Salta: al récord de COVID el gobierno responde con un vaciamiento hospitalario

Escribe Gabriela Jorge

Tiempo de lectura: 3 minutos

Mientras que Argentina supera un nuevo récord de COVID con 109.608 casos, Salta no se queda atrás: pasó, en una semana, de 450 a 2.262 contagios diarios.

La política implementada por Sáenz, al igual que Fernández, ha sido ir directo al precipicio. A pesar de la advertencia de sanitaristas, el sostenimiento en pleno de las actividades económicas por exigencia de los capitalistas, que quieren hacer rodar a como sea la acumulación de beneficios, ha sido el norte.

El Ministro de Salud, José Esteban, planteó hace una semana que “un cierre” de actividades produciría “una hecatombe”. Pero sin referirse a la hecatombe sanitaria que desataría la escalada de contagios.

En definitiva: Sáenz ata su destino al gobierno nacional que, golpeado por el desarrollo de la crisis social y política, se agarra de uñas y dientes al FMI, aunque ello choque con la vida del pueblo trabajador. Es lo que señaló el vice gobernador, Antonio Marocco, tras la reunión con gobernadores: “El futuro del país demanda este camino”. En realidad, habla del futuro de las patronales mineras, que condicionan su llegada al acuerdo con el FMI.

La “hecatombe” sanitaria

“Los hospitales no tienen más lugar”, titula un diario local. La defensa del aperturismo por parte del gobierno en nombre de las vacunas muestra su fracaso ante de la escalada de contagios.

Desde la semana pasada, los centros de testeos improvisados en estadios, hospitales y en salitas cabeceras se vieron desbordados por filas interminables. Los reactivos son escasos y dejaron a decenas de personas sin poder acceder. La preocupación de los efectores de salud se palpaba: la mitad de los análisis arrojaron un resultado positivo. Si tenemos en cuenta la población que quedó afuera, las cifras de contagios debieran multiplicarse.

El jefe de Terapia Intensiva del hospital Papa Francisco, específico para la atención COVID, dijo que la vacuna es “el principal problema”. Solo la mitad de la población cuenta con dos dosis. No es casual el señalamiento: la sala de terapia intensiva del hospital se encuentra a tope desde hace dos semanas. Más del 98% de quienes se encuentran en la terapia del hospital no recibieron la vacuna o solo contaron con una dosis hace más de 6 meses.

Desde ayer, quedaron suspendidas las cirugías programadas en todos los hospitales. La ocupación de UTIs asciende a más de un 68%, duplicando el índice nacional.

Es una consecuencia directa de la suba de contagios, por un lado, y del vaciamiento de la atención primaria y de los hospitales que se encuentran bajo la autogestión y gerenciamiento, por el otro. Con los escasos recursos, los agentes sanitarios y enfermeros recorren barriadas y mantienen centros de vacunación. Los profesionales y enfermeros sufren la sobrecarga laboral en los hospitales y salitas, ya que no se ha reforzado la planta ante jubilaciones y bajas. Muchos efectores de salud reclaman el pase a planta contra los contratos precarios a cargo de las propias gerencias.

Lo que presionan son las patronales

La hecatombe de la que hablaba el Ministro de Salud claro está no es la salud de la población o el vaciamiento hospitalario, sino la acción de las patronales del comercio, turismo, azucareros, tabacaleras y mineras por mantener la "economía activa" a como dé lugar.

El gobierno que quería todo abierto tuvo que “sugerir” a los intendentes, representantes de los negocios del turismo, comercio y gastronomía, suspender los festivales de verano en diversas localidades. Esto le valió una crisis. El Presidente del Foro de Intendentes planteó que “el que no se quiera contagiar, que no asista a los festivales”. Con el alza de contagios, la aventura duró menos de 24 horas. Un sector de intendentes anunció la suspensión de los festivales del Valle Calchaquí.

Los hospitales no solo están a tope, con trabajadores contagiados, sino que se prevé una suba de casos y de internaciones en un plazo de 7 a 10 días. Solo en el Hospital Materno Infantil, 120 trabajadores se encuentran aislados por contacto estrecho o positivo COVID.

La presión de las patronales sobre los trabajadores en general y, en particular, a la juventud precarizada de los comercios, calls centers, gastronómicos comienza a abrir deliberaciones en los lugares de trabajo ante la amenaza diaria de contagios y de sufrir descuentos o despidos si se toman el día para testearse o si se enferman de COVID. Es que la defensa de nuestra salud y nuestras vidas ante la tercera ola de COVID depende enteramente de nuestra propia acción como trabajadores. Pongamos en pie de comités de trabajadores en los lugares de trabajo, abramos un debate en asambleas y elaboremos un programa que garantice nuestros derechos laborales y los protocolos sanitarios necesarios:

Inmediato refuerzo del sistema de salud. Contratación de enfermeros y personal. Pase a planta permanente. Salario equivalente a la canasta familiar. Abajo la autogestión y gerenciamiento hospitalario.

Interrupción de las actividades en lugares de trabajo que registren altas subas de casos. Derecho a guardar aislamiento por ser contacto estrecho, percibiendo el 100% de los ingresos. Testeos a cargo de las patronales. Licencia por COVID.

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