por un funcionario sin ningún poder de decisión. Reforcemos la organización y la lucha contra la contaminación impune de los capitalistas y sus protectores políticos.