Debates en los preparativos de la marcha del 11

Escribe Jacyn

Por sobre todo, la unidad en la claridad.

Tiempo de lectura: 2 minutos

En la última reunión convocada para sellar el documento y la organización del acto contra el FMI del próximo 11 de diciembre, nuestra corriente, Política Obrera, señaló que no suscribiría el texto “de consenso”. Barrios de Pie, por sus propios motivos, adoptó la misma actitud.

En el debate, señalamos el rechazo de los convocantes a denunciar el apoyo de la burocracia de la CGT y la CTA al acuerdo con el FMI, que el documento relega como partícipe secundaria. La CGT y la CTA, las dos organizaciones oficiales del movimiento obrero, se han convertido en una pieza central del apoyo al gobierno de la negociación. La ausencia de esta indicación política fundamental para el movimiento obrero, convierte al repudio al acuerdo con el Fondo en un declaración vacía. El plan de lucha que se anuncia para movilizar a los trabajadores, enfrenta como obstáculo central a la burocracia de los sindicatos. Las burocracias de ambas centrales actúan en combinación con las grandes patronales en el Consejo Económico y Social, una pieza del poder político actual. La firma del acuerdo con el Fondo fue un eje de la ‘reunificación’ de la burocracia en el congreso reciente de la CGT.

El FITU aceptó, en cambio, sin vacilaciones retirar del texto la denuncia del sabotaje del gobierno y las patronales a las medidas necesarias para combatir la pandemia, desde la presencialidad hasta los subsidios a los trabajadores, mientras impulsaba un amplio rescate del capital. Lo hizo a pedido de otro grupo integrante del FITU, Convergencia Socialista, que milita la presencialidad plena, o sea la inmunidad de rebaño, a la Trump, Johnson y Bolsonaro. Convergencia rechaza incluso la vacunación y "denuncia" que las estadísticas son manipuladas para exagerar la magnitud del Covid-19 y sus variantes. El FITU ya había denunciado a la cuarentena como un operativo de ´control social´, y a favor de una presencialidad escolar que fuera “segura”. En contraste, el SUTNA, que no ha participado de las reuniones, convoca a movilizar el 11 señalando que “en pandemia, más que nunca, todos los recursos del país deben ser utilizados para proteger a la clase obrera” (ver página oficial del sindicato).

Por último, señalamos la inadecuada presentación del ´programa integral´ del documento, con la pretensión de neutralizar la heterogeneidad política de los participantes, cuando la vía correcta para ello es enfocarse en el carácter práctico de los acuerdos para movilizar contra el FMI.

Presupuesto y organización

En la segunda parte de la reunión se debatió el presupuesto y la organización de la marcha.

Los partidos del FITU presentaron un presupuesto dispendioso, para montar un escenario gigante, pantalla led y 190 metros de vallas, un dispositivo más acorde con un espectáculo multimedia que con un acto obrero y popular. La lectura del documento no insumirá más de media hora y no hay previstos oradores.

Los argumentos esgrimidos para justificar semejante gasto giraron en torno al contraste con el acto que grupos oficialistas convocaron para el viernes 10, un día antes de la marcha. Varias fuerzas rechazamos la pretensión de ingresar a una competencia de aparato con el gobierno y La Cámpora o de repetir el esquema publicitario de la campaña electoral.

Para el ingreso a la Plaza, no hubo acuerdo en sortear democráticamente el orden de las columnas. El FITU presentó un esquema que reserva para sí el ingreso por Avenida de Mayo.

Política Obrera concentrará a partir de las 15 en Alsina y 9 de Julio.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera