Tucumán: condenan a perpetua a uno de los policías asesinos de Miguel Reyes Pérez

Escribe Alejandra del Castillo

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Luego de casi un mes de audiencias, el miércoles 15 se conoció la sentencia del juicio por el asesinato de Miguel Reyes Pérez en manos de la policía. Mauro Navarro, el autor material, fue condenado a cadena perpetua. Gerardo Figueroa, quien actuó como partícipe secundario, fue absuelto. Más allá que no se haya logrado la codena para ambos, el resultado del juicio constituye un triunfo de una lucha incansable de 5 años de la mamá de Reyes y los familiares víctimas del gatillo fácil.

Reyes recibió disparos y golpes en la cabeza el 24 de diciembre de 2016. La ambulancia nunca llegó por lo que sus familiares y vecinos tuvieron que subirlo a una camioneta para trasladarlo al hospital. Tras 24 días en coma, falleció. Como sucede en las barriadas más pobres, el joven era hostigado por la policía para obligarlo a delinquir. Cuando se negaba a hacerlo era detenido y brutalmente golpeado. A su mamá, Anita Reales, ya le habían advertido que iban a entregárselo en un cajón y cumplieron con su palabra.

Durante estos 5 años fueron numerosas las acciones de lucha para destrabar todas las maniobras de encubrimiento por parte del Estado. De hecho uno de los policías nunca fue separado de la policía pese a que estaba imputado. Bajo la teoría de un supuesto robo y los antecedentes de Reyes buscaban legitimar el gatillo fácil. Sin embargo, en el barrio San Cayetano los vecinos saben muy bien la asociación de la policía con los narcos, su participación en el delito y los constantes atropellos contra los jóvenes. La estrategia legal del caso, llevada adelante por Andhes, buscó poner en evidencia todo este entramado. De hecho en el propio juicio se pudo ver como la policía usaba las contravenciones para detener a Reyes y así evitar que sea la justicia la que investigue.

El juicio de Reyes se desarrolló cuando se conocían a nivel nacional los casos de Luciano Olvierea en Miramar, de Lucas González en la ciudad de Buenos Aires. Esto muestra que el gatillo fácil es una práctica sistemática bajo el amparo de los gobiernos. El hostigamiento, las detenciones arbitrarias y torturas contra la juventud trabajadora es parte de la acción criminal de las refuerzas represivas que tienen zona liberada en las barriadas.

La movilización durante todo el proceso del juicio fue permanente. Familiares de víctimas del gatillo fácil y de la impunidad junto a la FOL, la Darío Santillán Corriente Plurinacional, la APDH y la Poderosa sostuvimos los piquetes en Tribunales para exigir justicia. Esta coordinación y la acción en las calles marcan el camino para que avancen el resto de los casos de gatillo fácil y para enfrentar la impunidad.

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