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En la provincia de Santiago del Estero tenemos un problema de años que es el acceso al agua tanto en la ciudad como el campo. En la ciudad de La Banda, la segunda ciudad más grande luego de capital, los vecinos comenzaron a realizar asambleas autocovocadas por el acceso al agua.
Lo que socialmente está aceptado como derecho humano -el uso y consumo del agua potable- no está garantizado por el Estado. Los vecinos no tenemos disponibilidad de agua para cubrir todas las necesidades básicas (consumo, higiene, cocina, lavado de alimentos, etc) humanas y ambientales que aseguren el bienestar y supervivencia de las personas. Desde el 15 de diciembre que muchas familias bandeñas sufrimos la falta de agua y en otros sectores hace una semana que el agua sale totalmente oscura/turbia como con carbonilla; imposible para el consumo humano!
El municipio ya había tenido una reunión en la que se comprometió a entregar los caños para la conexión al agua que no cumplieron. La funcionaria Acuña tratando de sacarse la responsabilidad de encima, le tira la pelota al Ingeniero Olmos quien facilitara número de expediente o copia del petitorio que se realizó ante el ente ERSAC: un ente regulador de la ex DiPOS (Dirección Provincial de Obras Sanitarias) antes de que se privatizara el servicio del agua.
Todas las semanas se realizan movilizaciones a la intendencia. El día viernes 7 de enero se reunieron vecinos de diferentes barrios de la ciudad de La Banda como Finca de Ramos, Las Palomas, Fraternidad, Los Álamos, Los Naranjos, El Tabique para tratar la falta de agua en la mayoría de los barrios. Cansados de no tener una solución decidieron unirse y marchar este lunes 10 de enero hacia el municipio. Los vecinos fueron recibidos por la Subsecretaria del municipio Claudia Acuña. Esta funcionaria ofrecía 30 bidones de agua para los barrios mencionados aduciendo que no se cuenta con el stock suficiente para atender a todas las barriadas.
Ante la falta de respuestas los vecinos hemos decido profundizar las acciones de las asambleas en las barriadas y extendernos a los demás barrios que están en la misma situación. Estamos ante olas de calor con temperaturas extremas y nuestras familias se descomponen por el calor. No hay agua para beber ni refrescarse, y, ante el aumento de casos de contagios de Covid, estamos totalmente expuestos. Los hospitales están saturados por los más de 2.500 casos diarios y no pueden atendernos. El municipio dilapida millones en artistas para el Festival de la Salamanca mientras no tenemos agua. Por eso impulsamos la coordinación de asambleas barriales para exigir que nos provean 4 litros de agua diarios por persona para consumo, camiones cisternas que llenen los tanques de agua para higienizarse, kit sanitizantes y un plan de obras públicas discutido con las asambleas que nos permitan organizar el acceso al agua potable en las viviendas.
