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Se cumplieron 25 años del lanzamiento de Kum Kum, segundo disco de la banda argentina de hardcore-punk Fun People, un álbum que, por su originalidad y vuelo, expandió los límites del género.
Fun People se formó en el año 1989 en la localidad de Campana, provincia de Buenos Aires, con el nombre de Anesthesia, que finalmente fue el título del álbum debut de la banda. La formación original se conformaba de Nekro -ahora Boom Boom Kid- en voz, Lucas en guitarra, Chuli en bajo y Gato en batería. Al momento de grabar Kum Kum, esta formación llevaba un año y media de existencia. Ya entonces era una máquina afilada que realizaba shows potentes e intensos por todo el país y que componía montones de canciones que se convertirían en clásicos para sus seguidores.
Como otras bandas del género, Fun People asumía una militancia por diversas causas, desde la defensa de los homosexuales -en una escena muchas veces intolerante- y los derechos de los animales. Pero sin duda se destacó por su avanzado activismo a favor del aborto legal, 20 años antes de que el tema se convirtiera en un debate público y llegara al parlamento. Meses antes de lanzar Kum Kum, Fun People habían editado el mini-álbum, compartido con la banda She Devils, llamado “El aborto ilegal asesina a mi libertad”. En su sobre interno, el disco traía información y mucha munición contra la iglesia y el Estado. Estas actitudes le valieron a la banda choques con las hordas de skinheads fascistas que en los 90 todavía frecuentaban los recitales de punk rock.
Fun People no se sentía representado por la escena hardcore-punk y su ambiente violento, machista y cerrado. Se autoetiquetaron “hardcore gay antifascista” para diferenciarse y subrayar su mensaje de apertura y tolerancia.
Kum Kum contiene todos los elementos característicos del hardcore-punk -velocidad, distorsión, brevedad- pero ampliando el espectro del género a otros estilos y sonidos.
En las 22 composiciones del álbum encontramos una coctelera de influencias, desde el pop azucarado de los 60s al heavy metal, pasando por el indie anglosajón y yanqui de los años 80s. Por sus surcos también desfilan músicos invitados que aportan instrumentos inusuales para el género hardcore-punk, como el citar, vientos y tambores. La banda se nutrió de estas influencias y sonidos para ampliar su paleta compositiva y crear canciones inigualables, que pueden ir de un extremo dulce al estallido de la distorsión más cruda. Allí están como prueba canciones ya clásicas del under local como “Masticar”, “Easy to come”, “Pilar” y “Mother Earth”.
Con todo, sobresale la mixtura de la voz danzarina de Nekro y las guitarras de Lucas, con exhibe una amplia gama de recursos que exceden largamente al género. La inventiva del guitarrista, en lo máximo de su capacidad creativa, aporta sorpresa, arreglos y contrapuntos melódicos, que han sido influyentes para cientos de bandas.
La lírica del grupo se compone de letras en inglés, cantadas por fonética, que abordan temáticas que serían recurrentes en la carrera de la banda: la pobreza, la defensa de la naturaleza, el amor, la bulimia, el aborto, el skate, la lucha contra la policía o el maltrato animal, etc.
La infancia como estadio idílico y lúdico es otro tema recurrente, y está presente desde la tapa del álbum, el dibujo de una niña y un niño. El título, Kum Kum, es el nombre de un animé japonés de 1975, que narra las travesuras de un niño. El tópico seguirá apareciendo constantemente en la obra de la banda, tanto como problemática -las infancias quebradas- como por concepto – no dejar morir al niño interior, jugar, divertirse, explorar.
A 25 años de su lanzamiento, Kum Kum se erige como uno de los mejores discos de rock alternativo grabados en los 90s en Argentina. Nacido en lo más hondo del corazón de sus cuatro jóvenes creadores, que contaban poco más de 20 años entonces, aportaron colores a un género que parecía condenado a repetirse y terminaron siendo una de las bandas argentinas de culto más reconocidas en el mundo.